Ante el cierre de la Vía al Llano, EasyFly descubrió un filón importante: establecer operaciones permanentes entre Villavicencio y las principales ciudades colombianas.

Alfonso Ávila, Presidente de EasyFly (Foto Orlando Gómez Camacho).


Ya llevamos casi cuatro meses luego del cierre permanente de la Vía al Llano, un horrible fenómeno que ha afectado a todos los sectores productivos del Meta, en especial al turismo, una industria que vive tiempos de inestabilidad ante la ausencia de viajeros que estaban acostumbrados a llegar por tierra.

Aunque la conectividad ya venía siendo servida por Avianca y Satena –y en algunos casos por Wingo-, lo cierto del caso es que los metenses estaban cansados del maltrato tarifario, en especial por parte de Avianca, con absurdas tarifas que podían subir hasta 800 mil pesos por trayecto.

Ante semejante despropósito y para responder a las súplicas del gobierno de conectar con urgencia a Villavicencio con el resto de Colombia, EasyFly decidió abrir a mediados de mayo de este año una ruta temporal hacia el aeropuerto Vanguardia.

“Nos llevamos tremenda sorpresa ya que no sospechábamos que Villavicencio tenía un tráfico tan importante no solo con Bogotá, sino además con Medellín, Cali y Pereira”, confiesa Alfonso Ávila, un profundo conocedor de la aviación comercial que en 1993 fundó AeroRepública y 14 años después a EasyFly.”

“De pura suerte descubrimos que los viajeros que volaban hacia Bogotá, posteriormente compraban tiquetes hacia estas ciudades o hacia Bucaramanga”, prosigue. “Dijimos: aquí hay un mercado por descubrir, un mercado interesante que ninguna otra aerolínea había cubierto.”

Fue entonces cuando se decidió abrir tres vuelos semanales entre ‘Villavo’ y Medellín. Les fue tan bien, que en la primera semana de operación salían dos aviones llenos (50 pasajeros cada uno) desde la capital paisa.

La situación no fue diferente con Cali, Bucaramanga, Neiva y Pereira, operaciones que abrió posteriormente.

Hoy, luego de su ingreso al Llano, EasyFly cuenta con 34 vuelos diarios (llegadas y salidas) entre las seis ciudades y Villavicencio.

 

OCUPACIÓN DEL 90%

La cosa ha sido tan buena en estos trayectos, que los niveles de ocupación sobrepasan el 90%, «Esto posicionó a Villavicencio como uno de los destinos con mayor rentabilidad para la compañía”, remarca el ejecutivo.

Es que, desde el cierre de la vía, EasyFly ha transportado a cerca de 160 mil pasajeros en 3.500 vuelos. Solo en agosto, transportó a 55 mil viajeros que tomaron más de 1.000 vuelos desde y hacia Villavicencio.

Desde el cierre de la vía, EasyFly ha transportado a cerca de 160 mil pasajeros en 3.500 vuelos. Solo en agosto, transportó a 55 mil viajeros que tomaron más de 1.000 vuelos desde y hacia Villavicencio.»

Son decisiones tomadas con una mezcla de solidaridad y olfato comercial”, revela Ávila al indicar que -aunque EasyFly le ayudó al gobierno y a los viajeros a aliviar la crisis por el cierre de la vía-, también lo hizo pensando en que no sería una iniciativa temporal, algo que se refleja en la contratación de 25 nuevos empleados entre agentes de servicio al pasajero, auxiliares de plataforma y despachadores.

 

RESPALDO AL LLANO

De hecho, durante la conferencia de prensa de hoy en el Hotel Estelar de la capital metense -donde Ávila fue ovacionado por comerciantes, hoteleros, periodistas y autoridades locales-, la aerolínea anunció que los servicios continuarán, independientemente del estado de la carretera. “Sabemos que el tráfico aéreo entre Bogotá y Villavicencio podría reducirse hasta en un 50% luego de la apertura de la vía, sin embargo, mantendremos como mínimo cuatro vuelos entre ambos destinos una vez se habilite el paso vehicular”.

Además, se ampliará la oferta en las rutas Cali-Villavicencio-Cali y Bucaramanga-Villavicencio-Bucaramanga con hasta cinco servicios semanales los lunes, martes, miércoles, jueves y sábado con aviones de 42 pasajeros (ATR 42).

El espaldarazo de EasyFly al Llano es un verdadero ejemplo de compromiso con la región, primero, por convertir a Villavicencio en un destino aéreo; segundo, por conectarla a destinos que hasta hace poco eran impensables y tercero, porque a 2022 quiere convertir a la capital del Meta en un gran hub de los Llanos Orientales que conectará definitivamente a Arauca, La Macarena, Puerto Carreño e incluso Puerto Inírida y Mitú con el resto de Colombia, algo que definitivamente traerá progreso y desarrollo a esas regiones tan apartadas.

¡Largo aplauso!


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