No es un misterio que el Samsung Galaxy S4 esté en boca de muchos usuarios que quieren actualizar su celular. Un smartphone que antes de su lanzamiento ya era codiciado por millones debido al gigantesco esfuerzo promocional de los coreanos, donde su publicidad aparece hasta en los consejos sobre perros de César Millán. También lo es por su innovación, ya que incorpora una variedad gadgets que lo hacen sentir a uno en medio de una piñata llena de dulces y juguetes listos para la diversión.

 

Dicen sus creadores que es un dispositivo de ‘nivel aspiracional’, y tal parece que lo es, ya que mucha gente le echa el ojo cuando uno lo saca del bolsillo. Otros se atreven a afirmar que es el ‘iPhone killer’, pero no hay tal. He estado probando intensamente por dos semanas el Galaxy S4 y aunque es un dispositivo muy veloz y atractivo visualmente, no es muy diferente a otros modelos del segmento alto del mercado.

 

Lo primero que llama la atención es su pantalla de 5 pulgadas que tiene una altísima resolución Full HD de 1.920 x 1.080, la cual produce una buena luminosidad y es un poco más grande que la de su antecesor –el Galaxy S3- que tiene 4,8 pulgadas. Debido a su tecnología Súper AMOLED, tiene la tendencia a saturar los colores, lo cual le da un aspecto poco natural a las imágenes. Viene fabricada con Gorilla Glass, un tipo de material que previene contra rayones y raspones (y de pronto contra caídas).

 

Su cámara de 13 megapíxeles, que produce imágenes con buen balance de blancos y tonos enriquecidos y bien definidos, es superior en prestaciones y calidad a la del iPhone 5 que viene con 8 megapíxeles. La característica de doble pantalla funcionó bien, pero no le encontré mucha utilidad, salvo para hacer video conferencias y mostrarle a los demás el lugar donde me encontraba.

 

Debido a que su construcción es de plástico, da la sensación de que se va caer de las manos. De hecho, su panel trasero es bastante resbaloso ya que su acabado es demasiado brillante y no da lugar a movimientos en falso. Aunque nunca dejé caer el aparato, siempre tuve en mente que podía irse al piso en cualquier momento. Menos mal que su bajo peso de 138 gramos ayuda a enfrentar la gravedad.

 

Sin embargo, y a pesar de las duras criticas por el uso masivo de plástico, me parece que este es un tema secundario, ya que prefiero un dispositivo plástico con un buen fierro bajo su capó, que uno en aluminio, pero lento y aburrido.

 

Y en esto sobresale el S4, ya que su procesador quad core (4+4) a 1.6 GHz y sus 2GB en memoria RAM lo convierten en uno de los más veloces y eficientes teléfonos disponibles. En la prueba AnTuTu –un indicador de rendimiento utilizado como punto de referencia de la industria- se ubicó en primer lugar por encima de todas las marcas premium incluyendo al HTC One, Sony Xperia Z y LG Optimus G.

 

Trae una batería de 2600 miliamperios, capaz de soportar un buen uso de aplicaciones, videos, fotos, email y navegación durante el día sin tener que andar con un cargador en el bolsillo. En las pruebas realizadas, dejé reproduciendo videos de forma continua con carga completa hasta que la batería se agotó. Duró 7 horas y 30 minutos. Como generalmente uno no tiene un smartphone para reproducir solo videos, la batería puede durar mucho más, ya que la pantalla es la principal fuente de consumo.

 

Después de un par de semanas, encontré que esta batería brinda una autonomía superior a otros modelos de la misma gama como el HTC One y el iPhone 5. Las tareas fueron rutinarias: navegar por la web 1 hora, escuchar música un par de horas, chatear por Whatsapp, tirar unas 10 fotos, hacer dictados de voz a texto y ver un par de videos. En una jornada de ocho horas y llegando a casa por la noche, la batería aún conservaba entre un 20 a 25% de su carga.

 

Ahora bien, a la hora de dormir, el Galaxy S4 entra realmente en modo de hibernación y conserva casi toda su carga restante, algo indispensable cuando uno olvida ponerlo a cargar por la noche.

 

Algo para mejorar es su recargada interfaz de usuario que trae demasiadas opciones de configuración y menús que pueden abrumar al usuario y hacen de su manejo algo muy complejo, incluso confuso, cosa que lo diferencia kilométricamente del iPhone 5.

 

Encontré algunas aplicaciones estándar de Android que fueron duplicadas en el S4 y que ahora aparecen con nuevos íconos y más efectos, pero que al final cumplen la misma función.

 

Me gustó que Samsung se haya preocupado por incorporar un montón de innovadoras características como Air View y Air Gesture, que reconocen el movimiento de las manos y dedos para moverse entre las pantallas, fotos y contenidos sin tener que tocar el cristal. Smart Pause es otra función que detiene automáticamente la reproducción de un video cuando dejamos de mirar la pantalla.

 

Un punto débil es el sonido, que proviene de un altavoz mono ubicado abajo en la parte trasera. Como por lo general uno sostiene el teléfono desde abajo, pues el sonido queda tapado y suena como si fuera una caja hueca. Este es un punto negativo en el que tienen que trabajar los coreanos para enfrentar al Sony Xperia Z o al HTC One, que brindan mayor potencia y calidad de sonido.

 

Para quienes no se conforman sino con lo último en tecnología y gadgets, el Galaxy S4 parece ser el camino correcto, ya que trae casi todos los juguetes móviles disponibles. Estamos frente a un dispositivo con pocos inconvenientes, pero cuya curva de aprendizaje es muy lenta y su cantidad de funciones y minucias hace que los usuarios deban dedicarle tiempo y esfuerzo para dominarlo.

 

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