Una nueva frase, corta y sustanciosa en su contenido y sabiduría “Lo que nos corresponde llega”
Muchísima gente se la pasa “luchando” por conseguir sus sueños y cuando uno analiza la historia de sus vidas, se encuentra con la sorpresa que pocas en proporción al total los lograron y en una buena parte solo hubo desgaste mental y de esfuerzos.
Otras personas sin proponerse, van por la vida y las oportunidades se les dan una tras otra y sin esfuerzo.
¿Por qué el universo parece que apoya a unos y abandona a otros?
La vida es así.
«Cuando uno va por el camino correcto, cada paso se facilita. Cuando uno va por el camino errado, cada paso se dificulta». Es una ley de la vida que con alta frecuencia desconocemos o no percibimos que existe. El universo nos va dando pistas diarias pero no le hacemos caso a esa orientación sabia que recibimos y resolvemos ir por otro lado, como llevando la contraria.
Lo que es para uno se le aparece o le llega, bien sea oportunidades o personas, lo que no es para uno nunca llega o se escapa, por más que lo busquemos con desesperación y con gran persistencia.
Cuando en vez de oportunidades encontramos dificultades hay que verificar si se trata de retos normales que la vida nos pone para aprender o para enseñarnos algo que nos falta y luego si, habiendo aprendido nos abre las puertas a siguiente paso. De todas maneras si una puerta se cierra es porque debemos buscar otra y así sucesivamente hasta encontrar la que se abre para continuar nuestro camino.
Aunque varios no lo crean, así son las leyes del universo. Y no hay nada que podamos hacer excepto aceptarlas como son.
Cuando sentimos que estamos en el lugar equivocado o estamos con la persona que no es, generalmente el universo nos está enseñando y si no aprendemos de ello nos sigue colocando ese tipo de prueba hasta que aprendemos. Lo malo es que cada vez lo hace con mayor intensidad, si es que no resolvemos aceptar y aprender, para pasar al siguiente nivel. Cuando hemos aprendido, se acaban las pruebas y sigue el camino con nuevas opciones para nosotros.
Los grandes hechos de mi vida, malos, regulares, buenos o extraordinarios(Y ya tengo bastante recorrido en el almanaque), han ocurrido sin que los haya planeado o buscado. Simplemente han sucedido. Un buen número de fracasos o errores me han ocurrido cuando he tratado de hacer mi propio camino, desobedeciendo el que me marca o me indica el universo o la vida. Me he equivocado por terco o por no saber leer lo que me marca el destino, que le envía a uno señales que uno pasa por alto y esas señales son muy simples, son algo así como: “Por ahí no es” o “Es por acá”. Es sencillo pero uno está ciego o sordo con frecuencia. ¿No les ha pasado eso alguna vez?
La ruta correcta la mayoría de las veces está frente a nuestros ojos, pero esa es la que desechamos de primera, para buscar otra donde más tarde nos vamos a estrellar contra el destino. Como cuando uno está de viaje. A veces el mejor restaurante para cenar está en el hotel donde nos alojamos y sin embargo salimos para buscar un restaurante distinto lejos o por la zona. ¿No les ha pasado?
Mi primer trabajo llegó cuando abrí la boca y dije quiero trabajar y alguien me escuchó y ayudó abriendo la puerta, mi segundo trabajo llegó cuando mandé mi hoja de vida a una multinacional importante, sin pretender nada excepto probar suerte porque ya había entregado el proyecto de grado pero todavía no me había graduado y no había prisa…Y salí elegido entre 100 concursantes. Lo que es para uno es para uno.
La mujer de mis sueños apareció en una reunión o fiesta a la que no tenía ni idea que yo iba a terminar asistiendo. Fue accidental e insólita mi asistencia y allí estaba ella. Mi primer emprendimiento surgió de una idea conversada en una cafetería con una compañero con el que nunca había siquiera estudiado una materia en la universidad.
Con el paso del tiempo, todo, integro todo, lo que tengo en trabajos hoy día surgió porque alguien me contactó y me propuso trabajar para sacar adelante una idea y yo acepté el reto. Desde luego no han sido tareas sencillas o indoloras en esfuerzo y sacrificio, pero han sido maravillosas y muy productivas experiencias. Nunca hice un plan para buscarlos, me llegaron como consecuencia de haber hecho bien tareas anteriores que provocaron que me refirieran años después y así poco a poco se fue armando mi vida actual, como fruto de las siembras que fui haciendo por mi recorrido en la vida. Mi actividad es como si hubiera crecido y ascendido muchas veces en lo que hice en el pasado. Yo nunca planeé tener lo que tengo o lo que hago hoy. Nunca siquiera lo soñé o lo deseé
Hasta aquí, quiero motivarlos a reflexionar respecto a sus vidas, con la reflexión que he hecho de mi vida. de tal manera que Ustedes verifiquen si todo lo que se han propuesto lo han logrado y cuanto de sus vidas simplemente ha ido ocurriendo y se pregunten si Ustedes han sabido seguir con éxito la corriente a favor o por el contrario han ido de bloqueo en bloqueo o en círculos.
No es fácil aceptar lo que la vida nos ofrece y en la forma que nos lo da. Muchas veces el deseo de tener lo que nuestra voluntad quiere forzar, hace que lo que es para nosotros se desperdicie como opción y entremos en un laberinto complejo que alarga el camino o en ocasiones nos lleva a un lugar sin salida.
Desde luego hay personas que saben interpretar cuales son las rutas que la vida va marcando y eso hace que vayan de éxito en éxito, pero no es lo más frecuente.
Por eso no se preocupe, suelte o aprenda a soltar lo que no es para Usted o no necesita y acepte la vida como es, pronto, muy pronto y casi mágicamente se sorprenderá del cambio que le ocurrirá porque «Lo que nos corresponde llega y llega cuando nos corresponde»
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