México va por buen camino en la recuperación del turismo como industria relevante en la captación de divisas. Este año quiere subir al 7° puesto mundial.

Tianguis Turístico 2022 (Foto: Sectur).


“No podemos seguir considerando al número de visitantes como factor principal para medir a nuestra industria”, fueron las palabras del Secretario de Turismo de México, Miguel Torruco en la instalación del 46 Tianguis Turístico, un mega evento que congrega esta semana a casi 20 mil visitantes en la ciudad de Acapulco y que sirve de barómetro para el sector.

La base correcta es la derrama que dejan”, prosiguió el funcionario. ¡Con toda razón! Pues de poco sirve tener miles de visitantes que gasten poco. De ser correcta la ecuación de Torruco, el turismo en México dejaría ingresos por $24,250 millones de dólares (mdde) a final de 2022.

“La reactivación y recuperación del sector están ocurriendo de una forma más rápida”, dijo. “Las expectativas de este año, con el arribo de 40 millones de turistas internacionales –que será 25.6% superior el año pasado- dejará una derrama de casi el 100% comparada con 2019”.

Cifras geniales por donde se miren. Es que México es un ejemplo de recuperación. A pesar del declive producido por el avance del Covid-19 y gracias a los protocolos de bioseguridad establecidos, el país remontó como uno de los destinos favoritos internacionales.

Tanto así ya ocupa la segunda posición como destino más visitado, después de Francia.

Es un comportamiento traccionado por el vasto patrimonio turístico, que está integrado por 35 sitios reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Además, México ostenta 132 Pueblos Mágicos, 193 Zonas Arqueológicas, casi 1.500 museos y 15.000 kilómetros de costas.

Esto ha dado lugar a una explosión de turismo post-cuarentena, algo que le infla el pecho a Torruco, ya que el turismo volvió a posicionarse como el gran filón de la economía mexicana al grado que para este año representará el 8.3% del PIB nacional, según cálculos de la cartera.

Las expectativas son ultra positivas al punto que se prevé que el consumo promedio por persona sea de $379.8 dólares, un 6.1% superior a 2021.

Por supuesto, la hotelería avanza a un ritmo similar y se estima una ocupación de 54.3% para este año, es decir una recuperación de 12.9 puntos porcentuales comparada contra el año pasado. Algo realmente significativo, luego la debacle vivida en 2019 y 2020.

Entre las piezas claves de la recuperación están las políticas gubernamentales para sostener al sector tales como dejar las fronteras abiertas durante la pandemia y permitir que cualquier turista arribe al país sin importar si está a no vacunado.

Ahora bien, el ejecutivo fue insistente en que la actividad debe –sí o sí- extenderse a la geografía mexicana y no solo en seis plazas tradicionales que no representan a todo el territorio y evitan la inclusión social.

“Buscamos que los 235 destinos de vocación turística, en los cuales se desarrolla 90% de la actividad en el país sean foco de atracción a los ojos de los vacacionistas; estamos haciendo esfuerzos en diversificar mercados”, remarcó.

Evelyn Salgado Pineda, gobernadora del Estado de Guerrero, también estaba brincando de la dicha, pues durante este Tianguis Turístico se concertaron 65.758 citas de negocios, algo que rompió los records de ediciones anteriores.

Las intenciones de todos son ambiciosas: que el país genere nuevos nichos de mercado para turistas de amplio poder adquisitivo con productos y experiencias autóctonas de cada región para aumentar el ingreso de divisas.

¿El resultado esperado? Reposicionar a México como la potencia que era en turismo mundial. A fe que lo está logrando, pues el país ya casi está cerca de lograr los niveles pre-pandemia. Se espera que 2023 sea el año definitivo de la consolidación.


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