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Tener conciencia o ser consciente tiene que ver con la habilidad de darse cuenta de uno mismo. Darme cuenta de lo que me está pasando en todo momento y mi interacción con el exterior, desde tener presente lo que pienso hasta cómo afecta eso mi vida diaria y al mismo tiempo cómo afecto a los demás, esto es estar alerta o consciente.

Es fácil entender los niveles de conciencia si pensamos en el mundo exterior primero: ¿Es usted consciente de lo que le rodea? Piense en el dedo gordo de su pie izquierdo. ¿Lo siente? ¿Eres consciente? ¿No? Allí está, sin embargo normalmente no somos conscientes de ello a menos que nos duela. Ese, justamente es otro nivel de conciencia. Ahora piense si puede ser consciente de los latidos de su corazón. ¿Ya va necesitando más tiempo, verdad? Para hacerlo, debemos quitar la atención  del mundo externo y concentrarnos en nuestro mundo interno. Dese cuenta de cuánto tiempo le toma ser consciente y enfocarse sólo en eso. Tómese su tiempo.

Nuestra capacidad de atención va de 7 a 9 elementos simultáneos. Mientras lee esto, puede estar consciente de la temperatura de la habitación donde está, de su postura, de los ruidos que le rodean, de lo que hay cerca de usted, de la hora del día, de la luz brillante u opaca, etc. Todos al mismo tiempo, pero sólo puede estar enfocado en una cosa.

Cuando piensa en lo que debe hacer más tarde, pierde el momento presente y el significado de lo que está leyendo. Se pierden fracciones de información y por eso luego  nos damos cuenta que nos faltó algún detalle porque no pusimos atención al cien por ciento.

Aprovechar el tiempo y hacer varias cosas tal vez le haga sentir bien, sin embargo, los resultados no son los mejores. Si quiere cocinar, hablar por teléfono y pintarse las uñas, está bien, sin embargo, una de esas actividades saldrá bien y las otras dos dejarán de tener la atención al cien por ciento.

Ser consciente de quién es y cómo se es, es algo que pocos hacen. Estamos más orientados a darnos cuenta de quién es y cómo es el vecino, el primo, la pareja, la mesera, etc. Y muchas veces nos fijamos sus defectos, o tal vez en lo que tienen que no tenemos. Pasamos juicio rápidamente y criticamos sin tregua. Pero cuando alguien osa criticarnos o hacer algún comentario, brincamos y nos sorprendemos.

Hoy quiero invitarlo a que sea consciente de usted mismo. La conciencia activa lo llevará a darse cuenta cómo afecta al otro con sus pensamientos, sus palabras y sus acciones. Cada cosa que hace incide en alguien y ese alguien seguramente queda impactado en positivo o en negativo. Ser consciente es estar continuamente observando sus acciones y resultados para recorrer con mayor rapidez y efectividad el camino al éxito.

Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a misresultados@riquezaextrema.com y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.

JaManza

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