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Por: CP Iván Rodriguez. Colaborador de Auditool 

Los comités de auditoría asumen cada vez mayores desafíos al cumplir su función. Normalmente interactúan con la alta dirección de las compañías, pero ante la diversidad de riesgos que afectan diferentes ámbitos de trabajo, una opción es recurrir al área o departamento de auditoría, que le puede suministrar una visión al interior y una opinión experta en ciertos temas.

Toda vez que el comité tiene dentro de sus responsabilidades la supervisión de los riesgos, es importante que el área de auditoría reúna las calidades necesarias para ser un buen interlocutor y para satisfacer las necesidades, desde la órbita de su competencia, del comité y de los demás usuarios de la información y reportes que genera.

Por su parte, el comité debe tener una clara comprensión de la función y del alcance del trabajo de auditoría, para que el intercambio de conocimientos y la supervisión pueden llevarse a cabo de la mejor manera.

Un área de auditoría robusta cuenta con un equipo que posee las habilidades adecuadas para desempeñar el trabajo, opera técnicamente y tiene una misión clara de su función. Sus informes son sólidos y tratan asuntos de importancia, en los que se destacan recomendaciones estructurales.

El comité de auditoría, si aprecia que el área de auditoría es sólida, puede adelantar acciones tendientes a fortalecer la posición de la auditoría al interior de las compañías. Para el efecto puede proporcionar apoyo, mediante la participación del director del equipo de auditoría en las reuniones, tanto del comité de auditoría como en el de riesgos y otros equivalentes, mantener sesiones privadas de trabajo, dar a conocer los informes e impulsar las recomendaciones, entre otras acciones.

Una apropiada comunicación e interacción entre el comité de auditoría y el área de auditoría fortalece el esquema de gobierno y contribuye al mejoramiento del sistema de control interno. También potencia la capacidad de la auditoría para agregar valor y ofrecer un rendimiento sólido. Las empresas con esquemas de seguridad armónicos responden de mejor manera a las necesidades y los riesgos del negocio.

Uno de los aspectos fundamentales en la labor de supervisión a cargo del comité de auditoría es el uso de la tecnología. Los actuales y futuros riesgos de ciberseguridad requieren que los equipos de auditoría cuenten con personal capacitado para abordar estos temas. Hay casos en que las habilidades especializadas no puedan obtenerse internamente y sea necesario recurrir a asesoría externa. En ocasiones las empresas actúan internacionalmente y se requiere dominio de lenguas extranjeras y conocimiento de otras legislaciones.

Como respuesta a estas necesidades, los equipos de auditoría han venido adaptando el perfil de sus miembros. Se buscan ahora auditores de nueva generación, con habilidades digitales, apetito por el aprendizaje y facilidad de adaptarse a entornos cambiantes, además de buenas habilidades blandas. No basta el conocimiento de aplicativos o programas específicos, sino que los auditores posean habilidades de pensamiento crítico para analizar e interpretar los datos.

Los comités de auditoría deben evaluar (y fomentar) el uso de la tecnología por parte de los equipos de auditoría.  También deben considerar si en la ejecución del trabajo, se están empleando metodologías ágiles y si brindan respuestas oportunas ante los riesgos cambiantes.

Estas situaciones implican un desafío, tanto para el comité como para el área de auditoría. El comité debe estar más preparado para ejercer una buena supervisión y debe prepararse en aspectos técnicos y el área de auditoría debe enriquecer y fortalecer sus conocimientos y habilidades.

Si bien el área de auditoría informa tanto al comité como a la dirección de la compañía, es necesario conservar la objetividad, así como el rigor técnico en las comunicaciones, enviando mensajes claros, recomendaciones estructurales y posibles de realizar conforme a las circunstancias.

En la medida en que el comité de auditoría y el área de auditoría entiendan las necesidades del otro, la labor de supervisión se simplifica y el aporte a la compañía se maximiza. No se trata de actuar para dar gusto, sino de buscar el beneficio para la empresa en conjunto, en la búsqueda de los objetivos del negocio y del mejoramiento profesional de los miembros del equipo auditor.

 

CP Iván Rodríguez 

Auditor y Consultor, Diplomado en Alta Gerencia de Seguros y Derecho de Seguros. Especialista en Dirección Financiera y Desarrollo Organizacional, Diplomado en Gerencia de la Calidad, Contador Público de la Pontificia Universidad Javeriana, con 20 años de experiencia en diversas empresas. Amplia experiencia en la elaboración y ejecución de auditorías y revisorías fiscales. Dirección y ejecución de asesorías, consultorías y capacitaciones. Colaborador de Auditool

Bogotá DC, Colombia

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