La industria de las telecomunicaciones es un sector que se transforma todos los días. Sus diversos cambios regulatorios y el ambiente de continua convergencia que se respira a nivel mundial contrasta con precios a la baja, la tendencia a ‘comoditizar’ los servicios y la exigencia de mayores anchos de banda que permitan gestionar las toneladas de datos que surgen de clientes empresariales y usuarios individuales.
Como pocos ejecutivos Latinoamericanos, Héctor Alonso ha estado en los lugares y momentos indicados de esta compleja industria. Por más de 23 años en el negocio, ha tenido la oportunidad de ver de cerca estos cambios, primero en Impsat Fiber Networks, donde fue COO, CFO y presidente para Colombia; luego en Global Crossing, y desde 2011 en Level 3 Communications, donde actualmente ocupa el cargo de Presidente Regional para Latam y El Caribe.
Alonso recuerda que la apertura del mercado y la desregularización de esta industria ayudo a finales del siglo pasado a desarrollar inversiones y operaciones que excedían los territorios locales. Fue así como las barreras nacionales se derribaron y la tendencia de la globalización llegó a los operadores, quienes en los últimos años han encontrado en el segmento enterprise la base de sus ingresos.
¿Por qué concentrarse en el sector empresarial?
Porque es el que genera la dinámica de la demanda y crece a una tasa de doble dígito a nivel mundial. En Latinoamérica crece más que en cualquier otra región.
¿Cómo visualiza a las telcos en 2020?
Definitivamente el proceso de consolidación de la industria continuará. En ese camino habrá un cambio de regulación que le permitirá a las operadoras de telefonía ingresar al mundo de los medios y viceversa. Es ahí donde los operadores de cable jugarán un rol preponderante en los próximos años para ayudar en este proceso. Veremos redes cada vez más redes inteligentes y definidas por software que eliminarán la necesidad de tener tanta inteligencia en los extremos. Ah, y otra cosa: la revolución móvil seguirá siendo tan importante como ahora.
Las redes definidas por software que Usted menciona son un factor habilitador para brindar ‘todo como servicio’ (as-a-service). ¿Cuál es su visión de este concepto?
Son avances de la tecnología. Lo que se busca con este concepto es que las redes sean cada vez más simples. Resulta que –con la cantidad de quipos de red- a los departamentos de TI les resulta cada vez más difícil y costoso hacer actualizaciones, montar nuevas plataformas de procesamiento, agregar nuevos dispositivos, mejorar el hardware y planear sus operaciones. Es aquí donde la visión tecnológica del software definido en la red y no en los dispositivos permite simplificar las operaciones, facilitando la conectividad y el mantenimiento de las redes. Esto reduce dramáticamente los costos y las cargas de trabajo de los departamentos de TI.
Dicen que la movilidad es la ‘nueva internet’. ¿Usted qué opina?
Si claro. Si miramos la evolución de las redes de telefonía fija comparadas con las redes de telefonía móvil encontramos un parámetro importante de cómo está evolucionando el mercado. Hoy por hoy, los dispositivos son cada vez mas inteligentes y tienen la capacidad de procesar mas información; las empresas, por su parte están empujando para que los empleados ya no tengan un lugar fijo de trabajo, sino que laboran desde múltiples sitios, en diferentes horarios y en diversas formas; la industria ha entendido y es así como los dispositivos móviles están en cada vez más lugares,. Todo esto hace parte de un círculo virtuoso que apunta a que la movilidad sea un elemento central para el crecimiento de las redes.
El problema central que debe abordarse es la seguridad, dados los altos volúmenes de información que circula en las redes.»
Ese crecimiento de la red se va a multiplicar con la Internet de las Cosas, donde la data del consumidor aumentará exponencialmente…
La verdad es que todos los datos pasarán por las redes. Eso incluye dispositivos móviles, fijos, Internet de las Cosas, y videos, entre otros. Pienso que la Internet de las Cosas avanzará a una velocidad probablemente mucho más rápida de lo que se imagina la industria; de hecho, en la actualidad hay un montón de dispositivos presentes en nuestras vidas que aún no los clasificamos como Internet de las Cosas, pero pertenecen allí. Quiero precisar en que el problema central que debe abordarse es la seguridad, dados los altos volúmenes de información que circulan en las redes.
