¿No es muy loco aventurarse a construir un hotel 3 estrellas a 190 km de Villavicencio? El operador de Best Western explica sus razones.


Carlos Márquez, Director Asociado de Stanzia. (Foto Orlando Gómez Camacho).

Que una cadena internacional abra un nuevo hotel en Colombia no tiene nada de raro, pero que el destino seleccionado sea a 190 kilómetros de Villavicencio, es otra cosa.

Les hablo del Best Western Puerto Gaitán, el primer hotel de una cadena hotelera internacional en establecerse en el departamento del Meta, específicamente en la región del Manacacías, una especie de paraíso inexplorado al que se le considera la puerta de entrada a la Orinoquía y fuente de inmensos recursos agrícolas.

A pesar de que la bonanza petrolera en el departamento del Meta ha estado a la baja durante los últimos años, la región de Puerto Gaitán es una promesa en materia agrícola e industrial gracias a los cultivos de caña de azúcar y palma africana. Esta última pasó de tener 800 hectáreas (ha) sembradas a cerca de 22.000 ha en los últimos 10 años, un crecimiento del 2.500%.

Además, su población se cuadruplicó al pasar de 4.500 habitantes (en los 90) a 17.310 en 2005, con proyecciones a 18.792 a 2017.

“Puerto Gaitán pasó de ser el pueblo más pobre del meta –con calles destapadas, sin electricidad ni agua potable en los hogares-, a convertirse en una potencia  agroindustrial”, destaca Carlos Márquez Bernal, Director Asociado de Stanzia, la operadora local de Best Western, un holding con 4.200 hoteles en 100 países, que ya tiene dos hoteles en Bogotá (Plus 93 Park Hotel y Calleja Suites), uno en Santa Marta y otro más en Duitama, Boyacá.

 

DESTINO TURÍSTICO Y DE NEGOCIOS

¿No es muy loco aventurarse a construir un hotel 3 estrellas en una región tan remota?, le pregunté a Márquez Bernal. “La explosión poblacional, unida a la elevada demanda de alojamiento, produjo que –ante la ausencia de hoteles-, muchas casas de familia fueran adecuadas como hospedajes informales que dan servicio a más de 7.000 habitantes considerados como población flotante”

El empresario reafirmó su tesis indicando que: “El avistamiento de delfines rosados, el senderismo y la navegación por el río Manacacías son atracciones magnéticas para el ecoturismo. Súmele los mega-criaderos de cerdos, la industria maderera y los cultivos de maíz, plátano y yuca… es un coctel muy deseable para cualquier hotelero”.

Además, Puerto Gaitán hace parte del bloque Caño Sur Este, un campo petrolero ubicado al oriente del departamento del Meta, que cuenta con 10 pozos activos explotados por Ecopetrol, una actividad que atrae a cientos de viajeros de negocios.

 

INVERSIÓN: USD3.6 MILLONES

Con cinco pisos de altura, la torre hotelera tuvo una inversión de $3.6 millones dólares. Queda en plena calle 18 con carrera 9a, a 250 pasos del arco amarillo, el símbolo del municipio. Son 4.000 metros cuadrados que dan acceso a 63 habitaciones, 37 de ellas de categoría ‘estándar’, 19 superiores y 7 suites, que dan empleo a 35 personas.

Está enclavado en Flor Amarillo Ciudadela de la Altillanura, un complejo urbanístico de 16 ha que integra edificios multifamiliares, un parque industrial de 290 lotes, el Centro Comercial Majagual (de 30.000 metros cuadrados) y torres de oficinas.

Cuenta con piscina al aire libre, salones de reuniones y gimnasio. “Todos ellos, servicios pensados en profesionales y ejecutivos que visitan permanentemente a Puerto Gaitán para realizar negocios”, continúa el ejecutivo.

Está enclavado en Flor Amarillo Ciudadela de la Altillanura, un complejo urbanístico que integra edificios multifamiliares, un parque industrial de 290 lotes, torres de oficinas y el Centro Comercial Majagual.

Lleva apenas dos semanas de operación, por lo que aún no se sabe cuál es el índice de ocupación; aun así, Márquez Bernal es optimista: “En enero de seguro tendremos un 40% de ocupación”. Una cifra realmente ambiciosa, pero que puede estar jalonada por el Festival de Verano Manacacías, una actividad de tres días que solo el año pasado atrajo a más de 70.000 turistas.

La noche cuesta $120.000 ($42 dólares) por habitación (incluye desayuno), un costo mayor a los $70.000 ($24 dólares) en promedio que cobran otros hoteles portogaitanenses como el Campestre San Manuel, el Ganadero, o incluso el Manacacías (Booking los clasifica sin estrellas).

“Fijamos un punto muy alto en calidad. Ninguna oferta en Puerto Gaitán dispone de agua caliente en la ducha, colchones y lencería premium, pantalla plana y conectividad WiFi”, recalca Carlos Márquez. “Sabemos que los pioneros debemos hacer un esfuerzo enorme, pero esta región está madura y lista para aceptar estándares mundiales de hotelería. Es una misión conjunta entre gobernaciones, alcaldías, transportistas, agencias y proveedores. Todos construyendo país alrededor del turismo”.

Sus palabras hacen recordar a Nivari, el primer hotel de Best Western construido en una ciudad intermedia en Colombia: Duitama.

Puerto Gaitán le sigue los pasos como el primer destino ‘llano adentro’, algo que puede marcar una tendencia en la industria hotelera nacional, que se ha concentrado en las grandes ciudades, dejando de lado destinos exóticos, agroindustriales y de naturaleza exuberante como Puerto Gaitán y la región sur del río Meta.