Uno de los mayores problemas que enfrenta la transformación digital es la forma de aprovechar la inmensa cantidad de datos que se genera en los dispositivos de uso diario conectados a internet.

Cafeteras digitales, parlantes controladores, cámaras con reconocimiento de rostros, bombillos wifi y hornos digitales. Los hogares comienzan a llenarse de cosas conectadas.

La situación no es diferente en la calle, donde un festín de cámaras de tráfico comparte espacio con semáforos inteligentes, sistemas de vigilancia online, sensores de velocidad y vehículos conectados.

Y qué decir de los lugares de trabajo. Sitios atestados de dispositivos, sensores y controladores que producen datos a lo loco. Datos que –sin importar la fuente- deben ser procesados, analizados y aprovechados.

Para 2017, Gartner calcula en 8.4 mil millones las cosas conectadas en todo el mundo. Ese número subirá a 20.4 mil millones en 2020. Una cifra realmente asombrosa que está impulsada en gran parte por el segmento de consumo (63%), seguida por las aplicaciones transversales para negocios.

 

INTELIGENCIA EN LOS EXTREMOS

“La inteligencia está en el borde”, declara Ricardo Rodríguez Vásquez, director general para Colombia de Hewlett-Packard Enterprise, a quien conocí durante una conferencia de prensa que realizó el fabricante en Cartagena la semana pasada.

“En el pasado la inteligencia del negocio se realizaba en el centro de datos”, deja caer Rodríguez. “Hoy sucede en la periferia. Es allí donde ocurren los eventos y es allí mismo donde la información debe ser utilizada sin que pase por el datacenter.”

¿En la periferia? Resulta paradójico que un reconocido vendor como HPE diga esto, especialmente porque buena parte de sus ingresos proviene del negocio de centros de datos.

Sin embargo, luego de escuchar al ejecutivo, la propuesta cobra sentido.

“De nada sirve capturar la información en un dispositivo IoT, transmitirla al datacenter y guardarla por años para luego analizarla. La información solo es útil y relevante cuando se aprovecha en tiempo real.”

Al referirse a la ‘periferia’ Rodríguez da en el blanco sobre un asunto crucial a la hora de gestionar el maremágnum de datos proveniente de la Internet de las Cosas (IoT): La información solo es útil y relevante cuando se aprovecha en tiempo real. “De nada sirve capturarla en un dispositivo IoT, transmitirla al datacenter y guardarla por años para luego analizarla”, argumenta a manera de jalón de orejas para aquellos CIO que aún siguen procesando datos de la manera tradicional.

 

BIG DATA & IOT

En palabras simples, las empresas deben ser capaces de gestionar y analizar la data en el momento y dispositivo donde se genera, y eso es precisamente el ‘borde’. Este enfoque no solo abarata los costos de gestionar la IoT, sino que vuelve eficiente el análisis de grandes datos (Big Data) sin necesidad de usar la infraestructura del datacenter.

Para aprovechar la analítica de Big Data y la IoT en la periferia el fabricante se apalanca en las telecom carriers. Por estos días, el caso que más los enorgullece es el de Telefónica en España, que implementó una solución que permite ayudar a las organizaciones a emprender proyectos de Big Data sin invertir en infraestructura.

Por estos lares, HPE ya tiene arraigo en Identidad Technologies, “Una operadora latinoamericana que está preparada para ofrecer Internet de las Cosas como servicio”, afirma William Guerrero Robayo, un ingeniero eléctrico de la Universidad Nacional que ingresó a HPE en 2015 y hoy es el Director Ejecutivo del Portafolio Telco & Media.

Sus expectativas se sustentan en HPE Universal IoT, una plataforma con la cual las operadoras gestionan sus soluciones de IoT con independencia de dispositivos y de proveedores.

“Los servicios de las telcos ya hacen parte de la canasta familiar”, remata Guerrero Robayo. Acto seguido lanza una premonición: “En el camino por mejorar la experiencia final del cliente, las operadoras no solo deben enfocarse en recopilar datos, sino también en validarlos, enriquecerlos con análisis, mezclarlos con otras fuentes y alimentar aplicaciones que aumenten el valor final de los servicios. Ese es el paradigma de la industria”.