En los edificios digitales, los dispositivos conectados convergen en la red IP para comunicarse entre sí, recopilar datos accionables e impulsar la eficiencia.

Juan Pablo Borray, Panduit.

La masiva digitalización, el cuidado del medio ambiente, la salud y el cambio generacional, están transformando como nunca antes la industria de la construcción, al punto que hoy por hoy es más dinámica y competitiva.

El contexto actual exige que los edificios de oficinas se adapten a la nueva normalidad y el trabajo híbrido. Es un escenario en el cual los espacios cerrados con cubículos de muro a muro han sido sustituidos por ambientes abiertos, ventilados, flexibles y divertidos, donde cada vez más dispositivos de automatización y seguridad convergen en las redes de datos

Es cuando surge una pregunta común: ¿Los edificios existentes pueden convertirse en digitales? “Sí, es posible”, responde convencido Juan Pablo Borray, gerente de desarrollo de negocios para Latinoamérica de Panduit.

“La única característica que hace que un edificio digital sea diferente de cualquier otro es la interconexión de sus sistemas. Por lo tanto, es lógico que si se desea asegurar y optimizar el rendimiento de esos sistemas, se necesite una infraestructura que respalde esa interconexión”, asegura Borray

 

“La única característica que hace que un edificio digital sea diferente de cualquier otro es la interconexión de sus sistemas”.

 

Partiendo de esta definición, es necesario analizar los sistemas actuales del edificio y definir cuáles se van a interconectar. Algunos de estos sistemas pueden ser: iluminación con base en IP, monitoreo ambiental, control de aire acondicionado, automatización de edificios, administración de energía, seguridad IP y control de acceso, entre otros.

Empecemos por el principio, ¿Qué es un edificio digital?

Es aquel en el que todos o muchos de sus subsistemas (comunicaciones, seguridad, acceso, audio y video (AV), iluminación y control de incendios, entre otros) están conectados a la red IP. Se comunican entre ellos, intercambian información relevante y generan eficiencias. Está compuesto por el hardware (cableado, comunicaciones, cámaras, puntos de acceso) y el software requerido para controlar dispositivos, adquirir información y monitorear en tiempo real lo que pasa en cada una de sus áreas.

¿Qué beneficios aporta?

Al ser capaces de obtener información en tiempo real, es posible monitorear todas las variables antes mencionadas. Esto permite determinar el uso de los espacios, mejorar la productividad de sus ocupantes (cambios en la iluminación y ambiente en general) y optimizar el uso de los recursos que utiliza. Las ventajas de un edificio digital van mucho más allá del ahorro de energía y las operaciones optimizadas del edificio. Para muchas organizaciones, su verdadero beneficio es una experiencia más satisfactoria para el cliente y una mayor productividad de sus colaboradores.

 

“Para las organizaciones, el verdadero beneficio es una experiencia más satisfactoria para el cliente y una mayor productividad de sus colaboradores.”

 

 

¿A qué tipos de infraestructura aplica este concepto?

A todas las infraestructuras que funcionen con el protocolo IP como base. Esto es: plantas de manufactura, instituciones de educación, centros comerciales y hospitales, entre otras.

Hoy en día lo más común es tener múltiples protocolos de comunicación, dependiendo del sistema del que estemos hablando. La tendencia es que todo vaya hacia IP por los beneficios mencionados y la interoperabilidad entre ellos.

¿De qué manera incide un edificio digital en la productividad?

El edificio digital busca ofrecer un espacio donde las personas quieran estar. Esto, a su vez, hace que las personas sean más productivas, se sientan parte de la organización y estén orgullosas de la empresa donde trabajan. Se destaca la interacción entre sistemas que actualmente son independientes. Esto es, por ejemplo, conectar el sistema de video vigilancia con el de control de acceso y el sistema contra de incendios En caso de que se presente una situación, su trabajo coordinado facilitará minimizar los efectos del fuego, ubicando su origen y aislándolo de la mejor forma posible.

¿Cuál es la diferencia entre construir un edificio tradicional y uno digital?

Un edificio tradicional se diseña sin pensar en los beneficios que la tecnología puede traer a sus ocupantes o visitantes. Los espacios serán los mismos, pero los servicios más reducidos y trabajarán de forma independiente. Puede ser más barato en términos de construcción e inversión. Sin embargo, su mantenimiento requerirá más recursos (de personal, por ejemplo) y por consiguiente, será más costoso de operar. En un edificio digital la inversión inicial será mayor, pero los costos en términos de funcionamiento y mantenimiento serán mucho menores. Asimismo, será un edificio que está preparado para las nuevas tecnologías y resultará atractivo para clientes y usuarios.

“El edificio digital busca ofrecer un espacio donde las personas quieran estar.”

 

¿Cómo atiende Panduit este segmento en Latam?

Nuestro ecosistema incluye distribuidores en cada país, empresas certificadas de integración/instalación y otras compañías aliadas. También comprende compañías de ingeniería y consultoría, que ayudan a diseñar las redes con todo lo necesario para soportar los requerimientos actuales y futuros. Además, disponemos del programa Partner One Panduit, que incluye beneficios, incentivos y capacitación para nuestros canales de integración e instalación.

 

¿Cómo lograr que las firmas constructoras incorporen en sus proyectos a las construcciones inteligentes?

Todo parte de entender el papel de la tecnología y la infraestructura, como base para que todos los sistemas funcionen correctamente. Es necesario saber que no todos los productos son iguales, que el precio está ligado a la calidad, que no todas las soluciones están preparadas para soportar aplicaciones como PoE (Power Over Ethernet), o alimentación eléctrica a través de una red Ethernet, y que quien haga la instalación debe estar entrenado y avalado por el fabricante para que los productos funcionen, según fueron diseñados.

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