(fuente: vestuarioescenico.wordpress.com)
Ayer el mercado de los Tes, del que no hablo hace un par de días, iba relajado y comprador. Luego por la tarde terminó un poco estresado; creería yo que se estresó por unas declaraciones de cautela, por decirlo así, emitidas por la calificadora Fitch. Los julios del 2024 habían abierto al 6.36% y cerraron al 6.42%, esto implica una bajada en precio importante para un solo día. El dólar cerró también hacia arriba, casi a 3.000 pesos.
Eso en cuanto a los números. Pero estamos ahora en pleno viernes y dan ganas de realizar algún plan, de ver musas caminando en pasarelas, de oír buena música y de aplicar lo que hacía la mal llamada Generación Perdida, por allá en el París de los años 20. ¿Qué hacían? Pues nada diferente a lo de ahora: leer, disertar, quedarse sentados en un café, besar labios, escribir y ver gente. Besar. La delicia hecha habitualidad.
Pues algo de todo esto es lo que habrá hoy en mi natal Popayán city a las 6pm. Lo que ocurre es que desde ayer hasta mañana están allá en el Popayán Fashion Weekend, y puntualmente hoy habrá un desfile llamado Precuela, en la Casa de la Moneda. Es de una marca totalmente payanesa llamada Narcissa. Puro talento, lo máximo. Y sí, ahí habrá mucha alegoría a esa década de los años veinte.
Me encantaría estar allá. Escogería usar un redingote, aunque quedaría muy victoriano; o tal vez un Trench coat, aunque le haría alegoría a la primera Guerra. No sé, pero me encantaría estar en ese desfile y oír esa canción que tanto me gustó de Café Society: “Zing! Went the strings of my heart”. Ya sé, me pondré mis Oxfords azul turquí.
Sí, son las añoranzas y la belleza. El Popayán Fashion Weekend. Moda, foxtrot y locura.
Buena suerte para hoy!
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