Buenos días:
Habla Julio Cortázar en su obra Rayuela, obra que voy ahí avanzando de a poquitos, a paso de bebé perezoso, sobre un término que me encantó: el divorcio diabólico de las formas y los contenidos. Las diferencias entre el contenido y el continente. Qué tan diferente es la esencia de lo que aparentemente se ve en las fachadas. En fin, amo ese término: la esencia. Y sí, en Rayuela leo en este momento que Gregorovius le acaricia el pelo a La Maga. Supongo que están en una cafetería, tomándose un café y comiendo alguna tartaleta, qué sé yo. “Anda loco por esa mujer, y se lo dice así, con los diez dedos”. Qué buenas frases y qué aplicables.
Leía también en los titulares que los extranjeros son dueños aproximadamente del 26% de la Deuda Colombiana, es decir de los Tes. O sea, de 100 títulos que hay en una estantería, entre varios colores y sabores, entre los que son de chocolate blanco o chocolate amargo, las instituciones extranjeras tienen 26. El resto, o sea los 74, son poseídos por instituciones internas. Esa es la proporción. Ayer también vi que las tasas subieron, hubo papeles sin bid, algo de temor, subasta de UVR y un dólar a 2.916. Hubo varias cosas.
Siempre hay divorcio de las formas y los contenidos. Siempre nos dejaremos deslumbrar por las apariencias, cosa que también deslumbra claro está. Y en algunos casos pasaremos por alto la esencia. Tal vez las dos cosas van ligadas, tal vez la una convive con la otra. Ambas toman juntas café con tartaleta de frambuesa.
Buena suerte para hoy!
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