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Cualquier sistema, ya sea biológico o social, está organizado por niveles y el cerebro no es la excepción. Su cerebro funciona en diferentes niveles de existencia y de pensamiento. Para poder cambiar conductas, es necesario saber en qué nivel de pensamiento se encuentran.


El antropólogo inglés, Gregory Bateson, resaltó la importancia de los ‘niveles lógicos’ del pensamiento y su mecanismo. Señaló que en los procesos de aprendizaje, cambio y comunicación, existen unas jerarquías naturales. La función de cada uno de los niveles de pensamiento es organizar la información del nivel inferior a los subsecuentes. Bateson observó que con frecuencia, la confusión de los niveles lógicos es lo que origina los problemas en el ser humano.

El maestro en PNL, Robert Dilts, ha retomado este modelo de los niveles lógicos y los ha formalizado de tal manera que puede ser utilizado para descubrir y comprender el modelo del mundo de cualquier persona.

Los diferentes niveles de pensamiento o estratos de la mente son, de forma ascendente:

– ESPIRITUAL: que es el nivel de trascendencia, donde YO soy parte de algo más, de un sistema más vasto y donde estoy consciente que lo que haga o deje de hacer, afecta a todos los que me rodean.

– IDENTIDAD: donde según el concepto que tengo de mi mismo, voy a desarrollar una misión en mi vida y generaré mis creencias para poder lograrlo. Tiene que ver con el verbo SER.

– CREENCIAS O VALORES: yo creo que soy o no soy capaz de lograr algo en mi vida y, según esto, voy a desarrollar o no mis capacidades.

– CAPACIDADES: son mis aptitudes o la falta de ellas, y según esto yo me conduzco en mi contexto. Tiene que ver con el verbo PODER.

– CONDUCTAS: es lo que hago o dejo de hacer y es cómo me conduzco en mi contexto.

– MEDIO AMBIENTE: es mi contexto y la manera en que éste me afecta.

El nivel básico es nuestro entorno o ambiente, nuestras restricciones externas. Actuamos en ese entorno a través de nuestra conducta. Nuestra conducta está dirigida por nuestras aptitudes o capacidades. Éstas están organizadas por las creencias que a su vez, están organizadas según nuestra identidad.

El lenguaje que utiliza una persona, muestra cuál es el nivel de referencia donde se encuentra el problema. Ejemplo de esto sería:

– “Mi familia política me saca de quicio”: El problema se encuentra en el nivel del medio ambiente.

– “Yo como muy mal”: El problema se encuentra a nivel conducta.

– “No puedo prestar atención cuando me hablan”: El problema se encuentra en las capacidades.

– “Cada vez que voy de vacaciones, me enfermo”: El problema se encuentra a nivel creencias.

– “Soy un inútil”: El problema se encuentra a nivel identidad.

Entre más alto es el nivel del problema, se debe trabajar en un nivel de pensamiento más profundo.

Es muy importante estar muy atentos al lenguaje que usamos, pues ya hemos dicho que las palabras tienen una carga bioquímica en nuestro cuerpo y en nuestra mente. Si nosotros manejamos a nivel identidad una mala conducta, como lo es un vicio, mentalmente estamos negando cualquier esperanza para poder cambiarla. La identidad es el nivel de lo que realmente somos, seres humanos con potencialidades reconocidas, o no reconocidas por nosotros mismos.

Recuerde que todo lo que le ocurra siempre tendrá un lado positivo. Abra su mente a nuevas opciones y no convierta en conflicto todo aquello que no concuerda con su forma de pensar o actuar.

Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos misresultados@riquezaextrema.com y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.

JaManza
 

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