Buenos días:
Para hoy haré el ejercicio de empezar a escribir a la deriva para ver qué va saliendo. La verdad no tengo nada qué decir, aunque lo más importante es que empezó el nuevo año chino: empezó el año 4723, el año de la serpiente. No es mi año, mi año es el de la cabra. Y bueno, allá están muy felices, supongo que mi Liu Wen andará celebrando. Aquí será el año de qué? Imaginen el animal que quieran, se los dejo a su imaginación. Ayer, no en China sino en Colombia, entre muchas otras cosas, se produjo un fenómeno que en el argot financiero tiende a llamarse Empinamiento, en el cual es más demandada, o menos castigada, la parte corta de una curva, en detrimento de la parte larga. Esto se daba bajo contextos de subastas de tasa fija (36s, 46s y 50s) con los siguientes cortes: 11.56%, 12.227% y 12.174%, respectivamente. Mil cosas se deben ajustar, entre ellas la famosa UPC, Unidad de pago por capitación. Tal parece que su aumento fue decretado en un nivel muy bajo y se debe ajustar. También hay que reajustar lo de las visas, mil cosas. Hay que ajustar presupuestos y también abdómenes para poder seguir en la vida, típico propósito de inicio de año. Ajustar culebras. Como siempre les digo, la vida sigue, no hay de otra, no hay otra opción sino vivir. Hablando de la china, me acordé de una definición del crucigrama: la otra vez salió “China capitalista”, de 6 letras. No piensen nada raro. La respuesta era: Gomela.
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