¿Viaja con información sensible en su memoria USB? ¿Piensa que cualquiera puede leer sus datos? ¿Siente temor de perder la unidad? Si contestó afirmativamente a cualquiera de las tres, la solución podría estar en un nuevo tipo de memoria externa que viene con teclado físico y se bloquea con contraseña.
Se trata de la Kingston DataTraveler 2000, un gadget con el que habían soñado no pocos de administradores de TI y usuarios que buscaban proteger su información más allá de los simples passwords virtuales.
Debido a que siempre están listos para ser leídos directamente desde cualquier computador, los pendrives tradicionales son extremadamente vulnerables.
Kingston pensó en esto e incorporó no solo un teclado físico, sino también un robusto sistema de encriptación (AES de 256-bits) que blinda el contenido para que sea virtualmente imposible de desbloquear, aún usando métodos avanzados.
DISEÑO ROBUSTO
Con 12 centímetros de largo, es un poco más grande que un pendrive convencional. Esto se debe a las dos filas verticales de botones y a la batería recargable que mantiene en funcionamiento a la unidad.
Su construcción es tan sólida como su seguridad. La tapa y el cuerpo de aluminio anodizado se combinan con una guaya metálica para fijarla –por ejemplo- a un llavero, lo que evita que se pierda fácilmente.
Su construcción es tan sólida como su seguridad.»
Como tiene la certificación IP57, puede resistir el polvo y zambullirse en el agua durante 30 minutos a 1 metro de profundidad.
Tres indicadores LED le ayudarán a introducir su PIN (o una combinación de palabras y números) y a saber si la memoria está bloqueada o en uso.
FÁCIL DE USAR
Aunque a primera vista puede parecer intimidante, lo cierto de caso es que es súper fácil de usar.
Generalmente los dispositivos con cifrado fuerte son complicados de manejar, ya que requieren software especializado de encriptación en cada uno de los dispositivos a los que se conectan.
Con la Kingston DataTraveler 2000 las cosas son a otro precio. El cifrado es gestionado por hardware y no requiere ninguna interfaz, drivers ni herramientas complicadas.
El cifrado es gestionado por hardware y no requiere ninguna interfaz, drivers ni herramientas complicadas.»
Solo hay que introducir el PIN de seguridad y listo. Los datos quedan resguardados con un cifrado de grado militar, prácticamente inexpugnable.
Si Usted digita incorrectamente el password más de 10 veces, el contenido se destruirá y la unidad se restaurará a la configuración original. Algo realmente notable tratándose de una memoria USB.
CLASE EMPRESARIAL Y PERSONAL
A pesar de que el comunicado de prensa dice que estos módulos son la opción perfecta para “dotar a la fuerza de trabajo móvil con una solución de almacenamiento cifrada”, lo cierto es que también pueden ser utilizados por usuarios individuales que valoran mucho la privacidad y seguridad de su información y buscan protección de clase empresarial.
Algo verdaderamente valioso es que se conectan a cualquier computador basado en Windows, Linux y iOS, así como también a dispositivos Android y Chromebooks de Google.
Gracias a que es compatible con puertos USB 3.1, sus velocidades de transferencia son altas: entre 100 y 150 megabits por segundo. Esto significa que un video de 2 gigabytes se transfiere a la unidad en cuestión de segundos.
En medio de estas genialidades, el precio puede ser un obstáculo: la de 16GB vale USD$103, la de 32GB cuesta USD$134 y la de 64GB, USD$176.
Para muchos, es una locura pagar más de 100 dólares por una memoria USB. Sin embargo, una gran mayoría sabe que la buena seguridad tiene un precio alto. La Kingston DataTraveler 2000 viene a confirmar esa tesis.