Ok, abordemos la seguridad. Muchos vendors ven a la seguridad como una solución de software, otros como una solución basada en hardware, algunos como una solución desde la red. ¿Cómo debe enfrentarse este problema?
Puede que haya varias hipótesis. Creo que la forma de abordarlo es como lo hacemos nosotros. Lo voy a poner en términos directos: no hay ninguna empresa en el mundo que pueda manejar la seguridad como lo hace Level 3, y me explico: por nuestra red circula el 50% del trafico IP mundial, con lo cual los ataques que se producen a nivel global no se realizan ‘al lado’ del dispositivo donde sucede el incidente; no es el ‘señor de al lado’ el que está buscando hackear una página. Los ataques provienen desde cualquier lugar del mundo. Entonces, la única manera de contener efectivamente un ataque es tener acceso a todos los lugares donde se genera, eso incluye revisar el tráfico en la mayor cantidad de lugares donde pasa la data.
La cual pasa por sus redes…
Exacto. En la medida que la red tiene mayor cantidad de ojos en todo el mundo para analizar el tráfico que viene, así mismo tiene mayor habilidad para detectar los ataques. Esto nos da una mayor capacidad de aprender los patrones de ataque para determinar con mayor precisión y mayor velocidad cuándo se produce la amenaza. En la medida que nuevos ataques se produzcan, nuevos ataques se aprenden.
¿Dónde se aprende?
Bueno, los ataques que se producen en Colombia, por ejemplo, ya se produjeron probablemente en otros lugares. Si uno tiene la habilidad de poder filtrar y entender esos ataques alrededor del mundo y manejar estrategias de detección de esos ataques que son semejantes a otros, entonces es posible proteger de manera más efectiva cualquier intento de violación. Caso contrario sucede con los dispositivos perimetrales (firewall), con los cuales uno nunca sabe cuándo va a explotar un ataque, de pronto en 15 minutos, en 15 horas o en 15 días. Entonces, creo que la habilidad de entender y detectar el ataque en el lugar donde se genera y no donde está destinado es el enfoque correcto. Nosotros filtramos los ataques en la red, no en los clientes. Filtrarlos en la red nos permite manejar mayor cantidad de trafico puro.
Esta expansión de las redes ha propiciado el concepto de ‘ciudades inteligentes’ ¿Qué piensa de ellas?
Las ciudades inteligentes tienen tanto de ancho como de largo. Hay gente que dice que una ciudad es inteligente porque las plazas públicas tienen internet gratuito; otras, que porque han implementado una serie de innovaciones. Por mi parte, no hay una definición precisa de una smart city. Lo digo porque algunas ciudades que se autodenominan así lo hacen a partir de una determinada cantidad de parámetros, mientras otras que también dicen ser inteligentes lo hacen desde una distinta cantidad de parámetros; también hay algunas que no se denominan nada, pero tienen una cantidad de infraestructura que permite que sean definidas como inteligentes. Sea cual fuere su denominación, hay tres parámetros sin los cuales es imposible hablar de una ciudad inteligente: primero, penetración de banda ancha en los hogares, pues no concibo ciudades inteligentes donde la mayor cantidad de las casas no tengan acceso a internet. Segundo: la infraestructura de los gobiernos municipales, que le permita a los ciudadanos utilizar los servicios y mecanismos participativos mediante una conexión en red; tercero, plataformas digitales empresariales, mediante las cuales los clientes, proveedores y empleados hacen uso de los servicios dispuestos.
Hablando de conectividad a hogares, el gobierno colombiano informa que hay 1,300 municipios conectados; sin embargo, la conectividad solo llega hasta la cabecera o hasta la biblioteca pública…
Por algo hay que empezar. Yo creo que el Plan Vive Digital de MinTIC es un modelo para la región y el país va bastante más adelante que otros planes de conectividad en Latinoamérica. Colombia es un líder natural en acciones del sector público para cerrar la brecha digital. Obviamente siempre hay mucho más por hacer, ya que el tamaño de la brecha es grande. Pero me parece que Colombia ha avanzado en la dirección correcta.