Una teoría de la psicología social señala el error fundamental de la atribución, en la que la influencia es protagonista y minimiza o anula el estudio, la investigación y verificación de los temas. Sobre la regulación para aprobar los insumos que protegen los cultivos agrícolas de plagas, enfermedades y malezas se presenta mucho este error y, por ende, se desconoce o se desprestigia lo que Colombia tiene en la materia.

Aquí información para nuestra verificación y para valorar la regulación que aplica Colombia en la aprobación de insumos insecticidas, fungicidas y herbicidas, entre otros, así como sobre la labor que realizan las autoridades involucradas como son el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y el Instituto Nacional de Salud (INS).

Vale la pena recordar que nuestra agricultura es tropical, tiene diversidad de climas, suelos, plagas, enfermedades y malas hierbas, lo que impone muchos desafíos a los agricultores para producir sus cosechas.

La FAO, la OCDE y el Parlamento Europeo se enfocan en la necesidad de combatir el hambre del mundo y resaltan las pérdidas potenciales de cosechas por cuenta de plagas y enfermedades (por ejemplo, en arroz serían de 80 %, en papa de 60 % y en trigo de 55 %, entre otros cultivos). Por tal razón, su énfasis es el manejo de las tecnologías para que los agricultores cuiden sus cultivos.

Por otra parte, la OCDE y la OMS han revisado el esquema regulatorio colombiano y han resaltado que se basa en estándares internacionales, con una normativa supranacional derivada de la Comunidad Andina de Naciones, la cual inició su vigencia en el año 2005. Esta normativa exige diferentes estudios que se deben presentar para obtener los avales previos a la aprobación del producto, esto son: el ambiental, el de salud y el agronómico, a cargo de la ANLA, el INS y el ICA, respectivamente.

 

Otro dato es que los productos aprobados antes del 2005, con normas diferentes a la internacional (desde los años 60), fueron sometidos a una reevaluación por las tres autoridades, para aprobar aquellos que cumplían con el nuevo régimen internacional. Los demás productos que no cumplieron el nuevo estándar internacional fueron cancelados por el ICA.

Los productos para la protección de cultivos contra plagas, enfermedades y malezas aprobados con registro nacional del ICA son de talla internacional y por eso Colombia no solo atiende la agricultura nacional, sino exporta estos productos a 50 países.

Colombia tiene una regulación reconocida internacionalmente, unas autoridades valiosas que realizan su evaluación y avales ejemplares, así como empresas nacionales y extranjeras que soportan con estudios de muchos años y generosa investigación los productos para la protección de cultivos.

El error de la atribución no puede secuestrar nuestro reconocimiento de lo que tenemos, por ir detrás de demagogias salvadoras que llegan a proponer soluciones de fantasía, como la de cero productos de síntesis química para la protección de cultivos. Sri Lanka ya nos enseñó lo que significa algo así, con la postración inclemente de su agricultura al dejarla sin herramientas para proteger los cultivos de las plagas, enfermedades y malezas.

Colombia con su agricultura, sus tecnologías, su normativa y sus autoridades puede apoyar a combatir el hambre de las personas, el error de la atribución no podrá impedírselo.

Un abrazo.