En la convivencia diaria compartimos momentos con muchas personas; los variados matices de las diferentes culturas y todos los distintos escenarios, nos ofrecen una amplia gama de posibilidades de interactuar con nuestros semejantes. Por ejemplo, respetamos las costumbres extranjeras cuando visitamos otro país, o las costumbres regionales que son diferentes en el nuestro; lo mismo que el ambiente que le es propio a un templo o un hospital, una biblioteca o una sala de concierto.
Nos adaptamos a una fiesta o velorio. Al comunicarnos con alguien comprendemos su estado de ánimo según las circunstancias del momento, y en consecuencia actuamos con los otros.
A veces no es necesario que estemos siempre de acuerdo con lo que nos dicen o sugieren, pero lo que sí es muy importante, es saber cruzar el puente.
Es por ello que en PNL hablamos de una técnica llamada ‘Rapport’, la cual tiene por objeto desarrollar la habilidad para generar un ambiente de confianza y cooperación mutua, con el fin de entablar una comunicación en la cual no haya juicios, distorsiones o malos entendidos, sino una escucha sana.
A través de esta estrategia podemos concentrarnos, sin distracciones, en lo que la otra persona trata de comunicarnos y a su vez hace que comuniquemos justo lo que queremos, sin que suene a regaño, juicio, crítica o mala intención. Usted logra que su mensaje sea escuchado tal y como quiere, y a la vez se pone en los zapatos del otro para entenderlo.
Con esta herramienta o técnica no hay manipulación; justamente se trata de respetar al otro. La otra persona y usted son libres de decidir si aceptan o no los puntos de vista del otro, pero lo más importante es que cada uno escuche y entienda lo que quiere decir y las razones de otro.
A este tipo de comunicación se le llama “comunicación de centro a centro”, ya que es de inconsciente a inconsciente. Esta comunicación se da muy fácilmente, incluso sin darnos cuenta, con personas afines a nosotros como los amigos con los cuales fluimos muy bien.
¿Cómo hacer para manejar una buena relación con las personas con las que se tienen problemas? ¿Cómo hacer para llegar a las oficinas de gobierno y que le atiendan con una sonrisa? ¿Cómo manejar una entrevista con alguien difícil? En pocas palabras, ¿Cómo hacer para que le escuchen y le entiendan?
Le tengo un dato: En la comunicación, el lenguaje verbal solo tiene el 7% de impacto, mientras que el lenguaje corporal el 55% y el tono de voz el 38%. No es tanto lo que digamos, sino cómo lo digamos. La comunicación asertiva es un arte que pocos tienen.
Para lograr el Rapport, hay que tratar de entrar en el mapa mental de la otra persona. En realidad empieza con cosas sencillas como cuando usted llega a la ventanilla del banco y, antes que nada, dice algo agradable al cajero, por ejemplo: “Buenos días, parece que tiene mucho trabajo, espero termine pronto”. Cuando entra al despacho de alguien y comienza por decir: “Qué bonita foto de su familia, lo felicito”, o cualquier cosa agradable del lugar o de él.
Si se trata de su hijo, antes de regañarlo y recibirlo con la espada desenvainada porque llegó tarde, pregunte cuál fue la razón por la que lo hizo, por ejemplo: ¿Cómo estuvo la fiesta? ¿Quiénes fueron? y después de que le conteste, dígale: “Habíamos quedado en una hora, yo sé que estabas muy contento, sin embargo creo que no estuvo bien que no me avisaras…”. De esta manera, el joven entenderá su mapa más fácilmente y en lugar de tener una mala reacción, se quedará pensando sobre el asunto y es más probable que la próxima vez llegue a tiempo o le avise del cambio de planes.
Haga que las palabras que utiliza al cuestionar, contestar u opinar correspondan y sean las mismas o parecidas a las de la otra persona. Escuche a su interlocutor e inmediatamente contéstele con las mismas palabras con las que él le ha hablado.
Refleje la postura. Esto quiere decir que usted debe buscar corresponder a los movimientos y gesticulaciones de su interlocutor. Así como corresponde con las mismas palabras, también hágalo con su cuerpo. Si él cruza o descruza la pierna, si se hace hacia delante, si se toca el cabello, si sonríe, si mueve la cabeza hacia un lado, si mueve los ojos, etc., haga lo mismo con discreción y delicadeza. No se trata de imitar, sino de corresponder a su lenguaje corporal de una manera sutil.
Iguale la respiración de la otra persona, ya que esto le dará el volumen y tono de voz que él está utilizando. Es como si viviera a su ritmo.
Durante la conversación, conscientemente, haga algún movimiento diferente a los de su interlocutor, y si él corresponde a éste, quiere decir que el puente de la comunicación ya está tendido, por lo que en ese momento ya puede decir algo que en otra ocasión pudiera haber creado un problema, con la seguridad de que su mensaje será acogido.
En este proceso de adoptar el comportamiento de la persona con la cual nos queremos comunicar se logra la sintonía o empatía, ya que el inconsciente lo está captando. De alguna manera logramos meternos en los zapatos del otro, y entenderlo y que él nos entienda.
Aunque a veces no lo parece, es fácil entendernos unos con otros. Nuestro sistema nervioso es un cableado que abarca cada célula de nuestro cuerpo. Tener muy en mente esto le permitirá lograr una genuina identificación con el otro y facilitará grandemente la comunicación y comprensión.
Si quiere avanzar más en el tema, escríbanos a misresultados@riquezaextrema.com y cuéntenos cuáles son sus principales retos a la hora de actuar o pensar en sus resultados extraordinarios. Le responderemos con múltiples opciones para que usted logre lo que quiere.
JaManza
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