La automatización de pruebas y su función en el desarrollo de servicios digitales
En un ambiente de negocios tan competitivo como al que nos enfrentamos hoy en día, las compañías se encuentran buscando nuevas y mejores soluciones digitales que les permitan diferenciarse y seguir a la vanguardia con plataformas interactivas como los servicios de streaming, las aplicaciones y otros productos digitales.
En ese sentido, las empresas que trabajan en el sector de TI y Software deben garantizar el funcionamiento correcto de sus productos digitales. De modo que una de las fases más importantes es la automatización de pruebas, que como su nombre lo indica, consiste en probar las plataformas y asegurar la usabilidad del producto para los usuarios finales. En otras palabras, dada la alta oferta de plataformas y aplicaciones disponibles en el mercado para todo tipo de servicios y necesidades, es importante que éstas sean lo más user friendly posible ya que una buena experiencia con el usuario es una de las claves para diferenciarse.
Dicho proceso ha logrado automatizarse en los últimos años, reduciendo los costos y tiempos de entrega. No obstante, existen pocas compañías que conocen a profundidad los procesos de automatización y cuentan con los diferentes tipos de dispositivos necesarios para realizar las pruebas. Así, la mayoría de las compañías que deben ejecutarlas lo realizan a través de las “granjas digitales”, que se encargan de alquilar virtualmente los equipos y herramientas. Sin embargo, la metodología suele ser bastante costosa, ya que oscila entre los USD 3.000 y USD 7.000 al mes.
Es así que, en razón de buscar procesos más ágiles, organizaciones como Google y Facebook crearon espacios para contar con dispositivos de punta y convertirse – una vez más- en referentes de la industria.
Siguiendo los mismos pasos, Zemoga desarrolló el único laboratorio de automatización de pruebas en América Latina. El Device Lab, como fue nombrado, se encuentra al mismo nivel que los de Silicon Valley y cuenta con más de 150 dispositivos de diferentes tecnologías, marcas y sistemas operativos para asegurar que las interfaces que se desarrollan sean óptimas y cumplan con la intención para diferenciarse ante los usuarios finales.
El Device Lab hizo parte de la inversión que realizamos para la construcción del tercer piso de nuestras oficinas en 2019. Fueron $350,000 dólares distribuidos en una nueva planta que, además, cuenta con espacios de ocio y esparcimiento para todo el talento de la firma.
Con espacios como el Device Lab, los equipos pueden determinar, rastrear y ejecutar correcciones para abordar errores cruciales y de alta prioridad en sus productos digitales con facilidad. Por lo que la automatización de pruebas se convierte en una fase crucial en la que se agilizan los procesos de testing, se reducen tiempos y costos para los clientes y fomenta el intercambio de conocimiento entre los equipos involucrados en el desarrollo.
De este modo, los desarrolladores llevarán a cabo el proceso por medio del design thinking, colocando como prioridad al usuario y comprender los modos de uso del producto; y los clientes saldrán al mercado con un producto que responderá a las necesidades y requerimientos de sus usuarios, brindándoles las mejores experiencias y productos digitales en el mercado internacional.
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