El arte de comunicar empieza por conocerte a ti mismo.
La comunicación es uno de los artes más antiguos del ser humano, si así se pudiera denominar. La comunicación es inherente en la humanidad. Desde los tiempos remotos, el hombre ha buscado una forma de expresar sus sentimientos, hechos, pensamiento cultura entre otros.
Nuestros antepasados acudieron por ejemplo a la pintura rupestre y jeroglíficos, para contar su historia. Sin embargo, y pese a que somos eminentemente gregarios por naturaleza, en el tiempo de la era de información y la tecnología, existen grandes retos para comunicarnos de manera asertiva.
Desde que nacemos interpretamos el mundo, de acuerdo a nuestras creencias, experiencias, vivencias y relación con los adultos con los cuales crecimos. Copiamos incluso de manera inconsciente hábitos, actitudes y comportamientos de los adultos que nos cuidaron, educaron, en fin…
Cuando somos adultos, a veces no entendemos ¿por qué nos suceden ciertas cosas?. También creemos que solo nuestra verdad es la única, pero poco nos preocupamos por comunicarnos con nosotros mismos y con los demás. Pensamos que lo que comunicamos es perfecto, que lo estamos haciendo bien. En realidad, en un mundo de interpretaciones es imperante adquirir conciencia.
No obstante, en el día a día, en el mundo laboral, las relaciones de pareja, las relaciones con nuestros hijos, y los demás, las cosas son diferentes.
La mayoría de las situaciones de conflicto, estrés y circunstancias laborales, personales suceden porque no existe una buena comunicación. Se asume, se quiere tener la razón a toda costa, se hacen juicios, se critica, se interpreta de acuerdo a nuestro observador, pero poco se hace conciencia del poder de una buena comunicación.
Comunicar va más allá de lo externo. Empieza por conocernos a nosotros mismos, para comprender al otro. Comunicar tiene que ver con el despertar de la conciencia, la transformación del observador interno, con la forma en que te relaciones contigo mismo, el descubrir tus miedos, creencias limitantes y las interpretaciones sobre la vida que el adulto hizo cuando era niño. La forma como se relacionó con sus padres, en fin…Como en el oráculo de Delfos: “conócete a ti mismo”. Esa es la condición primordial para relacionarse e interactuar con el universo, con los demás y desarrollar empatía. La famosa frase de filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana “Quien no sabe su historia está condenado a repetirla”, es bastante sabia y de transcendencia en estos tiempos modernos.
Luego en el plano externo, está el dominio de la comunicación verbal y no verbal. El 90% de la comunicación tiene que ver con el lenguaje no verbal y apenas un 10% con la comunicación verbal. En realidad, los conflictos en la relación de pareja se presentan por falta de una buena comunicación. Pero insisto para aprender a comunicar con asertividad, primero debes conocerte a ti mismo y eso requiere entrenamiento: Tomar conciencia de ¿quién eres?, ¿cómo te defines a ti mismo? y esto empieza por creer en ti mismo y tener la voluntad de transformar tu vida.Muchas personas no son conscientes de su esencia divina, ni del brillo interior. Actúan pensando en que lo externo, les dará el valor que ellos no se han dado, cuando en realidad, todos los seres humanos valen su precio en oro. No vales por lo que tienes, vales por el solo hecho de existir. ¿Sabías que eres esencial para el universo? . Es verdad, que algunos se desconectan de la divinidad, Pero también son hijos del todopoderoso.
Posteriormente toma conciencia de los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz, sé impecable con tus palabras, cuida lo que dices, y lo que hablas de los demás. No supongas, ten la valentía de verificar, No te tomes nada personal (las creencias de los demás, no son tus creencias, la película del otro, no es la tuya, entonces aprende a actuar con sabiduría) y da lo máximo de ti (haz las cosas con entrega, con honestidad, aprendiendo a valorarte a ti mismo y a los demás) el quinto acuerdo, dice, sé escéptico, pero escucha.
La pregunta del Coach: giovannafuentes@yahoo.com
¿Cómo es tu relación contigo mismo?
¿Sabes comunicarte con tu pareja?
¿Qué haces para aprender a comunicarte con los demás de manera asertiva?
¿Cómo te defines a ti mismo?
¿Qué creencias tienes de ti mismo?
¿Cuáles son las palabras que usas para hablar de ti?Las palabras son el instrumento más poderoso que pueden convertirse un instrumento de doble filo.
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