En esta temporada de compras decembrinas, el mercado de tabletas Android se ha convertido en un campo de batalla donde docenas de modelos similares se enfrentan por precio; sin embargo, es difícil encontrar productos que realmente valgan la pena.
En medio de esa muchedumbre digital, hay unas cuantas tabletas que sobresalen por su innovación y desempeño; una de ellas es la Lenovo Tablet Yoga 2 (10.1” Android) que estuve probando por dos semanas. Les comparto mi experiencia…
Se trata de la sucesora de la Yoga 10 que evalué en Enero de este año y de la cual heredó gran parte de su diseño, como su famoso soporte giratorio que permite acomodarla en diferentes posiciones incluyendo un novedoso ‘modo de colgar’ para guindarla de cualquier tornillo o saliente que encontremos por ahí. Con este artilugio, es fácil colgarla del espaldar de la silla del avión o del gancho para sartenes en la cocina.
Pongo estos ejemplos, ya que Lenovo quiere que usemos la Yoga Tablet 2 en actividades cotidianas como la preparación de recetas culinarias, el seguimiento a instrucciones de bricolaje o la asistencia en compras mientras estamos en el supermercado.
Tal versatilidad es posible gracias al borde cilíndrico que –además de alojar la batería, el botón de encendido, la ranura de audífonos y los altavoces- permite sostenerla con comodidad con una sola mano sin temor a que salga volando.
Sin embargo, esa flexibilidad tiene su costo, ya que con 619 gramos, la Lenovo Yoga Tablet 2 es significativamente más pesada que la Apple iPad Air 2 (437 gramos) y que la Samsung Galaxy Tab S 10.5 (467 gramos).
Sin titubeos
En sus entrañas encontramos un robusto procesador de cuatro núcleos fabricado por Intel (Atom Z3745) que corre a 1.86 GHz y brinda la suficiente potencia como para navegar con varias pestañas desplegadas y múltiples ventanas abiertas sin siquiera tartamudear.
Aunque durante las pruebas no experimenté ningún retraso al cambiar o lanzar aplicaciones, si noté un sobrecalentamiento súbito de la tablet al ver videos largos desde YouTube; aún así, la temperatura está lejos de ser un problema, por lo que es posible apoyarla con seguridad sobre las piernas.
Algo que me gustó de inmediato es que puede elegirse en dos sistemas operativos (Android 4.4.2 KitKat o Windows 8.1), algo inusual en el mercado; sin embargo, el modelo con Windows cuesta más (COP$932,900) que con Android (COP$599,000).
En materia de conectividad viene con Wi-Fi de banda dual, Bluetooth 4.0, lector de tarjetas microSD (para ampliar el almacenamiento hasta 64GB) y un conector microUSB para datos y energía. No es compatible con tecnología NFC, pero hay una versión lista para redes de cuarta generación (4G LTE).
Pantalla oleofóbica
Su pantalla de 10.1 pulgadas (hay un modelo de 8”) produce negros profundos, buenos colores y buen nivel de detalle incluso al leer documentos o textos web con fuentes tipográficas pequeñas. Se trata de un panel Full HD de 1920 x 1200 píxeles que entrega buenos ángulos de visión y viene revestido con un material oleofóbico que evita que las huellas digitales queden marcadas en el vidrio.
Como en el modelo anterior, las cámaras están ubicadas en sitios incómodos, por lo que su operación supone todo un desafío: la cámara trasera -de 8 megapíxeles con enfoque automático- está en una esquina del cilindro, mientras que la delantera (de 1.6 MP) está colocada arriba a la izquierda, lo que dificulta encuadrar las videollamadas y selfies.
El enfoque automático y el sensor de la cámara principal es bastante bueno para una cámara de una tablet. Viene con un montón de modos de escena, efectos de color (incluyendo Mono, Sepia y Negativo) y varias configuraciones para ajustar el brillo, el contraste y la exposición, entre otros.
Aunque están equipados con tecnología Dolby Digital Plus, sus altavoces frontales JBL producen un sonido bullicioso incluso a un volumen del 70%, lo que impide escuchar música a volumen máximo, ya que se vuelve estridente. Para solucionar este inconveniente, utilicé la aplicación de ecualización incluida y personalicé el sonido con el modo ‘Intelligent EQ’, que produjo mejores resultados.
Batería que aguanta el tiempo
Su batería es de tal capacidad (9600 miliamperios) que me atrevo a decir que Lenovo ha fijado una autonomía épica en la industria. Utilicé la Yoga Tablet 2 de forma moderada por dos semanas encendiéndola todos los días a las 7AM, y al finalizar la jornada (8PM) aún conservaba el 20% de su carga; algo realmente fenomenal para una tableta de 10.1 pulgadas.
Con la Yoga Tablet 2, Lenovo ha fijado un punto alto al proponer un dispositivo potente y funcional con un curioso y ergonómico diseño que se sale de todos los conceptos. Si está buscando una tableta versátil que tenga una pantalla decente y le aguante largas jornadas a un precio moderado, la Lenovo Yoga Tablet 2 es la indicada. En medio de la selva de equipos disponible en las tiendas, esta tablet de seguro le proveerá la mejor experiencia global sin reventar su bolsillo.