¿Emprender o no emprender?

Para Brian York, un joven inversionista norteamericano de origen colombiano, que se mueve en el mundo de los capitales de riesgo, el emprendimiento y las nuevas tecnologías, creador de la empresa Liftit.co y quien están hoy dedicado a invertir en start-ups en Colombia, pasar por la universidad no es requisito para emprender con éxito. Se lo dijo en una entrevista reciente a la revista ENTER cuando aseguró que “Si pienso en mi hijo, que tiene 3 años, no me importaría que cuando tenga 18 años decida no ir a la universidad. Faltan 15 años y no se sabe qué va a pasar, pero, si puede aprender desarrollo de software por sí mismo, más lo que pueda aprender de mí y de otras personas, y trata de empezar así de temprano, no veo absolutamente nada de malo en eso”.

Así piensan personas con alma y con formación de emprendedores. Sin embargo, iniciar una empresa a temprana edad en Colombia, probablemente no es la idea que más ronde en la cabeza de los jóvenes, quienes en su mayoría planean estudiar una carrera, terminar y seguir con estudios superiores para después buscar un buen empleo con una remuneración satisfactoria. Otros, posiblemente tendrán como prioridad viajar y “vivir la vida intensamente”. Y unos pocos decidirán salir de la zona de confort para construir algo propio con el fin de generar cambios en la sociedad, como afirma Mark Zuckerberg acerca del emprendimiento.

Ser emprendedor, más allá de cualquier cálculo es una experiencia que quienes la viven o han vivido, consideran como inigualable, porque “es como una montaña rusa que despierta todos los sentidos, nos hace vivir intensamente y nos enseña de qué estamos hechos frente a los múltiples altibajos y retos que debemos enfrentar en el camino al éxito. Uno se vuelve más creativo, persistente, agudo y fuerte en la vida. También más sensible y desarrolla una cantidad increíble de habilidades que desconocía que tenía o que no había querido desarrollar”, según me cuenta un empresario amigo. Además, se aprende a valorar cada cosa, cada momento tanto en la empresa, la vida personal y familiar, y si se empieza, es imposible parar.

De dónde surge la iniciativa de emprender, es una pregunta interesante. ¿Por qué unos emprenden y otros no? Estoy convencida que el origen más fuerte puede ser el hogar, a través de conversaciones con los padres o hermanos mayores. Luego, y tal vez con menor nivel de influencia están el colegio y la universidad, pues sin duda el sistema educativo colombiano no impulsa el emprendimiento como lo indica un estudio de la Asociación de Emprendedores de Colombia (ASEC): “el 56% de los colombianos manifiesta que las universidades no están formando emprendedores”. Ser empleado no tiene nada de malo y por supuesto no todas las personas serán emprendedores. Pero si no se impulsa la creación de empresas, tardaremos más en salir del subdesarrollo.

Linda Zhang, joven innovadora y parte de Generator Entrepreneur en Australia, una incubadora de emprendimiento para estudiantes, durante una conferencia de TED expuso la importancia que tiene hacer pensar como emprendedores a los estudiantes dentro de su formación educativa desde el colegio mismo. Zhang destacó que si a los estudiantes, en lugar de interrogarlos sobre qué quieren ser en el futuro, se les preguntara qué problemas les gustaría solucionar, posiblemente abordarían la realidad de manera muy distinta y se les llevaría a decidir con mayor criterio lo que les gustaría realmente hacer en el futuro.

Muchas personas, hombres y mujeres, decidieron establecer sus propios negocios cuando se dieron cuenta, siendo empleados, que eran buenos y podrían ser independientes. Algunos fracasaron y otros lo lograron. Lo cierto es que “sólo el 4% de las empresas que se crean en Colombia sobreviven los primeros 4 años” según lo afirma el especialista Julio Rozo en un artículo en Finanzas Personales.

