El nuevo Reinassance Panamá City parece ser el punto de partida para explorar lo local sin clichés.

Lobby del Renaissance Panamá con su icónica escalera (Foto Orlando Gómez).


¿Qué pasaría si pudieras ver la ciudad a través de los ojos de tu hotel? En todo el mundo, muchos hoteles parecen ser solo lugares de paso, desconectados del entorno que los rodea. Algunos más son indiferentes a que te conectes con lo que realmente hace único a un destino. Es como hospedarte en un lugar sin raíces, donde la conexión con el destino se pierde.

 

Sin embargo, el Renaissance Panamá City rompe este molde al brindarte una visión auténtica del vecindario. Ya sea que busques recorrer sus más de 30 museos, disfrutar de su connotada escena gastro o simplemente perderte en sus calles llenas de historia, este hotel puede ser tu punto de partida.

 

Hasta principios de 2024 este hotel era una propiedad independiente que operaba bajo el nombre de Continental; luego, los propietarios decidieron unirse a la familia Marriott e iniciar un rediseño para que coincidiera con la marca Renaissance, famosa por su buena vibra y sus atmósfera premium sin pretensiones(*).

Rodeada de follaje natural, la pisicina del Renaissance Panamá nos recuerda la inmensidad del Istmo (Foto Orlando Gómez)

Su rediseño refleja el público al que atrae: moderno, relajado y chic sin esfuerzo. Una vez en el lobby sientes como si hubieras ingresado en un salón de diseñador listo para Instagram: obras de arte de artistas contemporáneos, follaje inspirado en el Istmo y una singular escalera curva de herrajes antiguos que conecta con las áreas sociales.

 

EXPERIENCIAS LOCALES

Todo ha sido pensado para evitar los clichés de muchos hoteles premium, esta vez sin gamuzas, gobelinos ni terciopelos extravagantes. Su enfoque tiene más que ver con algo que los viajeros piden a gritos: experiencias locales.

 

Por ‘local’ no me refiero al país en sí mismo, sino al vecindario donde se asienta el hotel: la barriada de Obarrio, una joya elegante repleta de rascacielos y complejos residenciales frente al Océano Pacífico, perfecta para escapadas tropicales de compras, buena comida y vida nocturna.

Una vuelta a la esquina del Renaissance Panamá City puede revelar una fachada vieja que esconde una galería contemporánea digna de Nueva York, un mega casino estilo Las Vegas o la estación del metro Iglesia del Carmen, que en 45 minutos te conecta con el Aeropuerto de Tocumen.

Callejuela peatonal en la Panamá colonial.

A 20 minutos está el Casco Antiguo con sus calles llenas de nostalgia,  donde lo histórico y lo moderno se entrelazan. Balcones coloniales que hoy son coctelerías minimalistas con música en vivo. Mercados tradicionales que albergan festivales de arte urbano y proyecciones al aire libre.

Contraste entre la Panamá vieja y moderna (Foto Orlando Gómez).

Esas combinaciones inesperadas presentes en las grandes capitales también están aquí, en Ciudad de Panamá. Y el Renaissance lo sabe bien: ha convertido esta dualidad en parte de su esencia para posicionarse como “el lugar donde puedes inspirarte en lo inesperado”, según declara su gerente general, Demetrio Maduro.

NAVIGATOR: TU PUNTO DE PARTIDA

Bien sea desde un rooftop con vistas al skyline panameño o en una conversación casual con el ‘Navigator’ que te asesora hacia una actividad que no tenías en tus planes, “el Renaissance Panamá City te invita a explorar sin guion, dejando espacio para la sorpresa”, prosigue Maduro.

El lobby del Renaissance Panamá, luego de su renovación (Foto Orlando Gómez).

Sus palabras cobran sentido, especialmente por el Navigator, un experto local —que atiende en un escritorio adyacente al lobby— cuya función es similar a la del conserje, pero con una comprensión mucho más profunda acerca de las actividades disponibles en la ciudad.

