Juan Santiago Guzmán, Country Manager Andino, VMware.


Ampliar o reducir la capacidad de forma sencilla para cualquier carga de trabajo, así como proteger y extender la inversión en centros de datos y aprovechar los conocimientos de los equipos involucrados son asuntos que desvelan a no pocos directores de tecnología.

A medida que la nube pública comienza a adoptarse de forma masiva por empresas de todos los sectores, así mismo, los responsables de Tecnología de la Información (TI) han comenzado a buscar nuevas formas de integrarla a sus operaciones. Esto ha resultado en entornos cada vez más complejos.

Como anticipo a lo que sería el entorno digital actual, Pat Gelsinger, CEO de VMware, había dicho durante VMWorld 2018 que: “Las organizaciones requieren una infraestructura consistente, operaciones consistentes y al mismo tiempo reducir la complejidad y el riesgo”.

Pues bien, sus vaticinios se han cumplido, ya que –sin importar su industria o su tamaño-, las organizaciones modernas ya no deben preocuparse sobre en qué nube se generan los datos (híbridas, privadas o públicas) o desde qué dispositivo, sino de la infraestructura subyacente, aquella que soporta las operaciones y habilita a los negocios a tener lo mejor de ambos mundos: las nubes híbridas.

En este escenario, VMware ha logrado que cada vez más clientes de su plataforma vSphere se suban a la nube pública gracias a la firma de una alianza con Amazon Web Services que –en palabras del country manager Andino de VMware Juan Santiago Guzmán “Es llevar el centro de datos de VMware a la nube de AWS”.

¿Cómo es eso? Le pregunto a Guzmán, quien hace alusión a un software específico: VMware Cloud, que permite a las organizaciones migrar sus aplicaciones hacia la nube pública y ampliar sus capacidades sin tener que gastar un solo peso en centros de datos.

“Hasta hace poco tiempo, los departamentos de TI luchaban contra un sinnúmero de problemas técnicos y de presupuesto incluyendo conversiones y re-arquitecturas para migrar rápida y fácilmente las cargas de trabajo basadas en vSphere hacia la nube”, dice Guzmán.

Además, para ir a la nube pública hay una limitante: las empresas no pueden utilizar sus aplicaciones directamente en otros entornos de nube. Esto significa que cada nube (incluyendo AWS, Microsoft Azure o Google Cloud Platform) solo puede utilizarse en su propio entorno estándar y bajo sus propios criterios, lo que implica costosas y lentas reconversiones.

“Es por ello que los clientes enfrentan diversas complicaciones a la hora de usar nubes públicas”, explica Guzmán. Acto seguido, justifica su tesis: “A partir de estas limitantes, hemos considerado el tema de la cooperación, en este caso con AWS, que rompe las barreras y permite a los clientes de VMware extender, migrar y proteger sus entornos virtualizados hacia la nube de Amazon sin tener que comprar hardware personalizado.”

 

AWS: 40% DEL MERCADO

Según un reporte reciente de Synergy Research, AWS es líder mundial de nube pública con una participación del 40% del mercado, mientras que los tres siguientes (Azure, Google y Alibaba) representan de forma conjunta el 65% de la cuota.

Debido a que VMware ostenta una de las plataformas de gestión de nube más grande del mundo, la cooperación con AWS no solo puede ayudar a traer grandes clientes, sino que hará crecer la nube pública como una tendencia empresarial.

La cooperación con AWS no solo puede ayudar a traer grandes clientes, sino que hará crecer la nube pública como una tendencia empresarial.

“Estamos en un momento del mercado en el cual las organizaciones pueden aprovechar la nube pública y las ventajas que ofrece VMware sobre AWS a precios razonables facturados por consumo”, finaliza Guzmán. “Así las cosas, las empresas logran dos beneficios importantes: mantienen su infraestructura actualizada y se enfocan más en su negocio”.