Debido a que la transformación digital ha comenzado a difuminar las fronteras de muchos renglones de la economía, las organizaciones globales enfrentan el reto de diversificar sus negocios y lograr mayor agilidad en los mercados locales.

 

Sin embargo, esa búsqueda puede ser agobiante ya que la mayoría de empresas debe enfocarse en su negocio y al mismo tiempo crecer en nuevas áreas. En ese trasegar, es común encontrar organizaciones que –mientras van a digital- deben buscar nuevos clientes, desarrollar nuevos servicios y productos, e implementar diferentes rutas para llegar a otras geografías. Dicho de otra forma, deben satisfacer necesidades únicas que las haga crecer de forma integral.

 

A pesar de que en la actualidad Alphabet (Google), Apple, Facebook y Amazon lideran el mercado de tecnologías digitales, no sucede lo mismo con las tecnologías enterprise, donde Oracle, SAP y Microsoft son verdaderos titanes. En esa simbiosis hay una empresa que quiere inyectar el cromosoma digital en las empresas: Accenture, una multinacional basada en Dublín (Irlanda) que se dedica a servicios de consultoría y tecnologías de información.

 

Con una descomunal fuerza laboral de 400 mil empleados en 120 países -500 de ellos en Colombia- esta multinacional ostenta la posición 312 de la lista Fortune Global 500 gracias a sus ingresos por $32.914 millones de dólares reportados en 2015.

 

“No vendemos tecnología per-se, sino la solución a un problema”, asegura Beatriz Carmona, una caraqueña que ingresó como analista a Accenture hace 25 años y hoy es la country manager de Colombia y Venezuela. “La diferencia entre Accenture y un vendor de TI es que ellos venden software y no necesariamente buscan resolver un problema de negocios. Nosotros aportamos mucho más ya que somos agnósticos”.

 

AGNÓSTICOS PERO CON ALIANZAS

Por ‘ser agnósticos’ Carmona hace referencia a una práctica de las firmas de consultoría que les permite abordar los problemas tecnológicos de las empresas utilizando múltiples enfoques y metodologías no necesariamente basadas en marcas de fierros ni de software.

«No vendemos tecnología per-se, sino la solución a un problema”.

“Eso no significa que seamos enemigos de Microsoft, SAP u Oracle. Todo lo contario”, sale al paso esta ingeniera electrónica graduada de la Universidad Simón Bolívar, para quien las alianzas con proveedores de software les permite “Agregar más valor a las ofertas, especialmente en áreas como la estrategia, la consultoría, las operaciones y especialmente la transformación del negocio hacia lo digital.”

 

Carmona prosigue su disertación resaltando que con la llegada de la revolución digital, “Las empresas están en la búsqueda de ingresos a través de canales digitales”. Es aquí donde la nube, la movilidad, el social business y el Big Data confluyen con la computación cognitiva y la inteligencia artificial que permita a las empresas hacer más con menos.

““Abandonar el ‘panorama competitivo’ pasando al ‘panorama colaborativo’”, puede leerse en un folleto de Accenture que ilustra a los directivos sobre cómo deben protegerse de desaparecer. Según el manifiesto, los negocios tienen que adoptar soluciones digitales para fomentar la colaboración en tiempo real con socios, clientes e incluso competidores.

 

ADOPCIÓN DIGITAL

Pero ¿Cómo adoptar modelos de negocio digital? Le pregunto a Beatriz Carmona, quien responde que: “Ha surgido un nuevo ADN común para gestionar y modelar las operaciones que combina un sinnúmero de componentes, incluyendo a empresas donde no hay jerarquías, colaboración, gente visionaria y nacida para cambiar, así como sistemas centrados en los clientes y en las metas”.

 

Así las cosas, se supone que ese nuevo ADN digital que quiere inyectar esta consultora puede redefinir el marketing, la estrategia, la misión empresarial, la innovación, el talento humano, la tecnología…. Mejor dicho… una transformación a escala masiva.

 

«Ha surgido un nuevo ADN común para gestionar y modelar las operaciones del negocio.»

En esa metamorfosis, los indicadores financieros tradicionales ya no sirven para medir el éxito de los nuevos negocios digitales. La clave está en cosas como el ‘Índice de Densidad Digital’, donde el acceso a recursos, la gestión digital de empresas y el entorno adecuado habilitan economías capaces de crear mercados digitales.

 

También aparecen las Métricas de Tracción Digital, que operan como una ecuación donde se multiplica la Escala por la Usabilidad Activa por el Engagment

 

“Esa transformación digital que proponemos es ni más ni menos que la unión de los negocios con la tecnología”, puntualiza Carmona. Aunque para el común de los empresarios, abordar estos factores puede parecer una locura, lo cierto es que las empresas globales ya están desbloqueando sus potenciales digitales apalancándose en firmas consultoras que también transformaron su razón de ser al nuevo estilo de la economía ‘cliqueable’.