Una ciudad que vibra con energía y creatividad. Así es la Panamá de hoy, que florece como epicentro multicultural y de progreso.


La tendencia de los hoteles por impulsar la cultura local, las artes y los hitos arquitectónicos se basa en un profundo reconocimiento de la importancia de estas expresiones para enriquecer la experiencia del huésped y brindarle una conexión más auténtica con el destino.

Hace tiempo que los hoteles se dieron cuenta de que los viajeros modernos buscan mucho más que un simple lugar para descansar; quieren sumergirse en la historia y la identidad cultural del lugar y comprender su idiosincrasia natural. Y también probar de ella.

“Es que apoyar la cultura local no solo beneficia a los visitantes, sino que también tiene un impacto significativo en la comunidad y en la preservación del patrimonio cultural”, aseguró Maite Ulloa, directora de ventas y marketing, JW Marriott Panamá, una propiedad que se ha convertido en el punto de partida para explorar y sumergirte en la autenticidad panameña.

 

Todo inicia en el lobby del hotel. En sus pasillos —y también en las habitaciones— la cultura es el hilo conductor. Cada rincón es un tributo a la estética. Obras de reconocidos maestros tales como el panameño Pascual Rudas, la artista plástica argentina Gisela Gaffoglio o el escultor guatemalteco Luis Carlos (1952-2020), convierten al JW Marriott Panamá en una inmensa galería de arte. Cada pieza allí es una expresión de talento y creatividad que va en línea con la icónica arquitectura y diseño de la propiedad.

Lobby de JW Marriott Panamá.

Extramuros la cosa no es diferente, pues muchas organizaciones se han preocupado por poner a Panamá en el mapa cultural del mundo. Una de ellas es la Red de Museos y Centros de Visitantes que —bajo el mando de Amanda Destro, su presidenta— logró  reunir a más de 50 instituciones, entre museos, parques arqueológicos, bibliotecas y centros de ciencias. Algo inédito en Panamá.

HERENCIA Y ECONOMÍA CREATIVA

“Nuestra función no solo fortalece la economía creativa, sino que además genera empleo en el sector y fomenta el orgullo de las comunidades alrededor de su herencia como pueblo”, dijo Destro, quien destacó la función del JW Marriott Panamá: “Al colaborar con museos y actividades culturales, los hoteles contribuyen a la promoción y conservación de obras de arte, artefactos históricos y tradiciones locales”.

La vena artística y de diseño brotan en el istmo, pues además de imperdibles como el Museo de la Mola —un bellísimo espacio que resalta la tradición textilera de la etnia Guna— o el Parque Natural Metropolitano, la ciudad ha venido modernizándose en infraestructura. La Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Tocumen o la espectacular Cinta Costera —un proyecto de 26 hectáreas ganadas al mar con 10 carriles vehiculares, 8 parques, 5 gazebos y una ciclovía— son ejemplos sorprendentes de ese progreso.

BIOMUSEO Y CANAL: IMPERDIBLES

El Biomuseo es —de lejos— el mayor tesoro cultural y científico de la nación. Diseñado por el renombrado arquitecto Frank Gehry, este espacio ubicado en la entrada del Canal de Panamá celebra la biodiversidad del país a través de sus diferentes ecosistemas. Allí, aprenderás sobre la fauna y la flora únicas de los bosques tropicales y arrecifes de coral. Una vez finalizado el recorrido, de seguro tendrás mayor conciencia sobre tu impacto en la tierra y la fragilidad de nuestra naturaleza.

Entrada a Biomuseo, por la Calzada de Amador.

A propósito, no puedes irte de Panamá sin antes visitar el majestuoso Canal. Ver los barcos pasar por las esclusas y aprender sobre la historia e importancia de esta maravilla de la ingeniería es evocador y fascinante. Un recordatorio de la grandeza humana y la capacidad de superar los más grandes desafíos.

Exclusas de Miraflores, Canal de Panamá (Foto Orlando Gómez).

La mejor forma de apreciarlo es dirigirte al Centro de Visitantes de Miraflores, una localidad a escasos 25 minutos del Casco Histórico. Una vez allí, alístate para conocer su historia en la voz de Morgan Freeman en una bellísima peli de 40 minutos en formato IMAX 3D.

GASTRO Y ESTÉTICA

La escena gastronómica se ha convertido en parte integral de la experiencia turística en las ciudades y Panamá no es la excepción. Su conexión con el diseño y la estética es evidente. Los restaurantes locales no solo ofrecen platos deliciosos, sino que también presentan creaciones de autor que reflejan la creatividad y la pasión de los chefs.

