La bajada de los precios del petroleo ha supuesto una importante sacudida a la economía colombiana. Esta situación ha favorecido la aparición de la sombra de la recesión en el país, creando una importante incertidumbre en el tejido empresarial.
¿Y a que obedece esa incertidumbre? evidentemente al posible descenso de ventas de nuestra compañía como consecuencia de la reformulación de la inversión a la baja de las petroleras en Colombia, sus beneficios y por tanto menor recaudación del estado y el subsiguiente recorte en inversiones públicas con la consecuente contracción de la economía.
Bien, pero ¿como puede afectar esta situación a nuestras empresas?
La consecuencia de una reducción o de una importante reducción en nuestras empresas de una bajada en la facturación no es directa, sino que dependerá de lo saneada que se encuentre su estructura o de lo sobredimensionada que esté.
Intentaremos mostrarlo de manera resumida con un pequeño gráfico:
Resulta muy evidente que una empresa no sobre estructurada podrá soportar mejor el envite, bien de una recesión, una crisis, o cualquier evento que pueda suponer un descenso de la facturación sobrevenido, como irrupción en el mercado de una nuevo producto en su sector, un cambio en los hábitos de consumo de sus clientes, etcétera.
Pero entonces… ¿Como conseguimos llegar a esa situación de no sobre estructuración?
Parece mentira que hablemos de las posibilidades que nos ofrece la tecnología para conseguirlo como si fuera ciencia ficción, sin embargo, desde hace décadas existen sistemas en el mercado y completamente accesibles a las PyMES que podrán ser claves a la hora de ayudarnos a:
- No realizar duplicidad de trabajos (Tan solo este punto, en ocasiones supone un ahorro de más de un 40% en costes a la empresa).
- Agilizar la gestión de los documentos, Como generación de facturas, despachos, informes, presentación de impuestos, etcétera.
- Agilizar nuestra cadena de suministro, con reducciones de hasta un 20% en inventarios e incluso el 80% si se apoya con una buena negociación con proveedores.
- Conocer en tiempo real posibles desviaciones presupuestarias que nos puedan desviar de nuestro objetivo.
Por citar tan solo los ejemplos más evidentes y dejando de lado otros como el aumento de la facturación resultante de la mejor atención al cliente o de la explotación de datos para el aumento de venta cruzada, etcétera
En definitiva, tenemos al alcance de nuestra mano (de nuestra empresa), prepararnos, no solo para que la posible recesión ponga en peligro nuestra organización, sino para aprovecharla sacando ventaja a nuestros competidores,
En España, con la gran crisis sufrida se han podido observar tres situaciones distintas:
- Empresas que no se sanearon a tiempo. El resultado es que o tuvieron que cerrar o se encuentran en una situación realmente crítica
- Empresas que hicieron bien los deberes. Con mayor o menor dificultad aguantaron la crisis sobreviviendo a muchos de sus competidores pertenecientes al punto anterior y escalando posiciones en su sector.
- Empresas que quisieron aprovechar la tecnología pero tarde. Cuando llegaron a esa situación su compañía ya no tenía musculo financiero para poder realizar una mínima inversión en tecnología.
En Colombia aún estamos a tiempo de adelantarnos a estas situaciones, por lo que la pregunta final es: ¿De que dependerá que lo hagamos?
Pues evidentemente de las decisiones gerenciales que ya se hayan adoptado o que adopten las empresas en los próximos meses, por lo que iremos siguiendo su evolución.
Autor: Jose David Rodriguez.
Gereante de Proyectos.
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