La compraventa de fincas raíces sigue dando lugar a uno de los negocios más lucrativos en Colombia, sobre todo en Bogotá y en los alrededores urbanos de su área metropolitana. Es un sector estable, frente a las incertidumbres económicas que provoca el coronavirus. Además, reporta beneficios para todos los intervinientes en la operación: tanto para el que vende, como para el que compra y también para el profesional que intermedia en la transacción (el agente inmobiliario).
La finca raíz, un negocio rentable en Colombia
Gracias a su estabilidad, representa una de las mejores oportunidades de inversión en el país, especialmente en la capital, Bogotá, y en algunas barriadas y zonas nuevas de las localidades de sus alrededores más próximos, como Teusaquillo (a menos de diez o de trece kilómetros de distancia, en función del trayecto, o a unos quince a veinte minutos de viaje en coche); Chapinero (a una cercanía semejante y más o menos el mismo tiempo) o Usaquén (más cercano: a menos de cinco kilómetros y menos de diez minutos yendo en coche).
Cuando comenzó el presente año 2020, el sector inmobiliario prometía estar entre los más interesantes para invertir en Colombia. Pocos meses después hizo su irrupción la pandemia mundial del COVID-19 y, con el confinamiento obligado de la población, muchas actividades se han visto afectadas. Una de ellas ha sido la compraventa de las fincas raíces, según la Inmobiliaria B&R Bogotá. Pero lo ha sido en menor medida que otros sectores.
El motivo es que las agencias inmobiliarias, dedicadas a la intermediación en la compra y la venta de bienes raíces, han sabido adaptarse gracias a las nuevas tecnologías. El mercado de la finca raíz sigue ofreciendo, acaso más que antes, excelentes oportunidades de negocio tanto para quien vende, como para quien compra, como para el profesional o agencia que pone en contacto a uno con el otro y media entre ambos, con asesoramiento especializado en el proceso de compraventa. Veamos cómo.
Finca raíz: todos ganan
El comprador gana porque invierte en un bien raíz que no se deprecia, que es seguro y que no desaparece. Es una inversión rentable y estable. La finca raíz se revaloriza.
El vendedor gana porque con la venta del inmueble obtiene una importante liquidez, normalmente por una elevada cifra de dinero. Una liquidez que, en los tiempos del COVID-19, les hace falta a muchas personas.
El agente inmobiliario gana, porque con su trabajo merece obtener unos honorarios, que suelen estar en proporción a la importancia económica de la transacción, a las dificultades encontradas para llevar a buen puerto la operación de compraventa y a algunas otras variables.
Transformaciones del mercado
Todo este asesoramiento y mediación tiene los mencionados honorarios, que se pagan a través de comisiones. Los importes de éstas se establecen en función de las características de la finca raíz y su precio de venta.
Según la Inmobiliaria B&R Bogotá (Bautista & Ramírez Bogotá), el sector ha vivido transformaciones de hondo calado en los últimos años. Sobre todo, en lo que concierne a las comisiones, debido a la aparición de agencias en línea, u online, que han generado cambios muy rápidos y profundos en las transacciones de compraventa.
Estas agencias ofrecen ventajas como una reducción de tiempo de espera en la venta y un mayor control de todo el proceso. Las inmobiliarias online no cobran comisión, pero establecen otro tipo de honorarios.
Acudir a los profesionales
Lo mejor que puede hacer todo aquel que quiera vender o comprar una finca raíz es seguir una serie de normas para asegurarse que la operación se realizará sin sorpresas desagradables.
Puede suceder que una persona que quiera vender una vivienda o una persona que quiera comprarla se pregunte: “¿Y para qué necesito una agencia?”. Respuesta: para ahorrar tiempo y quebraderos de cabeza.
5 recomendaciones a tener en cuenta antes de comprar vivienda son las que hay que seguir. En primer lugar, asegurarse de que el precio de la casa se corresponde con el promedio de la venta en la misma zona. Precio sobre el que un profesional podrá orientar al comprador.
En segundo lugar, cuando se pretende comprar una finca raíz de segunda mano, asegurarse de que todo está legalmente en orden; que nos la vende su dueño real y tiene total derecho a realizar la venta.
Tercero, asegurarse igualmente de que la casa no tiene cargas, tales como hipotecas o cualquier otra deuda, afección por patrimonio familiar o algún embargo.
En cuarto lugar, para el caso de una finca raíz nueva, asegurarse de la solvencia y prestigio de la constructora que la vende y que la experiencia garantiza que es fiel a los plazos de entrega de la vivienda, las calidades en los materiales de construcción, etc…
En quinto lugar, informarse de los deberes y derechos del vendedor y del comprador; que todas las cláusulas del contrato de compraventa responden a estas obligaciones y derechos y que en este documento el comprador no asume riesgos ni obligaciones que no le corresponden, sobre todo en lo referente al pago de impuestos, tasas, gastos de notaría, etc…
El corretaje inmobiliario
La cantidad de agencias inmobiliarias es enorme en Colombia y el corretaje que cobran no está sujeto por la legislación. La ley tampoco fija el momento del pago. Todo está en función del libre mercado: la oferta y la demanda.
En el caso de las viviendas urbanas, la comisión suele estar en torno 3% del precio de la casa. En las ubicadas en el medio rural, la comisión puede llegar al ocho 8%. Algunos agentes inmobiliarios independientes cobran un 4% en la ciudad y un 10% en territorio rural.
En Bogotá, las comisiones de arrendamiento suelen ser del 8% sobre el valor del canon, o más del 2,5% sobre el valor asegurado, que puede aumentar si la inmobiliaria se encarga de pagar la póliza de seguro.