Nueve poblaciones de la Alta Guajira —región con profundas necesidades— quedaron conectadas por primera vez a internet móvil. El precursor: Claro.
Poropo, Katamana y Siapana son poblaciones casi desconocidas que durante décadas han soportado una pobreza sistemática que muchos comparan como abandono del Estado. Lugares donde no hay alcantarillado y el servicio de agua potable es escaso. Al igual que Castilletes, Puerto Estrella y Bahía Honda, quedan en la Guajira.
Para no ponernos tristes, les cuento que estos 6 poblados —junto a Punta Espada, Cabo de la Vela y Puerto Bolívar— acaban de ser actualizados de 2G a 4G.
¿Qué rayos significa esto? Pues que anteriormente los teléfonos de sus habitantes solo servían para hacer llamadas y hoy sirven para navegar la web, chatear y postear en redes sociales como lo hacemos en casi cualquier otra ciudad de Colombia. Próximamente se estará sumando Nazareth, un pueblito enclavado en el Parque Nacional Natural Macuira, en la Alta Guajira.
“Son 160 mil habitantes de nueve pueblos que quedaron conectados a internet en un esfuerzo sin precedentes, patrocinado y costeado por nosotros”, dice Carlos Zenteno, presidente de Claro.
Además de esta iniciativa, Claro se ha metido de lleno en el programa ‘Escuelas Conectadas’, que pretende ofrecer acceso gratuito a los estudiantes, educadores y directivos de cientos de colegios a nivel nacional que no tienen internet. En 2020, conectó a 18 instituciones en siete departamentos.
El anhelo de Zenteno es darle servicio a internet a otras 53 escuelas este año, es decir, una por semana. Y a fe que puede lograrlo, pues ya conectó a internet fijo a las instituciones educativas No. 2 en Maicao y Livio Reginaldo Fischione, en Riohacha. Estos dos emplazamientos dan acceso a 4.321 estudiantes de la región.
“Esto se suma al esfuerzo que ha hecho la compañía para llegar con cobertura 4G a 15 municipios de La Guajira, cubriendo el 100% de las cabeceras municipales del departamento”, aseguró el directivo durante un encuentro con la prensa.
Los habitantes de Riohacha, Albania, Barranca, Fonseca y Manaure ya pueden navegar desde sus celulares, al igual que la gente de Uribia, Hatonuevo, Urumita, Dibulla, Distracción, El Molino, La Jagua del Pilar, Maicao, San Juan del Cesar y Villanueva.
La estrategia es conectar cada vez más y más poblaciones rurales para abarcar zonas alejadas y unir las comunidades indígenas, veredas y corregimientos a la red móvil 4G e internet fijo de Claro.
“Estamos seguros que una Colombia conectada tendrá más equidad y oportunidades de progreso para todos”, finalizó Zenteno.
La conectividad 4G es un salto cuántico para la Alta Guajira. Tuvieron que pasar más de 15 años para que el internet móvil llegara allá. Un logro realmente significativo. ¡Aplausos a Claro!