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Hace un buen tiempo, tomándome un café con un buen amigo le escuche decir la siguiente frase: ‘mi autoestima no me lo permite’, mientras conversábamos sobre el valor del amor propio.  Esa respuesta me pareció genial.  Dado que el principal guardián de ‘tú vida eres tú.      

    

Los maestros del liderazgo y gurúes del crecimiento espiritual y emocional como mi amigo Walter Rizo, reconocido psicólogo y escritor  ha señalado que el éxito y la felicidad dependen de cuánto te ames a ti mismo. 

 

Siento que esa es una máxima de vida, la autoestima es el eje del sistema inmunológico emocional de un ser humano. Es la vacuna contra cualquier sufrimiento.   La principal tarea de un individuo es reconocerse  en su verdadera dimensión divina. En ese sentido, la auto-aceptación, la auto-confianza, el reconocimiento de su grandeza, entendido en la psicología conductista, como un SER digno, útil y capaz, termina por ser el primer paso hacia la evolución Superior.        

 

La autoestima (estima de sí mismo) es un proceso de reconstrucción permanente a través de los diferentes senderos de la vida.   Todos los días y a  todas horas hay que trabajar en el reconocimiento de nuestra dimensión interior, considerarnos en cada instante que somos la expresión perfecta del amor de Dios en nosotros.  “Yo soy la expresión perfecta del amor de Dios en mí”.   

 

La autoestima es lo que te permite reconstruirte en el corto tiempo frente a los desafíos que se presentan en las diferentes etapas de un ser humano.  Una persona con una buena autoestima elije a pesar de las circunstancias, transformar su conversación interior y su manera de ver las cosas, admitiendo la situación y asumiendo una actitud ganadora.   

 

El filósofo griego Platón decía,  que “la primera y mejor de las victorias es la conquista de uno mismo”.  Así que la alegría de vivir es un bien no negociable sobre el cual tenemos derecho por el solo hecho de ocupar un lugar en el universo.  

 

Es importante que sepas que mientras más baja sea tu autoestima, más grandes serán las agresiones y faltas de respeto que estarás dispuesto como ser humano a soportar. Por el contrario, mientras más alta se encuentre, los abusos, maltratos y  manipulaciones emocionales  que provenga de los demás:   pareja, padres, hijos, familiares, jefes y amigos, desaparecerán, dado que sabrás en cada instante como actuar para poner límites.

 

Características comunes de las personas con baja autoestima:

 

Inseguridad, siempre le están pidiendo consejos a los demás, y consultando su opinión. Lo que los demás dicen es importante, pero lo que piensas no mucho.  

Indecisión:No se atreven a tomar decisiones por sí mismos.  Su analítico se prende y dudan de todo, le tienen miedo a cometer errores.  Así que deciden posponer las cosas, esperando a que llegue el momento ideal.  Temen ser juzgados. Viven del que dirán. Su frase favorita: “voy a esperar”.

 

Victimización:No pueden tomar el control de sus  vidas y por esta razón está a la merced de personas, circunstancias o condiciones que los manipulan y los dominan y sin saberlo atraen personas con estilos de personalidad esclavistas.  Su visión sobre sí mismo es “pobre de mí”.  

 

Culpabilidad:Le echan la culpa de las cosas que les suceden a los demás, al clima, al viento, en fin… para ellos es más fácil culpar a otros que asumir la responsabilidad de su vida. “ su frase: “no es mi culpa”.

 

Permitir el maltrato: Bien sea psicológico o físico y también son maltratadores. 

 

Tendencia a criticar a los demás:   No hay persona que se escape a sus críticas.   Incluso, es un verdugo consigo mismo.  Piensa que todo lo que dice y hace es siempre una equivocación.  Su frase: ‘No sucede nada’,  

 

 

Si tu diagnóstico es de baja autoestima y reconoces que tus  problemas no están determinados por las personas o situaciones que te rodean, sino que van en proporción directa con tu grado de amor propio, es hora de tomar las riendas de tu vida y dejar de verte como un ‘andrajo de persona’.  La felicidad y el éxito están relacionados con la manera como te observes  a ti mismo.

 

La opinión que tienes de ti mismo, determina lo exitoso que eres.  Si crees que eres un excelente y brillante ser humano lo serás, pero sí crees que no vales pues también cumplirás tu profecía.  También podrías buscar apoyo para fortalecer tu amor propio.

 

 La pregunta del Coach

¿Qué tanto te amas a ti mismo?

¿Te prometes cosas que luego no te cumples?

¿Cuándo en tu vida has sentido que tu autoestima anda por el piso?

¿Qué harías por ti mismo para transformar tu vida?

¿Qué harías hoy si fuera tú último día?  

Tu Coach GuiovanaFuentes@yahoo.com

 

Cuando el Coaching se trae al ámbito laboral su propósito fundamental es apoyar a los colaboradores a elegir cambios de comportamientos positivos a la vez que mejoran su desempeño.  A sí mismo asiste a los individuos a reconocer cómo hacerse responsable de su desempeño a través del poder de las preguntas del Coach.

 

 

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