La desvinculación laboral a menudo se asocia con «ruptura» y «dolor». Sin embargo,  en nuestra época el capital humano se ha convertido en el centro de todas las atenciones. Con el objetivo de crear procesos empresariales más humanos, es fundamental reconfigurar esta narrativa hacia una desvinculación laboral con respeto.

Perder el empleo es un acontecimiento que impacta en diferentes dimensiones de la vida de las personas. Al impacto financiero se añade el impacto psicológico e incluso fisiológico.  Incluso, esta situación puede llevar a situaciones complicadas como la  adopción de conductas de alto riesgo para la salud, por ejemplo, el consumo de alcohol o drogas. Lamentablemente, la posibilidad de perdida de empleo es algo inevitable. En nuestros endebles sistemas económicos y políticos, es algo con lo que la mayoría de empleados convive: el miedo a ser despedido. Aunque no sea una solución definitiva, adoptar prácticas de desvinculación laboral con respecto y dignidad no solo es una cuestión ética, sino que también puede tener beneficios para las empresas que lo apliquen.

¿Qué es la desvinculación con respeto?

La desvinculación laboral es un proceso que requiere un manejo cuidadoso y respetuoso. La manera en que se lleva a cabo puede impactar significativamente tanto a los empleados que se van como a los que se quedan. La desvinculación con respeto se trata de mirar más allá del empleado. Es ver a la persona primero y valorar su singularidad. Claro, hay que despojarse de ciertas creencias heredadas de modelos empresariales que, hoy, no tienen ya cabida. No podemos reproducir más esa idea de que nadie es indispensable, todos son reemplazables.

La pieza de una máquina es reemplazable. El cable de un computador, también. O quizá, la alfombra de la oficina. Pero los seres humanos no son reemplazables en el mismo sentido. Y la razón es sencilla, el talento humano es único e irrepetible. Es decir, dejemos de ver a las personas como piezas de una máquina productiva. Por supuesto, se puede despedir a una persona y contratar otra para el cargo. El punto es que es necesaria cambiar la perspectiva y empezar a ver que detrás de cada trabajador, hay una historia, expectativas, proyectos de vida. Por lo tanto, aparece frente a nosotros el ser humano.

¿Cómo desarrollar procesos para adoptar la desvinculación laboral con respeto?

¿Qué sucede en casos de desvinculación por romper con los códigos de ética de la empresa?

Sabemos que no es fácil abordar este tipo de casos bajo la perspectiva de la desvinculación laboral con respeto. Tomar dinero de la empresa, utilizar substancias prohibidas dentro del entorno laboral o realizar labores ajenas a la empresa utilizando recursos de esta, son algunos ejemplos. En cada país existe legislación para tratar este tipo de casos. Más allá de ello, es importante separar la relación laboral, en este caso fracturada por estas faltas, de la persona. La responsabilidad del trabajador tiene que quedar claramente marcada, es decir, si cometió una falta grave se debe aplicar la legislación vigente. Lo cual, no va en contra del respeto hacia la persona.

¿Está por demás decir que nada de esto camufla la falta de cumplimiento de las obligaciones patronales, salariales y otras provistas por la ley de cada país cuando se desvincula a alguien? Claro, eso también es parte de la desvinculación laboral con respeto, pero lo damos como un hecho.