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Últimamente la palabra «Resiliencia» ha empezado a escucharse y utilizarse con mucha frecuencia en el terreno psicológico. Esta palabra es tomada de la Física y corresponde a la capacidad que tiene un material de regenerarse, de retomar su forma original. Ocupándonos del ser humano, ésta se refiere a la habilidad que tiene éste de recuperarse después de una crisis.


Cuando vivimos situaciones difíciles, como un duelo, una enfermedad, una crisis económica, un problema grande de cualquier tipo; normalmente tenemos un periodo de angustia, tristeza, depresión, enojo, o similares. A muchos les cuesta más trabajo que a otros el poder cambiar de enfoque y empezar a mirar hacia delante, dejando el problema o la situación a un lado y pudiendo salir de ella. Sin embargo también hay personas que no lo logran y se dejar consumir por el problema, causando un deterioro significativo en su salud y en sus relaciones.


La resiliencia es la capacidad de sobreponerse y salir fortalecidos después de una prueba de fuego. Es regresar a nuestro estado natural, a nuestra vida, siendo mejores, tomando los hechos como aprendizajes. Es abrir nuevas opciones y empezar a darle nuevamente un sentido a la existencia. Es la capacidad de soportar el dolor y afrontar el sufrimiento, es reconstruirse y no perder la capacidad de amar y de luchar. Es no caer en el desánimo viendo una realidad sin esperanza. Recuerde que el tamaño de la adversidad depende de la respuesta que demos al evento, de la manera que pensemos sobre él.


Uno de los recursos más importantes para poder manejar una experiencia negativa es la fortaleza que implica una actitud sana que sepa admitir la verdad tal y como es, aceptando la responsabilidad propia (habilidad de respuesta) y sabiendo perdonar y perdonarnos, ya que es posible vivir sin el amor del otro, pero nunca sin el amor a nosotros mismos.


Algo necesario para poder resurgir es saber que hay algo o alguien más grande y poderoso que yo en alguna parte y que por lo tanto no estoy solo, pues pertenezco a algo más allá de mí. Esto es lo que evoca la esperanza y la fe y que irremediablemente nos acercan al amor. Es la parte espiritual que en cualquier caso de resiliencia está presente.


No puede haber resiliencia sin espiritualidad, aunque no hay que confundir la espiritualidad con la religiosidad. La religiosidad es una forma que muchas personas practican para manejar su espiritualidad. Es sólo un camino, a diferencia de la espiritualidad, que es inherente al ser humano y de donde se deriva la necesidad que tenemos de trascender a través de lo que hagamos.
 
Una buena comunicación, sin juzgar y teniendo la capacidad de escuchar y generar empatía con su familia, amigos o equipo de trabajo, hará que los conflictos sean cada vez menores y estos, cuando surjan, los considere como oportunidades para conocerse y ayudarse unos a otros.
En cuanto las relaciones interpersonales, entre más diferentes seamos los unos de los otros hay más posibilidades de complementarnos y aprender. Recuerde que la vida es individual y esa es su gran riqueza. Juzgue menos y ame más.


Para poder lograr la resiliencia con mayor facilidad, es posible tomar algunos de los Niveles Neurológicos que Robert Dilts ha desarrollado, dentro de la Programación Neurolingüística (PNL), y que se refieren a los diferentes estratos de la mente. Son los diferentes niveles que maneja el pensamiento humano.


Según Dilts estos son, empezando desde el más profundo al más primario:


– Nivel Espiritual: Es el sentido de trascendencia. Lo que usted aporta al mundo.


– Nivel de Identidad: Es lo que usted cree que es y de lo cual depende su misión en el mundo.


– Nivel de Creencias y Valores: Sus creencias son las que le dirigen y estimulan para lograr su misión. Están basadas en sus valores.


– Nivel de Capacidades y Recursos: Son los que le ayudan a sustentar sus creencias.


– Nivel de Conductas: Comportamiento que usted asume según las capacidades que maneja.


– Nivel de Entorno: Contexto en el cual actúa.


La PNL dice que si usted desarrolla una identidad sana y llena de recursos, los demás niveles de pensamiento se van adecuando para confirmar esta identidad, y por lo tanto tener capacidad de resiliencia. Al adquirir una identidad sana, usted podrá procesar y superar de una mejor manera los conflictos y problemas que tenga, por muy fuertes que sean.


Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a misresultados@riquezaextrema.com y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.


JaManza
 

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