Alquimia del café, duchas al aire libre y empanadas mirando al infinito. El Retiro, en Antioquia, sorprende en cada esquina y en cada ladera. ¿Ya fuiste?
Las montañas en El Retiro sobresalen por su exuberancia y verdor.
En El Retiro, un poblado del oriente antioqueño, la vida pasa más lento. Tal vez sea por la majestuosidad de sus montañas, de pronto por el aroma a café que impregna el ambiente, o quizás por su singular nombre. Sea cual fuere la razón, realmente es una chimba estar allá. Ya pasaron dos semanas larguitas luego de mi primera visita y la verdad, hace falta volver.
Para los paisas, El Retiro es casi como un barrio de Medellín ya que queda a escasos 38 minutos de su cabecera, saliendo por la Avenida de Las Palmas. Si vuelas desde Bogotá, la mejor forma de llegar es por Satena, que aterriza directamente en el centro de la ciudad.
¿CÓMO LLEGAR?
Volar por Satena tiene sus ventajas. Por un lado, es la única aerolínea que acerca a los habitantes entre Bogotá y Medellín directo al aeropuerto Olaya Herrera. Esto no solo evita tiempos de desplazamiento sino además gastos innecesarios en traslados.
Y por otro —como Medellín es el segundo hub de operación— la aerolínea puede conectarte con más de 25 vuelos a destinos como Apartadó, Quibdó, Tolú, Bahía Solano, Nuquí y por supuesto, Bogotá.
Fui invitado junto con un grupo de periodistas a conocer por tres días este mágico destino. Llegamos tempranito, a las 6 de la mañana y nos fuimos a desayunar al primer recomendado: El Pensil de la Abuela, donde vende el famoso queso paisa en hoja de bijao. Una sobresaliente apología al ricotta italiano servido sobre una arepa antioqueña.
Aunque parezca raro al desayuno, debes pedir —sí o sí— fríjoles con arroz, huevos pericos, chicharrón y arepa, acompañados de chocolate caliente. ¡imperdible!. Tip: llévate un paquete de 10 arepitas paisas por $6.000.
¿DÓNDE HOSPEDARSE?
La primera sorpresa llegó en forma de burbuja, literalmente. Te hablo de BubbleSky, un mega glamping enclavado en la vereda Don Diego, que no tiene habitaciones sino burbujas transparentes que te dan una visión de casi 360 grados sobre las montañas de la cordillera central.
Volar a El Retiro con Satena evita tiempos de desplazamiento y gastos innecesarios en traslados.
Las burbujas están instaladas sobre un deck de madera en plena falda de la montaña a donde llegas subiendo por escaleras serpenteantes. Además de la burbuja encuentras un jacuzzi para 2 personas, baño con ducha al aire libre, asador BBQ y asoleadoras, así como un imponente mirador donde solo se escuchan las aves y el viento.
Glamping burbuja en BubbleSky (foto: BlubbleSky).
Pasar la noche allí es alucinante, por decir lo menos. Una vez apagas la luz, el infinito se presenta ante tus ojos con la inmensidad del cosmos y sus estrellas. ¿Para qué televisor si la mejor pantalla es el universo?
Todos los servicios están más que descontados. Lobby bar con bebidas premium, spa ultra-relajante, senderos naturales para trekking y escalada, y room service completo, entre muchos otros. El cuento con BubbleSky es tan asombroso que le voy a dedicar un próximo post.
Si lo que buscas es hospedarte en el centro, hay dos opciones interesantes: La Antigua, una pintoresca casona con muebles de época a una cuadra del parque principal y La Liebre, una propiedad cálida e informal con solo 3 habitaciones y una panadería artesanal de origen francés donde encuentras baguettes, brownies y cinnamon rolls que te harán el día. Tip: pide los famosos waffles de buñuelo con frutos rojos. No te defraudarán.
Lobby del Hotel La Liebre en El Retiro, Antioquia.
BubbleSky: ¿Para qué televisor si la mejor pantalla es el universo?
¿QUÉ COMER?
Los guarceños son gente cálida, trabajadora y espontánea. Don José Escobar y su esposa Marina —caficultores y propietarios de la finca Las Tres Palmas en la vereda Nazareth— son fiel reflejo del guarceño: llevan en su sangre los ancestros campiranos para enseñarle al mundo cómo se produce el mejor café, desde la delicada siembra y recolección hasta la trilla, tostión y preparación. Una alquimia que se repite todos los días en este fértil territorio.
