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“El optimismo es la fe que conduce al logro; nada puede realizarse sin esperanza.
Helen Keller.

Estudios de la psicología definen el optimismo como la forma para explicarnos los éxitos y fracasos de nuestros días, es ese diálogo interno el que hace enorme diferencia. Experimentos de universidades y empresas han demostrado en los optimistas mejores resultados, porque su actitud es emocionalmente inteligente y a todo le encuentran una explicación de oportunidad y aprendizaje. Por tal razón, tantas personas que nos dejan perplejos, porque creyendo que serán un fracaso, se autorrealizan por su autoeficacia.

Así como sus frases, Helen Keller fue inspiradora, desde muy joven quedó sorda y ciega por una enfermedad, por lo que vale la pena conocer su vida, sus aportes y su gran optimismo. Fue escritora, oradora y activista política, entre otras actividades. Para el aquí y el ahora, para reactivar nuestra economía, debemos aprender a ser optimistas. Sé que nos asombraremos.

Por tal razón, Procultivos ANDI retomó su labor de unir a los apicultores y agricultores. Cumpliendo el protocolo de bioseguridad, volvimos con las jornadas especiales para reconciliarlos, conectarlos y dejarlos en función de la mutualidad de sus actividades, porque la agricultura necesita de la apicultura, y la apicultura necesita de la agricultura. Solo basta activar en ellos las Buenas Prácticas Agrícolas y Apícolas y se convierten en los mejores socios ganando juntos y cuidando las abejas.

Los optimistas nos vamos por el camino de la unión, del bienestar de nuestros productores del campo, de sustituir diálogos internos y externos negativos por positivos y aunque parezca un camino largo, de paciencia y gran dedicación, vale la pena hacerlo, porque da frutos apacibles y ganadores al fomentar las dos actividades.

La narrativa común es devastadora, cuando aparecen los incidentes de nuestras abejas, solo generan divorcio entre los apicultores y agricultores. Los invito a que aprendamos a ser optimistas, empezando por cambiar los diálogos, los relatos, dejemos el “es que”; la queja, la excusa, y cambiémoslos por “sí se puede”, “claro que sí”, “lo lograremos”, “es otro aprendizaje, para adelante y con más fuerza”.

En fin, unamos a los agricultores y apicultores, si no lo hacemos por ellos, entonces hagámoslo por el bienestar propio, como asegurar la alimentación de nuestra familia. Lo único cierto es que los necesitamos juntos porque todos nos necesitamos.

El poder está en decidir ser optimistas, aceptemos este reto, es nuestra decisión.

Nos vemos pronto.

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