Uno de ellos es Tántalo, un restorán-rooftop-bar-hotel sencillamente espectacular. Su cocina —en manos del talentoso chef Gabriel Rodríguez— te transporta a una sinfonía de sabores que cautivan. Culinaria exótica, ingredientes naturales, diseño y magia, ¡mucha magia! Emanan de allí.

Gabriel Rodríguez, chef de Tántalo (Foto Orlando Gómez).

“Nos hemos convertido en una verdadera galería culinaria en la cual nuestros visitantes no solo pueden apreciar los increíbles sabores, sino también la presentación artística de los platillos en un festín de posibilidades”, aseguró Ángel Vergara, director de marketing de Tántalo.

DISTRITO MODA

Una de las próximas experiencias del mainstream cultural en Panamá será el Distrito Moda Diseño, una esperada galería ubicada en el antiguo Bazar Francés, en Santa Ana, que estará colmando de tiendas de diseñadores, mobiliario, orfebres y textileros.

“Cada creación contará una historia que refleja la pasión e ingenio de los diseñadores locales”, me aseguró Patrizia Pagan de Paganis, miembro de la Cámara de la Moda y Diseño de Panamá (CMD).

Patrizia Pagan de Paganis, miembro de la Cámara de la Moda y Diseño de Panamá (Foto Orlando Gómez).

Este espacio no será solo una galería de exhibición de productos. De hecho, estará habilitado de forma permanente para entidades culturales, talleres, estudios fotográficos y —algo vacano— un restaurante bar de época que conectará lo artístico, lo conceptual y lo histórico.

COCINA ORGÁNICA

JW Marriott Panamá no se queda atrás en la intersección diseño-cultura-culinaria. En los fogones, su chef ejecutivo Jonathan Campos, ha convertido a la propiedad en un referente de la ciudad. Su curiosidad lo ha llevado a perfeccionar la cocina local a través de la investigación de ingredientes ancestrales combinados con técnicas internacionales.

Chef Jonathan Campos, el precursor de los fogones en JW Marriott Panamá.

“Nuestra intención es brindar un enfoque holístico para el bienestar”, asegura Campos. “Para lograrlo, nos hemos asociado a artesanos de la comunidad, agricultores orgánicos y pescaderías sostenibles. El resultado: cocina fresca y auténtica, con grandes rasgos artísticos”.

A fe que lo ha logrado. En Masi —el restaurante del piso 13— ofrecen Tamal de Arroz con Pollo ahumado en leña de nance y acompañado de tapenade de aceitunas negras y alcaparras. US$18. En pescados, puedes optar por el Mero de 240 gramos cocido en hierro por US$26 o irte por la Pesca del Día, coronada por cebolla y pimentón salteados, U$22.

Azul, el restaurante-bar del pool side, tiene varios clásicos: Tacos de Pesca Estilo Baja (US$14), Alitas de Pollo; Arroz Marinero, US$23; y Fish & Chips, US$18. Si buscas más antojos, no dudes en pasar por el novísimo JW Market —adyacente al lobby— para un tasting panameño de cafés combinados con chocolate artesanal (US$20).

Vista desde el Restaurante Azul (Foto Orlando Gómez).

“Tip: Un antojo recurrente de Panamá son las empanaditas de carne, pollo o queso. Pídelas calientes con un buen café local.”

 

PANAMÁ VIEJO Y CASCO     

Siempre inmaculados, siempre imperdibles. Panamá Viejo y Casco Viejo representan la más viva historia de esta ciudad en la cual sus edificaciones y plazoletas te transportan a otras épocas. Considerado uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes de Centroamérica, la arquitectura de Panamá Viejo refleja la influencia colonial fusionada con elementos indígenas y africanos.

 “TIP: ¡No dejes de subirte al campanario de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción!”

Panamá Viejo y la nueva ciudad se funden en el horizonte (Foto Orlando Gómez).

Por su parte, el Casco Viejo —también llamado Casco Antiguo— es una mezcla fascinante de estilos arquitectónicos, del neoclásico al art decó e incluso neogótico. Todos, creando una atmósfera única y enloquecedora.

Fachada del Museo del Canal Interoceánico de Panamá (Foto Orlando Gómez).

“Tip: Vete a Plaza Francia a buscar artesanías y pregunta por rarezas tales como el sombrero pintao, las molas y las placas vehiculares en desuso”.

“Explorar los museos, culinaria y centros de diseño son una forma extraordinaria de conectarte con Panamá y comprender su rica historia y valores”, finalizó Maite Ulloa. “Las excursiones organizadas por JW Marriott Panamá son un componente esencial de la experiencia local, permitiendo explorar nuestra autenticidad tanto gastronómica, como de diseño y arte que —de seguro— ampliarán tu conocimiento y aprecio por este hermoso país”.

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