
Una de las habilidades sociales más comunes es la interacción humana, es la comunicación, sin embargo, poca conciencia se tiene en las organizaciones, empresas y demás círculos sociales sobre conversar, clave esencial de la comunicación asertiva, dado que se habla, pero no se conversa.
Durante mi formación como Coach de equipos, el Coach entrenador nos repetía muchas veces, de forma metafórica conversar es como bailar. A mí me quedo sonando esta perspectiva, ya que me encanta bailar, no obstante, cuando no se coincide con una buena pareja de baile, creo que el ritmo y la cadencia de los pasos se pierde.
Como Coach de equipos lo he observado en muchas organizaciones donde las personas, los líderes y demás individuos tienen la percepción de que se está conversando, pero en realidad se está hablando en un lenguaje quizás ubicado en diferentes frecuencias.
También para conversar es primordial contar con la voluntad, pienso que en la vida en todo lo que hacemos es clave la voluntad, como por ejemplo tener voluntad para construir una relación de pareja, tener voluntad para ceder cuando se quiere tener la razón.
¿Te has puesto a observar o pensar cómo es tu forma de conversar?
La conversación es una de las habilidades más naturales y humanas que existen. Desde que aprendemos a hablar, nos comunicamos de forma espontánea con nuestro entorno. Sin embargo, ¿realmente sabemos conversar? No se trata solo de emitir palabras, sino de conectar, escuchar y comprender al otro.
Conversar no es solo hablar
Hablar es expresar ideas con palabras, pero conversar implica un intercambio. Es un ir y venir de pensamientos, emociones y reflexiones. No se trata de quién tiene la razón o de quién habla más, sino de la calidad del diálogo. Una conversación genuina es aquella donde las personas se sienten escuchadas y valoradas.
Pero, ¿qué sucede en la actualidad? En un mundo lleno de distracciones y redes sociales, muchas veces parece que hemos perdido la capacidad de sostener una conversación profunda. La escucha activa se ha vuelto escasa, y las interrupciones o respuestas automáticas son más comunes.
La importancia de escuchar
Saber conversar implica saber escuchar. La escucha activa es la capacidad de prestar atención no solo a las palabras, sino también al tono de voz, los gestos y las emociones que acompañan el mensaje. Sin una escucha real, la conversación se convierte en un monólogo alternado, donde cada persona espera su turno para hablar en lugar de construir juntos un diálogo significativo.
Algunas claves para una buena conversación son:
- Escuchar con atención: No interrumpir ni pensar en la respuesta mientras el otro habla.
- Hacer preguntas abiertas: Para fomentar el intercambio y mostrar interés genuino.
- Respetar el punto de vista del otro: Aunque no estemos de acuerdo, valorar la perspectiva ajena enriquece el diálogo.
- Evitar distracciones: Nada interrumpe más una conversación que mirar el celular constantemente.
¿Se está perdiendo el arte de conversar?
En la era digital, las conversaciones cara a cara están cediendo terreno a los mensajes de texto, emojis y audios rápidos. Nos acostumbramos a la inmediatez, pero perdemos matices esenciales de la comunicación humana, como el tono de voz, las pausas y la expresión facial.
Quizás sea momento de recuperar la magia de las conversaciones auténticas. Esas que nos hacen sentir vivos, que nos permiten aprender de los demás y que nos conectan realmente. Porque hablar es fácil, pero conversar es un arte.
La pregunta del Coach: giovannafuentes@yahoo.com
¿Cómo son tus conversaciones?
¿Cuál esa conversación que evitas?
¿De qué conversas contigo mismo?
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