Será tan bueno el café de allí que los guarceños compiten entre sí en el concurso Calidad Origen El Retiro. Este año el premio se lo llevó Café en Alto, un suave de la finca El Dinamo cultivado a 2.600 metros de altura en la vereda Tabacal. Un café que sabe a campo, a ancestros, a calor humano. La libra cuesta $25 mil. No puedes irte sin probar una taza.
Vista desde las montañas que rodean la vereda Nazareth.
La gastronomía en El Retiro se ha vuelto afamada al punto que ya existe un ‘corredor vial’ que funciona como ruta culinaria para explorar la cocina local e internacional. Son siete etapas que incluyen los mall Terrasa 8, La Fe, Puerto Madero, San Miguel y Carabanchel así como los sectores de Don Diego y La Fe.
Una ruta recomendada es hacia Pantanillo, al sur. Por el camino encuentras montones de fondas y tiendas que tienen algo en común: además del infaltable mecato, invitan a contemplar la inmensidad de El Retiro desde terrazas y miradores. Tip: detente en el mirador de la curva El Reversadero y pide un plato de empanadas por $10 mil.
Ya entrados en gastos, pásate por Katar Gastro Bar, por la vía hacia La Fe, un restorán donde el chef Camilo Pat te invita a degustar uno de los mejores pargo rojos: a la brasa y en tártara de pulpo y quinoa, acompañado de un cogollo de col europea. Tip: de salida pide un mousse de chocolate al 70% y granita de maracuyá con lecherita.
Pargo rojo a la brasa en tártara de pulpo y quinoa, en Katar Gastro Bar.
Si buscas complacer tu indulgencia con comida local, La Cantaleta No. 2 es el sitio. Un mega quiosco al lado de la carretera con el chicharrón más famoso de la región: un carnoso manjar, crocante y jugoso con arepa, limón y ají por $22.000. Aguanta para dos personas.
¿QUÉ HACER?
Con 21 veredas esparcidas en 244 kilómetros cuadrados es casi imposible aburrirse. Además de caminatas por sus bellísimas calles adoquinadas, hay un sinfín de actividades que incluyen avistamiento de aves, visita a la Casa Museo y Senderismo. Veamos.
Puedes irte en bici hasta Los Miradores en un recorrido de tres paradas hasta la Cascada Los Chorros. Organizado por el Club Correcaminos y el Instituto Municipal del Deporte y Recreación (Imder), este plan viene con puntos de hidratación, show de tostión artesanal de café y muestras culturales. Si sientes que no puedes terminar el recorrido, ¡tranqui! hay carro escoba y chiva de regreso. Valor $20 mil.
Detalle artesanal de la ebanistería guarceña en marcos de ventanas, balcones y puertas.
La alcaldía, al mando de Nolber Bedoya, ha hecho un esfuerzo ejemplar en llevar la cultura a las masas. Uno de sus más icónicos programas es el regreso de las tradicionales Retretas Musicales en las cuales más de 65 músicos de la Banda Sinfónica —tanto infantil y juvenil como de mayores— se presentan gratis en tarima y tocan por 3 horas o incluso más.
65 músicos sinfónicos se presentan gratis en tarima y tocan por 3 horas o más.
El plan es vacanísimo ya que las bandas alternan con grupos invitados y tanto la rotonda del parque como su plazoleta y calles aledañas se vuelven un festín que invita a la celebración al compás de clarinetes, saxos, trombones y flautas. El primer sábado del mes a las 6 pm.
Las ebanisterías de El Retiro son de obligada visita. Es madera convertida en arte, dice Darío Gómez, propietario de Muebles de Oriente, quien sorprende por el diseño y exquisitez en la finalización de muebles para el hogar.
No podía faltar la cabalgata por caminos rurales. Paseos a lomo para disfrutar la vegetación, hacer turismo contemplativo y reencontrarte con la naturaleza en medio de bosques nativos, cultivos de mora, tomate de árbol y —por supuesto— de café.
El potencial turístico de El Retiro es enorme, no solo por su riqueza cultural, ancestral y ecológica, sino también humana. Pocas veces se combina la naturaleza, la infraestructura, la variedad de climas y el don de gentes en solo lugar.
Un paraíso enclavado entre un sinfín de montañas donde la vida definitivamente pasa más lento.
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