(NUEVA YORK, Estados Unidos)
La palabra globalización desde hace algún tiempo dejo de ser y sonar novedosa, sobretodo en el entorno comercial. Frases como “estamos en la antesala de…”, o “próximamente podremos…”, ya no tienen el efecto de décadas pasadas. Ese tan nombrado futuro globalizado, post-burbuja “.com” ya no existe; ni siquiera podemos decir que aquel futuro es hoy. Aquel futuro empezó hace ya unos cuantos años y el mismo está cerca de terminar.
El futuro de nuestra generación recién esta en formación; principalmente fomentado por una acelerada y violenta destrucción de paradigmas. Esta esencia creo que es lo más interesante de este fin de ciclo y es la razón principal que convierte (por ahora) a nuestra generación en la más emocionante de la historia de los negocios.
En la siguiente década viviremos la redefinición de varios conceptos: cómo hacemos negocios, cómo trabajamos, quienes somos los hombres y mujeres de negocios y por último, nuestra interacción y la de nuestras empresas con la tecnología.
El campo de juego
De acuerdo a un estudio de la consultora McKinsey, aproximadamente el 70% de los nuevos negocios a nivel mundial tendrán como centro al comercio internacional. Esta tendencia generará diversos efectos en las dinámicas internas y externas de una empresa. Una de las áreas que mayor cambio seguirá experimentando son los equipos de trabajo; los nuevos modelos de negocios definitivamente han destrozado los esquemas organizacionales del siglo XX.
Los grupos laborales cada vez tienen un DNA más global, esto a la larga abre de par en par las puertas a un sinfín de oportunidades a la hora de intercambiar experiencias. Lo que hace que estos equipos sean únicos, es su habilidad a la hora de transferir dicho conocimiento o expertise; la movilidad y traspaso de “inteligencia” es una ventaja competitiva fundamental para despuntar en cualquier organización actual. La naturaleza de la organización es indiferente; con o sin fines de lucro, corporación global o PYME regional.
En el gran entorno, las banderas y jurisdicciones se están borrando en el tiempo y el espacio. La locación geográfica se ha convertido en algo irrelevante. Podemos amanecer en América coordinando el fin del día de trabajo en India para luego armar una junta con un potencial cliente antes del medio día en Toronto, enviar una propuesta luego del almuerzo a Brasilia y terminar el día contactando a potenciales clientes en Londres o Dubai. ¡Créanme es posible y más fácil de lo que suena!
En este siglo, las empresas de avanzada han nacido o se han adaptado a este nuevo enfoque de negocios; proyectando ganancias incuantificables en términos de innovación, eficiencia y en la habilidad natural de responder al cambio. Es este cambio constante el cual se ha acoplado de una manera simbiótica al entorno empresarial. Thomas Friedman expuso esta planicie del campo de acción de una manera genial en “The World Is Flat”.
La nueva manera de trabajar
Un estudio de Booz Allen Hamilton señala que un 80% de los trabajadores de corporaciones, en los países desarrollados, en la actualidad ejecutan sus funciones junto a miembros de equipos que se encuentran en diversas latitudes. No es extraño que en organizaciones lideres, procesos centrales o básicos, en algunos casos, sean virtualizados o ejecutados fuera de las dependencias regulares.
Esto tiene como objetivo el mejorar la ejecución de procesos entre expertos en la materia y maximizar la transferencia de conocimiento. El resultado es una organización más ágil y ligera, un ente más apto para reaccionar de manera eficiente y eficaz a las turbulencias del mercado. Todo esto se traduce en una mejor capitalización de oportunidades y optimización del tiempo para evaluar criterios estratégicos. En otras palabras, tenemos más tiempo para hacer lo que sabemos hacer mejor.
El nuevo ejecutivo
Nuestra generación, la llamada generación “Y” o del Milenio, corresponde a un poco más del 25% de la población mundial. Dentro de este bracket demográfico, el subgrupo de de hombres y mujeres de negocios dejará un impacto incalculable en el desarrollo futuro de la humanidad.
La nueva generación de ejecutivos/emprendedores poseen una predisposición única al uso e incorporación de nuevas tecnologías en su diario vivir. El fácil acceso al colectivo del conocimiento mundial ha estado presente desde la incepción profesional de la mayoría de sus miembros. Siempre se puede contar con alguna vertiente de pensamiento o inteligencia colectiva que sirva para sobreponer obstáculos y resolver problemas o en el peor de los casos dar la pauta para vencer estar barreras.
Las compañías u organizaciones que emplean a estos trabajadores están desarrollando mayores habilidades para encontrar, comunicar y diseminar información así como fomentar la colaboración inmediata con colegas y consumidores. Esto es simplemente un resultado de la interacción natural del hombre de negocios “Y” dentro de la médula empresarial presente.
La nueva tecnología
Un estudio reciente de SAP indica que cerca de un 15% de las compañías y corporaciones líderes del planeta han adoptado dentro de su estrategia comercial una mezcla perfecta de herramientas de redes sociales, tecnología móvil y la implementación de alguna variación de computación en nube o también llamada SaaS (Software as a Service – Software como un Servicio).
Esta nueva generación de empresas utilizan estas tecnologías para poder envolver a los equipos globales y facilitar la transferencia de experiencia acumulada rodeada de un manto de conocimiento colectivo.
Las compañías que adoptan y se vanaglorian del uso de estas tecnologías tienden a realizar decisiones bien fundamentadas, por lo general en tiempo real, lo cual resulta en beneficios inmediatos hacia sus clientes. El espíritu proactivo y el conocimiento colectivo ayuda a las organizaciones en su tarea de eliminar cualquier vestigio de competencia en su industria o vertical de negocios.
Bueno mucha teoría por un articulo. ¿No les parecería interesante ir un poco a la práctica?
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