La industria de la construcción enfrenta el desafío de adoptar la digitalización como ruta correcta para estimular la recuperación económica. Entrevista a Luis Herrera, de Procore.
La expansión de la pandemia tuvo un efecto directo y negativo en la industria de la construcción. Pausa de proyectos en curso, alargue en el inicio de nuevas obras y reducción de las inversiones previstas, tanto privadas como públicas.
A pesar de la contracción sufrida por el sector en 2020 —con una contribución del -1.8% a la variación de -6.8% de toda la economía nacional— según cifras del Dane, el lado positivo es que la construcción tiene mucho potencial para estimular la recuperación.
Esto es gracias a la posibilidad para crear puestos de trabajo y el apoyo a la transformación del sector con innovaciones en sostenibilidad y digitalización, asegura Luis Herrera, director de negocios de Procore para Latinoamérica.
Luego de un año larguito de pandemia ¿Cómo está la industria de la construcción?
El sector construcción en América Latina y el Caribe representa una parte importante del gasto en inversión pública y una fuente significativa de empleos. Según el BID, en promedio, los países latinoamericanos invierten el 28% del gasto total en infraestructura pública de transporte y el 19.7% en construcción de viviendas y de servicios comunitarios tales como redes de suministro público de agua y alumbrado eléctrico. Además, según Camacol, se estima que entre el último semestre del 2020 y el 2022 se generarán 300.000 nuevos puestos de trabajo directos y 420.000 indirectos, una cifra que nos deja ver que es sector está en condiciones de recuperarse y apoyar la reactivación económica.
¿Cuál es el reto más grande al que se enfrenta la industria?
Quizás el mayor reto a nivel regional está en la adopción de la tecnología y de soluciones innovadoras. La construcción es una industria compleja donde la fuerza laboral es móvil y descentralizada, la dinámica de las partes interesadas es muy exigente y el cambio es constante. También, muchas veces abundan los datos, pero no se recopilan o se capturan en varios sistemas de forma aislada lo cual se convierte en una barrera para analizarlos eficazmente, conectarlos y darse cuenta de su valor.
Pareciera que la adopción de tecnología es el cuello de botella…
Hasta hace unos años, la adopción de tecnología en este sector, especialmente en el lugar de trabajo, se vio limitada por la falta de Internet, Wi-Fi, conectividad y dispositivos móviles. Pero gran parte de la industria de hoy todavía se basa en métodos heredados de gestión de proyectos, como papel, correo electrónico, fax y software en las instalaciones. Estas herramientas no fueron diseñadas para abordar las necesidades únicas, en tiempo real y, a menudo, de colaboración remota. Como resultado, los retrasos en los proyectos, el reproceso, los problemas de seguridad y cumplimiento y los sobrecostos son comunes.
Entonces ¿Cómo aporta la tecnología?
El coronavirus ha acelerado el avance de la industria de la construcción, lo que hace que la digitalización sea necesaria, al tiempo que destaca la necesidad de conectar a las partes interesadas del proyecto en el sitio, fuera del sitio, en todos los procesos y en todo el mundo en una sola plataforma. Para aquellos que ya utilizan la tecnología de la construcción, la crisis ha impulsado la expansión de esta y seguramente los ha puesto en una posición de ventaja ante sus competidores.
Ilustrenos con un ejemplo…
Por ejemplo, hace unos meses mientras los equipos del proyecto se dieron cuenta de la necesidad de una mejor comunicación y gestión en las obras, en Procore trabajamos con nuestros clientes para encontrar oportunidades que hicieran que la comunicación entre el campo y la oficina fuera más fluida y colaborativa para mantener a los equipos del proyecto en el buen camino, incluso mientras se encontraban en lugares remotos. En el reporte global que publicamos acerca de tecnología en la construcción, los encuestados mencionaron la palabra comunicación 548 veces, lo que pone en evidencia el papel que esta acción tuvo especialmente para manejar la crisis. Asimismo, el 89% aseguró tener procesos más estandarizados en todos sus proyectos, lo cual les ha ayudado a manejar mejor los tiempos y evitar riesgos. Por eso, a medida que el sector trabaja en medio de la pandemia, las herramientas tecnológicas se han vuelto más esenciales que nunca para mantener la productividad en medio del distanciamiento social. Las plataformas digitales se pueden aprovechar para aumentar, o incluso reemplazar por completo, una variedad de tareas diarias que tradicionalmente no se adhieren a los procedimientos de distanciamiento social. Pueden remodelar completamente, las evaluaciones de salud y la entrega de documentos desde el campo hasta la oficina administrativa.
Comparado con otras industrias ¿Qué tan digitalizada la industria?
Según el McKinsey’s Industry Digitization Index, este es uno de los sectores menos digitalizados en el mundo, después de la agricultura y la caza. El retraso en la productividad de la construcción le significa a la economía de América Latina y el Caribe unos USD$50.000 millones al año. Además, el sector gasta la mitad en TI en comparación con el promedio de todas las industrias. Y aproximadamente el 96% de toda la información recopilada a través del papeleo, en los campos, correos electrónicos, mensajes de texto y teléfonos no se utiliza.
Muchos países están apostando fuertemente en los Modelos de Información de Construcción (BIM) ¿Cómo ve su aplicación local?
El BIM es una herramienta digital con mucho potencial, en Procore la utilizamos porque les permite a los clientes mayor colaboración, eficiencia, ahorro y conexión. De acuerdo con la Estrategia Construcción 2025, la adopción de esta metodología en los proyectos de construcción tiene el potencial de generar un 33% de ahorros en costos, un 50% en plazos y un 20% de aumento en la productividad, adicional a los beneficios en mejora de trazabilidad, calidad y transparencia. En Colombia el gobierno y varias asociaciones están trabajando fuertemente en apoyar esta solución, de hecho, el año pasado en el Encuentro BIMCO 2020 liderado por Camacol y el BIM Forum Colombia se lanzó la Estrategia de Adopción BIM Colombia, que tiene como propósito impulsar la transformación digital del sector de la construcción y se trazó como meta que a 2026 el 100 % de los proyectos de construcción públicos se desarrollen con el software de Modelado de Información de Construcción – BIM.
Finalmente, además de su core business, a qué deben apuntar las constructoras para asegurar su supervivencia?
En este momento las constructoras deben apostarle a la tecnología y a la digitalización de sus procesos. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) los empleados de las empresas de construcción dedican el 35% de su tiempo a actividades «no óptimas», una labor que fácilmente una plataforma digital podría sustituir dejando espacio para tareas más importantes.