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En  los momentos de la vida, los seres humanos hemos ido acumulando experiencias maravillos y otras dolorosas.  Sin embargo, en la la mayoría de las ocasiones las personas optan por conectarse con las vivencias dolorosas sin tomar conciencia que esas situaciones podría traer más dolor a su vida. 

 

¿Cómo sanar las heridas del pasado?. 

 

Es importante que sepas que puedes desvincularte de las heridas del pasado, como lo explica mi buen amigo Wayne Dyer, quién nos recuerda que cada ser humano puede soltarse de esas experiencias para conectarse con el  momento presente donde habita la grandeza y el poder infinito del universo.

 

Si bien es cierto, que es natural la inclinación a vincularnos con nuestras heridas, en lugar de abandonarlas.   ¿Cuando haces un viaje, empacas en tu maleta las cosas que guardas en tu depósito de enseres viejos?. No verdad. 

 

Cuando estas constantemente recordando o recreando en tu mente los dolores del pasado,  estas inconscientemente alimentando en tu mente la sensación de no ser digno.  ¿Adivina que sucede?.   Según los expertos en coaching,  generas situaciones de autorechazo y constante sabotaje contigo mismo.  Es como una  bola de nieve inconsciente que se te devuelve. 

 

Mi amigo Wayne dice que “una  persona que haya experimentado acontecimientos traumáticos en la vida, como una violación sexual, la muerte de seres queridos, enfermedades traumáticas, accidentes, rupturas familiares, drogadicciones y otras cosas similares, puede llegar a vincularse con los dolorosos acontecimientos del pasado y rememorarlos para llamar la atención o despertar lástima en los demás.  Esas heridas de nuestras vidas parecen darnos una gran cantidad de poder sobre los demás”.

 

Así que cuánto más recreas la vieja y desgastada película hablándole a otros sobre lo que te hicieron y no te hicieron, creas un entorno de sufrimiento para ti mismo, lo que hace que las personas te vean con lastima y no desde tu grandeza, desde tu poder divino. 

 

También de manera inconsciente impides que el universo te conecte con los dones de abundancia con el que naciste y que te mereces por derecho divino.  Cuando la mente permanece conectada a los sufrimientos,  se impide que aflore en un ser humano su espíritu creativo para transformar su realidad y manifestar su abundancia natural.

 

Así que sin saberlo que se crea en tu inconsciente una sensación de no ser digno de recibir todo aquello que tu ser desea.  Por ende es primordial buscar apoyo y trabajar en tu derecho divino al  merecimiento. 

 

Para ello, debes trabajar en sanar tu niño interior y tomar conciencia de que viniste a este mundo con unos regalos o dones divinos, que los has traído en tu adn.  Así que te mereces lo mejor del universo.     Es necesario que asumas con responsabilidad tu vida.  Que vuelvas tu mirada hacia tu interior y te reconcilies con ese niño interior que habita en ti.

 

Como lo señala Dyer, cuando andas recordando tus heridas,  la frase más poderosa que puedas llegar a memorizar:  «tu biografía se convierte en tu biología». A la que yo añadiría: «tu biología se convierte en tu ausencia de realización espiritual». Al aferrarte a los traumas anteriores de tu vida, impactas literalmente sobre las células de tu cuerpo. Al examinar la biología de un individuo, es fácil descubrir en ella su biografía. Los pensamientos angustiosos, de autocompasión, temor, odio y otros similares, cobran un peaje sobre cl cuerpo y el espíritu. Al cabo de un tiempo, el cuerpo es incapaz de curarse, debido en buena medida a la presencia de esos pensamientos.

 

Así que es el momento de hacer un alto en tu camino y mirar a tu pasado, solo para sanarte en transformar tus pensamientos y abandonar esos momentos dolorosos entregándole al universo esos hechos.   A pesar de los dolorosos que hayan sido, agradécele a la vida por haberlos experimentado. Pues si observas te han apoyado a evolucionar.    Esto no significa que debas justificar la conducta de las personas que te hicieron daño.   Pero como bien lo dice mi amiga Luisa Hay, para que pasarte  la vida, pasando una y otra vez la vieja y desgastada película. 

 

Bien lo explica mi estimado amigo Wyne, el  apego al dolor sufrido en los primeros años de la vida procede de una percepción mitológica según la cual “tengo derecho a una infancia perfecta, libre de dolor. Utilizaré durante el resto de mi vida cualquier cosa que interfiera con esta percepción. Contar mi historia será mi poder”. Lo que hace esta percepción es darle permiso al niño herido que llevas dentro para controlarte durante el resto de tu vida. Además, te proporciona una fuerte sensación de poder ilusorio.

 

En estos tiempos, en donde estamos llamados a despertar y ser cada vez más conscientes de nuestro poder interior y de construir un mundo en donde reine la paz y el amor por nosotros mismos y por nuestros semejantes, debemos ser cuidadosos “para evitar explicar nuestra vida actual en términos de una historia traumática anterior. Los acontecimientos dolorosos de nuestras vidas son como una balsa que se utiliza para cruzar el río. Debes recordar bajarte una vez que hayas llegado a la otra orilla”.

 

Podrías visualizarte como un ser humano digno y merecedor de las situaciones y cosas más bellas del universo.  ¿Sabes cuál es la llave mágica para desvincularte de tus heridas? 

 

El  perdón.  ¿Cómo  te ves a ti mismo? Si te juzgas y criticas solo conseguirás atraer crítica a tu vida.   Podrías avanzar y trabajar en perdonarte a ti mismo.  

 

Hace poco en una sesión de coaching hablaba del perdón. La respuesta de alguna persona fue: No tengo nada que perdonar.  Ni bueno, ni malo, no vamos a juzgar nada.  Es comprensible, que el ego aflore cuando se piensa en el perdón, pero te aseguró que es el comienzo para transformar tu vida.   Perdón no significa que se acepte el hecho perverso.  No, de ninguna manera.

 

“Perdón significa llenarse de amor e irradiar ese amor hacia el exterior, negándose a transmitir el veneno o el odio engendrado por los comportamientos que causaron las heridas. El perdón es un acto espiritual de amor por uno mismo, y envía a todo el mundo, incluido a ti  mismo, el mensaje de que eres un instrumento de amor y que eso es lo que vas a impartir a donde quieras que vayas.  Que has elegido ser un instrumento de amor y paz”.

 

La pregunta del Coach

 

¿En qué momentos de la vida has buscado un espacio para trabajar en tu perdón?

¿Cómo podrías transformar tu vida, sin sentir dolor por las heridas del pasado?

¿Qué tan consciente eres de que cultivar pensamientos positivos?

¿Qué tan dispuesto a trabajar en ti y en tu evolución espiritual?

 

Cómo tu Coachte apoyare a lograr resultados extraordinarios en tu vida.   Todos los seres humanos siempre necesitaremos apoyo de otros para salir adelante.  Un Coach es aquel que te reta a salirte de tu zona cómoda y a descubrir que puedes transformar tu vida, sanando las creencias de tu pasado.   Amarse a sí   mismo es la tarea más importante en la debemos trabajar todos los seres humanos.  

 

Giovannafuentes@yahoo.com

 

Guiovana Fuentes

Coach certificada

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