 

BUSCANDO INSPIRACIÓN

Eso incluye treparte a más de 150 metros de altura hasta el Mirador de Cristal del POIN Panamá, donde el Pacífico y el horizonte se funden en una plataforma de pisos y muros de vidrio. Una vez allí, sientes que flotas sobre el paisaje urbano mientras observas la vida fluyendo bajo tus pies.

Si eres de los arriesgados, puedes lanzarte en el Zipline que cruza entre dos rascacielos, tocar el cielo en el columpio más alto de Panamá o vivir una emoción extrema inclinándote al borde del edificio.

Pasemos a los fogones, donde también fluye la inspiración por cuenta de otra musa: Lila, el restorán del hotel, tan fresco como descomplicado, tan natural como sorprendente. Allí, la connotada escuela del chef peruano Carlos Valderrama —quien ha dedicado extensas jornadas a crear platillos que resaltan la cultura local— se combina ingeniosamente con ingredientes panameños y técnicas internacionales.

Salmón en fideos de arroz (Foto Orlando Gómez)

¿El resultado? Una exquisita carta donde los Ceviches con Cebollín, el Lomo con Papa Nativa y el Mondongo Criollo son los predilectos. También lo es el Guacho Tradicional con Cerdo, un tributo a la cocina panameña que fusiona arroz caldoso con trozos jugosos de cerdo y un sofrito cargado de un sabor muy panameño. “Reconfortante y lleno de tradición”, recalca Valderrama, “El guacho es el ejemplo perfecto de cómo los ingredientes más simples pueden transformarse en una experiencia culinaria”.

solicitada en el restaurante Lila.

DESAYUNOS RECARGARDOS

Si así son las cenas, algo parecido sucede con los desayunos. Puedes pedir Huevos Pericos, panecillos hechos en casa y hasta  Salchicha Confitada, Cerdo Asiático y el omnipresente Ramen, que ha evolucionado de ser un platillo asiático popular a un ícono culinario adoptado por los locales con entusiasmo.

Creación magistral del chef Carlos Valderrama (Foto Orlando Gómez)

“Es que en Panamá, el ramen no es solo una sopa, sino una experiencia gastronómica”, narra Valderrama. “Desde caldos ricos en umami hasta fideos artesanales, hemos fusionado los ingredientes tradicionales japoneses con toques de mariscos frescos del Caribe y sutiles influencias criollas”.

Arroz con leche en hoja de plátano y antorcha de canela (Foto Orlando Gómez)

El bar Jota’s sigue esa misma línea. Desde los Electric Shots que combinan sabores inesperados con un toque de adrenalina, hasta los cocteles artesanales a base de ron panameño, los sabores y puestas en escena de la mixología en el Renaissance Panama City desbordan en creatividad.

Y hablando de mixes, cuando visites Panamá no te puedes perder Geisha Experience, un lugar que fusiona galería de arte, degustación y museo, y que eleva el café a la categoría de obra maestra. Aquí puedes explorar los secretos del codiciado Geisha, desde sus raíces en las tierras volcánicas de Chiriquí hasta su preparación con precisión milimétrica, todo mientras disfrutas de una jornada que mezcla historia, sabor y mucho estilo.

Variedades panameñas de café Geisha (Foto Orlando Gómez).

Panamá es una ciudad que nunca deja de sorprenderme y el nuevo Renaissance Panamá City hizo que fuera más fácil lanzarme a descubrirla a mi propio ritmo sin dejar de sentirme conectado con lo local.

 

Su renovación es un verdadero ejercicio de diseño visionario: más allá del cambio de nombre, los propietarios y diseñadores hicieron del Renaissance Panamá City un destino en sí mismo, conectándolo de manera orgánica con la vida y el carácter del vecindario, justo para aventurarnos como si fuésemos locales. ¿Quién dijo que un hotel no puede ser tu guía en la ciudad?

(*) Por invitación a un viaje de familiarización en el destino de Marriott International.

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