Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Los servicios bajo demanda, los vehículos autónomos y otras tecnologías nuevas están configurando los paradigmas de movilidad global y la manera en que nos trasladamos en nuestra cotidianeidad. A lo largo del texto mencionaré sobre lo que se entiende por movilidad inteligente, el motor que está impulsando esta tendencia y qué podemos esperar en esta materia en los próximos años.

Mucho se ha escrito sobre el transporte y los retos que enfrenta hoy en día; evolución de la tecnología automotriz, transición de automóviles motorizados de combustibles fósiles eléctricos, proliferación de medios de transporte alternativos urbanos (bicicletas, patines, patinetas, scooters), entre otros. Estos cambios son lo que muchos asocian como movilidad inteligente y, junto con ella es necesario reconocer la importancia de las tecnologías que facilitan el ahorro de gastos económicos, ambientales y tiempos en los recorridos como Waze, una aplicación que nació a partir de la necesidad de los usuarios de encontrar alternativas a los embotellamientos en las grandes metrópolis.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, más del 60% de las poblaciones vivirá en las grandes urbes para 2030, lo que significa una cifra exorbitante en términos de congestiones. Razón por la cual los gobiernos están empezando a volcar sus esfuerzos en políticas en pro de una mejor infraestructura, mitigar la contaminación, aligerar el tráfico y construir ciudades inteligentes y amigables con los ciudadanos.

Los avances en tecnología de baterías, inteligencia artificial y automatización están resultando en vehículos eléctricos de mayor alcance y en la aparición de autos que conducen por sí mismos. Además, se posicionan otro tipo de herramientas o “features” que ayudan a que los desplazamientos tomen menos tiempo y así permitirle a los habitantes que interactúen de manera más eficiente en/con las ciudades en las que residen.

A continuación, algunos ejemplos de tecnologías con las que convivimos y otras que empezarán a tomar un papel más relevante en los próximos años:

  • Cebras inteligentes: en un futuro cercano, nos encontraremos con pasos peatonales que se activen cuando los transeúntes se acerquen al asfalto. Esto sin la necesidad de presionar un botón o de sistemas inteligentes de semaforización que necesiten ser activados por personas.
  • Sistemas para calcular la demanda de transporte: por medio de sensores que se adaptan e instalan al pavimento, los servicios de transporte público pueden determinar qué áreas de cobertura se están operando y cuáles pueden ofrecer un mayor número de asistencia de acuerdo a la demanda de usuarios, frecuencia de rutas y capacidad de flota automotor. De hecho, en este punto, programas como CCP Connected Citizen Program de Waze, ofrece información a autoridades locales para la toma de decisiones más acertivas.
  • Peajes automáticos: con el objetivo de aliviar la congestión de las grandes ciudades del mundo, varias metrópolis han optado por adoptar un sistema de peajes que, de acuerdo a la distancia a la que se dirija cada conductor y a los accesos a determinadas zonas, se les realiza un cobro automático.

Estos son solo algunos casos y tendencias de lo que estamos viendo y veremos en materia de movilidad inteligente. Sólo aquellas sociedades que sepan adaptarse a los cambios y sepan sacarle provecho a las nuevas tecnologías, estarán en ventaja frente al resto.

Compartir post