Para Rozo, lo que las personas tienen generalmente es una idea, pero de lo que carecen es de una oportunidad de negocio. Y creo que esto se soluciona con una mejor educación. Crear una idea innovadora y ponerla en funcionamiento para que sea un negocio rentable y con proyección a largo plazo, requiere conocimiento en diversas disciplinas como administración, recursos humanos, finanzas, marketing, digital y derecho, entre otras. Las oportunidades de que una idea sea exitosa pueden disminuir cuando se falla en cualquiera de esas materias. Por eso las diferentes carreras deberían incluir estos aspectos y no lo están haciendo. ¿Cuál es la Universidad que más emprendedores tiene en carreras diferentes a Ingenierías, Administración y Finanzas? Sería interesante establecer un ranking.

La pregunta más frecuente que las personas tienen, es acerca de lo que se requiere para emprender. Sin duda lo primero es la ambición (en un sentido positivo), en segundo lugar la determinación, y en tercer lugar mucho valor, lo cual implica abandonar el miedo y las dudas. También están los siguientes aspectos que sugiere Emprende Pyme.net:

Tiempo: Muchas horas de trabajo para sacar adelante el negocio y una buena planificación para que no acabe con la vida personal del emprendedor.

Recursos económicos: Para el funcionamiento del negocio y la supervivencia del emprendedor.

Ganas: Y perseverancia para sacar adelante el negocio, pues los problemas pueden mermar el entusiasmo de las personas.

Adaptación a los cambios: Aprender a convivir con los constantes cambios que se producen en el ámbito empresarial. Encontrar soluciones rápidas y efectivas será una parte fundamental para conseguir el éxito.

Formación: Es fundamental. Aprender cada día es necesario, incluso sobre temas que no tienen que ver con el área en que se está especializado.

Rappi, Tostao, Liftit.co, Mensajeros Urbanos y Body Tech son algunos de los emprendimientos exitosos más reconocidos que con seguridad son una inspiración para quienes tienen ideas esperando una oportunidad para ver la luz.  Pero el miedo a fracasar y la falta de capital, se presentan como dos obstáculos difíciles de superar. Afortunadamente existen entidades que acompañan en el proceso a quienes emprenden y aportan en la financiación como los Fondos de Capital Privado que mueven en el país capitales cercanos a los USD 10.000 millones. También existen organizaciones como Innpulsa, empresa del Estado que promueve proyectos de emprendimiento con la visión de hacer de Colombia la tercera economía más innovadora de América Latina a 2025 y la tercera más competitiva de la región a 2032, y Endeavor Colombia, que apoya el emprendimiento de alto impacto. Para esta organización, un emprendedor de alto impacto se define en tres puntos:

1. Posee ideas grandes e innovadoras con la capacidad de convertirlas en grandes empresas.
2. Escala sus negocios creando valor y empleo de calidad.
3. Está comprometido en compartir su conocimiento y reinventar en la siguiente generación de emprendedores, multiplicando así su influencia.

Al final, es cuestión de tomar el riesgo, preguntar, investigar, analizar, planear y contar con un equipo interdisciplinario, y un capital, ya sea propio o financiado, siendo indispensable tener en cuenta que se requiere un trabajo constante y que el éxito no será de la noche a la mañana. Hay habilidades y aptitudes que son necesarias para considerar al momento de hacer negocios y para el caso de Colombia, cabe destacar cinco, teniendo en cuenta el Reporte Global de Emprendimiento 2018:

1. Compromiso: un 90% de los encuestados dice estar dispuesto a sacrificar su tiempo libre para dedicarle tiempo a su idea de negocio.
2. Capital: 61% tiene conocimiento de como conseguir el capital necesario para iniciar con su negocio.
3. Generación de ideas: 89% dice poder desarrollar ideas de negocio.
4. Riesgo: 89% dice estar dispuesto de tomar el riesgo a fracasar.
5. Apoyo social: 87% piensa que su familia y amigos son un apoyo.

 Emprender es una decisión personal que cada cada día debería ser más promovida y acogida por los colombianos, la cual requiere, entre otras cosas, un enfoque diferente en el modelo educativo, para producir una transformación que lleve a las personas a crear empresa y contribuir a “generar cambios en la sociedad”.