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«Flexibilidad en el cómo, firmeza en el qué»

En los muchos días que he podido compartir con gente exitosa de diversos sectores, con muy diferentes pasados y personalidades de todo tipo, he encontrado que ellos son muy claros, concretos y contundentes cuando de definir lo que quieren se trata y a la vez son flexibles a la hora de buscar cómo lograr esto que definen querer.

Esto suena muy sencillo y a simple vista puede serlo, sin embargo cuando lo que se quiere parece alejarse de nosotros y lograrlo simplemente se ve difícil, suena demasiado ambicioso o se siente enredado; los dueños de dichos objetivos o metas tendemos a darle poder a las causas externas que creemos pueden evitar dicho logro y automáticamente sedemos a la tentación de ajustar la muy clara, concreta y contundente definición de lo que queremos. Ajuste en el lugar equivocado.

En este ajuste está la mayor mala utilización del principio de flexibilidad a la hora de lograr lo que queremos, pues la flexibilidad debe ser primero aplicada a otras partes menos importantes de lo definido y más importante aún el cómo es el lugar donde dicha flexibilidad podrá demostrar los mejores resultados continuamente.

Para lograr esto tendremos en cuenta varios momentos en los cuales la flexibilidad bien aplicada facilitará el logro de lo deseado, mediante la construcción de opciones. Comenzaremos de adelante hacia atrás en el tiempo iniciando en la ejecución -momento que termina al lograr lo que se quiere e inicia al definir conciente o inconsciente lo que se quiere- para luego revisar la definición de las estrategias y tácticas (los comos) y el papel de las motivaciones (los para que) en el momento de definir claramente, contundentemente y concretamente lo que se quiere (los que).

La flexibilidad en la ejecución está caracterizada en las personas exitosas por un muy eficiente uso de los sentidos para evidenciar que el camino que se tomo está dando resultados diferentes y lejanos a lo que se quiere y para que se quiere. El uso de los sentidos es importante y es por eso que nuestro sistema (cuerpo-mente) genera sensaciones que típicamente consideramos poco agradables tal y cómo duda, incomodidad, dolor, ansiedad, preocupación, para nombrar algunas.

Estas sensaciones son claves para poder a través de ellas saber que algo va por el camino que para nada queremos, ser flexibles y ajustar la marcha. En la desaparición de dicha sensación o en la sensación opuesta acompañada de la respectiva acción se encuentra la opción que nos llevará a lograr lo definido, lo que queremos.

Al acompañar esta flexibilidad con preguntas y una actitud de total gratitud al sistema propio, se encontrarán nuevas formas de llegar a la meta deseada, llegando a cubrir la brecha que se amplió con el tiempo.

La flexibilidad en el momento de definir el que, está basada en saber la ganancia última que se obtendrá al obtener este que. Esta ganancia se logra al contestar la pregunta para que quiero esto y es lo que NUNCA debe cambiar pues es lo que nos lleva siempre a cumplir lo que queremos, la máxima motivación.

Acá la flexibilidad se logra manteniendo firmeza total en la ganancia (los para que) y en el resultado deseado definido (los que) negociando solamente los como. Firmeza en el que y su para que, flexibilidad en los como y entre más como, más opciones.

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