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Los precios de los títulos de deuda pública han seguido bajando de precio. Ha habido ventas masivas y en cierta forma se genera miedo y desconcierto. Ayer cerraron al 6.43% los títulos más representativos de Colombia, unos títulos que ustedes ya saben cuáles son. Hasta en Europa leí por ahí que su deuda baja de precio debido a que, como se ha mejorado la inflación por esos lares, entonces pensarían en disminuir las ayudas cuantitativas. ¿eso qué significa? Pues para abajo en precio. Acá hubo inflación más baja y la lógica da para que supuestamente baje la tasa de los Tes, pero ante movimientos externos y un dólar a 3.096 pesos, pues no hay nada qué hacer. Para abajo en precio.
Hasta las bolsas estuvieron negativas. El petróleo cerró también con vela adivinen cómo: naturalmente, vela bajista a 45,52 dólares el barril. Hasta aquí todo lo que es para abajo. Les tengo una buena noticia y vengan les cuento un secreto, ténganlo por ahí muy presente: nada es para siempre y estos días son para aguantar, para esperar que pasen y para más bien recomponer nuevas estrategias.
No utilizaré la eterna e iterada analogía de que estamos en mareas altas y el barco está que se rompe y que hay que esperar que salga el sol. No, nada más traqueado y flojo que eso. Que el mástil, que la proa y la popa. Nada de eso. Solo les digo: hay que pensar positivo en que siempre hay oportunidades.
Más bien diré que en cada track de trance hay un lapso de silencio, de calma y sopor; para luego subir y explotar todo en un éxtasis de felicidad. De locura lúcida.
Buena suerte para hoy!