Con la nube manejada como Opex ya no hay que esperar por cotizaciones, aprobaciones ni ordenes de compra. Los recursos se aprovisionan de inmediato con unos cuantos clics de teclado.


Eduardo Franco, Gerente General de Agilitix.

¿Por qué comprar hardware para centros de datos y pagar gastos de energía, refrigeración, mantenimiento y software de apoyo cuando puedo alquilarlos por hora? Esta parece ser la pregunta que se hacen muchos ejecutivos cuando descubren que la computación en la nube permite cambiar los gastos de TI a un modelo de pago por uso similar a la facturación de un servicio público.

Para una startup la computación cloud es una tecnología tan natural que la dan por descontada; sin embargo, para organizaciones medianas y grandes que durante años han invertido un buen billete en fierros (llámese almacenamiento, procesamiento o redes) la decisión de irse a la nube requiere de mayores argumentos.

“La nube es un tema eminentemente financiero que puede adoptarse bien sea como gastos de capital o como gastos de operación”, dice Eduardo Franco Mackenzie, Gerente General de Agilitx, marca resultante de la fusión Vaits-Access Team.

Para este veterano de la industria TI que ha ostentado cargos directivos en IBM, Sun Microsystems y Oracle, es claro que los gastos de capital, llamados Capex, “Hacen referencia a la inversión para compras de activos que otorgan beneficios a lo largo de su vida útil y cuyo pago no es recurrente ni indefinido”. Mientras tanto, los gastos operativos (Opex) están asociados a pagos recurrentes o continuos relacionados con costos de mantenimiento, bienes de consumo, servicios públicos y arrendamiento de oficinas y automóviles, entre otros

«Lo que ayer debía adquirirse y mantenerse, hoy simplemente se alquila».

“La promesa de la nube es que permite mover los gastos de Capex a Opex”, prosigue el ejecutivo. ¿Cómo es eso? Su respuesta es ingeniosa: “Si me voy de viaje por tres días voy a un hotel y alquilo un auto. Si me voy a quedar tres meses posiblemente busco un apartamento por Airbnb y no alquilo un coche sino que compro uno. Y, si me mudo y voy a estar por cinco años, probablemente compre un apartamento. Si Usted sabe que necesita algo y que lo va a usar por cinco años, pues no lo arriende, cómprelo. Pero si lo va a necesitar por seis meses, lo mejor es que lo arriende como servicio. La nube funciona de una forma casi idéntica.”

 

TERCERIZACIÓN

Es así como la infraestructura de TI propia dejó de estar en el presupuesto de las empresas: “Esto se debe a que –por sí solos-, los servidores físicos, el espacio ocupado, las obras civiles y los sistemas subyacentes de seguridad, climatización, incendios y de generación de energía consumen enormes recursos”, prosigue. “Es aquí donde la tercerización de Infraestructura como Servicio (IaaS) tiene cabida”.

El ejecutivo de Agilitix da en el blanco sobre un asunto crucial: cuando se contrata Infraestructura como Servicio, lo que ayer debía adquirirse y mantenerse, hoy simplemente se alquila. Es una verdad de a puño que además de recortar los gastos de consumo de energía, gestión y mantenimiento interno, aumenta la eficiencia y reduce la complejidad, asuntos cruciales en esta era de negocios ágiles.

«Con la nube manejada como Opex ya no hay que esperar por cotizaciones, aprobaciones ni ordenes de compra. Los recursos se aprovisionan de inmediato con unos cuantos clics de teclado.»

Ahora bien, una cosa es que un proveedor pueda ofrecer capacidades de nube y otra muy diferente es que se comprometa a entregar alta disponibilidad, desempeño, seguridad y flexibilidad. Eduardo Franco sabe que –una vez contratado el servicio de nube-, ninguna de esas premisas puede quedar por fuera. Pensando en ello, conformó un portafolio de servicios ‘todo incluido’ que abarca espacios de trabajo virtuales, cómputo y almacenamiento, gestión de infraestructura, protección y alta disponibilidad, e incluso analítica como servicio.

“La computación en la nube manejada como gastos de operación tiene mayor sentido que como gastos de capital”, remata Eduardo Franco. “Además, cuando un área del negocio crece repentinamente y requiere con urgencia aumentar las capacidades de almacenamiento, procesamiento o red, ya no hay que esperar por cotizaciones, aprobaciones ni ordenes de compra. Los recursos se aprovisionan de inmediato con unos cuantos clics de teclado. ¿Puede haber algo más sexy en TI?.”