En mi publicación el petróleo vive de ilusiones les explique como a pesar de que la OPEP no había llegado a nada concreto, durante muchos meses el precio fue capaz de escalar de USD25 a casi los USD50 en los que estaba en el momento de redactar ese artículo. A pesar de esto no fui muy a fondo sobre aquello para lo que verdaderamente se usan los mercados de valores: para especular.
¿Por qué los mercados existen para especular?
En la teoría y a través de la historia usted podrá encontrar varias definiciones que coinciden en que el mercado de valores es un lugar donde las empresas van a buscar recursos a cambio de ceder algo de su propiedad, un derecho representado a través de un título valor llamado acción. Naturalmente y dependiendo de la profundidad del mercado de dinero y el mercado de capitales de un país, las bolsas a parte de las acciones dispondrán de otros elementos como los derivados (futuros y opciones) o inclusive hasta un mercado de monedas conocido popularmente como forex; todos estos coinciden en algo y es que hoy en día se usan para algo totalmente diferente para aquello que fueron creados, ya que el negocio se trata de comprar barato y vender caro.
Siendo más específicos
De aquí hacia arriba pude haber insertado ciertas ideas en el lector, pero siendo honesto, no he aportado ninguna evidencia que sustente dichas ideas, razón por la cual vamos a revisar con detenimiento la afirmación que he hecho con respecto a que los mercados no se usan para lo que fueron creados, como por ejemplo el mercado de acciones. Si en la teoría la bolsa de valores sirve para que las empresas obtengan recursos, la función del mercado se limita a reunir una empresa con un potencial inversionista para obtener dichos recursos, por ejemplo si ECOPETROL quiere expandirse podría hacer una emisión de acciones, buscar inversionistas interesados, obtener recursos y comenzar su expansión; dichos inversionistas simplemente deberían esperar el dividendo al que la pequeña propiedad sobre ECOPETROL que adquirieron les da derecho y hasta ahí debería llegar la función de la bolsa como tal. En la realidad eso no sucede así, a pesar de que la empresa ya obtuvo sus recursos el inversionista puede revender ese título a precios muy diferentes a los cuales lo adquirió (algunas veces por debajo otras por encima) sin que eso afecte directamente a la empresa, ya que esta no va a recibir un centavo más del que obtuvo en su emisión primaria.
El valor intrínseco
Hasta aquí podríamos inferir que cualquier movimiento después de la emisión primaria es 100% especulativo por el simple hecho de que esas transacciones adicionales no guardan relación directa con la empresa, a la cuál corresponden esos títulos, sin embargo esto no es lo único que influye para calificar a esas operaciones como especulativas, la razón más fuerte para darles ese calificativo es el valor intrínseco, que no es otra cosa que el valor real de una acción y que se calcula de una manera muy sencilla: Dividiendo el patrimonio total de una empresa entre el total de acciones de la misma. Cualquier valor diferente a ese valor real de una acción es especulación, cualquier intento de estimar el valor futuro de una acción siempre va a diferir del valor real y no tiene garantías de que se va a volver realidad. A pesar de esto se pueden encontrar empresas cotizando por encima o por debajo de su valor en libros, cambiando de precios en el mercado todos los días a pesar de que en los libros permanezcan igual durante varios trimestres, semestres, años, etc. según cada compañía reporte resultados.
El mercado existe para la especulación.
Entendiendo que un valor diferente del valor real es especulación y teniendo en cuenta cada cuanto las empresas van a la bolsa a buscar recursos versus cada cuanto las cotizaciones de sus acciones cambian sin que las empresas reciban recursos o modifiquen sus patrimonios, podemos entender fácilmente que la mayor parte del tiempo las acciones cotizan a precios estimados y cambian de mano en mano entre muchas personas sin que la empresa se beneficie de este «modus operandi», razón por la cual no nos queda difícil demostrar que la mayor parte del tiempo los mercados están abiertos para especular y no para obtener recursos o invertir en el largo plazo a la espera de un dividendo, simplemente están ahí para comprar barato y vender caro, porque es claro que cuando alguien quiere comprar realmente una empresa, nunca se va a deshacer se su acción, de ahí que concluya que la fuerza que impulsa el mercado de valores es la especulación.
Jarek Duque
Inversiones y Consultorías
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