Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia: un llamado a la equidad y la innovación

Cuando vemos que en Colombia solo el 26 % de los investigadores en ingeniería y tecnología son mujeres, según datos de la UNESCO, es inevitable entender que es necesario seguir trabajando en motivar a las mujeres y las niñas a que, si les gusta, no tengan miedo de estudiar carreras que aún, pueden verse más para hombres.  Pero, no todo es negativo, porque a pesar de este desafío, hay ejemplos inspiradores de investigadoras que están transformando la percepción de las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y sirviendo como referentes para las nuevas generaciones.

El impacto de tener modelos a seguir es incuestionable. Las niñas que crecen viendo a mujeres desempeñándose en la ciencia tienen mayores probabilidades de considerar este camino como una opción viable. En distintos laboratorios del país, la presencia de investigadoras se ha convertido en un motor de innovación y desarrollo, inspirando a más jóvenes a explorar el mundo científico.

BASF es un ejemplo de cómo las mujeres están dejando su huella en la investigación. En su laboratorio de Químicos para el Cuidado y su laboratorio de Soluciones para Superficies, donde se desarrollan innovaciones para la industria, la mayoría de los equipos están conformados principalmente por mujeres. «Nos enfocamos en innovaciones que reduzcan el impacto ambiental sin comprometer la calidad. La diversidad en nuestro equipo nos permite abordar los problemas desde múltiples perspectivas y encontrar soluciones más eficientes«, menciona Yamileth Jiménez, profesional en Química y parte del equipo de desarrollo en el Laboratorio de Químicos del Cuidado en Colombia para BASF.

Fomentar la participación femenina en STEM no solo es una cuestión de equidad, sino de impacto real. Estudios indican que los equipos diversos son un 20 % más innovadores y que una mayor participación de mujeres en estos campos podría aumentar el PIB de los países hasta en un 3 %.

Uno de los muchos ejemplos de inspiración es Yeins Palomino, investigadora de BASF Colombia, quien con su trayectoria ha logrado transmitir su pasión a sus hijas. Tanto así que Jannia Palomino, de 18 años, hija mayor de Yeins ha decidido seguir sus pasos y actualmente estudia una carrera en STEM. «Ver a mi mamá trabajar en su laboratorio me ha inspirado a que todas podemos ser parte de la ciencia«, comparte una de ellas. Casos como este demuestran que la inspiración no siempre viene de grandes discursos, sino de pequeños momentos que generan grandes cambios.

Además, la ciencia no solo sucede en laboratorios o con batas blancas. En Ecuador, Ginger Castro, ingeniera agrónoma que trabaja para BASF Ecuatoriana, es un ejemplo de cómo la investigación también ocurre en el campo, donde la ciencia se aplica para mejorar la agricultura y promover prácticas sostenibles. Casos como este amplían la percepción de lo que significa ser científico y abren más posibilidades para que más mujeres se sumen a la investigación en diferentes ámbitos.

Sin duda Colombia necesita más mujeres en la ciencia, y la clave para lograrlo es seguir promoviendo oportunidades, visibilizando referentes y rompiendo estereotipos. Porque, al final, construir un futuro con más investigadoras y descubrimientos también es una cuestión de química.

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