Hoy les quiero compartir esta anécdota, que me contó el ingeniero Juan José Mejía para mi libro Historias de Negocios Altamente Inspiradoras. Espero que lo disfruten muchísimo y, de ser así, lo compartan con otras personas:
A Juan José Mejía la vida le dio un giro de 180 grados el día en que conoció a Dan Bricklin. Justo en medio de un dilema, a este ingeniero de sistemas se le presentó la oportunidad de viajar a Estados Unidos por primera vez en su vida. Fue así como visitó una feria de tecnología en Los Ángeles, California, durante tres días.
En el mediodía de una de las jornadas, se dirigió al bufé del recinto ferial en busca de su almuerzo y localizó una mesa en la que había un puesto libre para sentarse. Extrovertido como ha sido siempre, empezó a conversar con el señor que estaba sentado a su lado y cuál no sería su sorpresa al descubrir que se trataba de un personaje eminente del mundo de la informática mundial: Dan Bricklin, el creador de Visi- Calc, la primera aplicación de hoja de cálculo del planeta disponible para computadores personales.
Si se hubiera encontrado con Bill Gates o con Steve Jobs, Juan José no se habría alegrado tanto. El había sido profesor de hoja de cálculo, así que conocía muy bien ese software y admiraba muchísimo a su creador. Y jamás se habría imaginado que tendría la oportunidad de conocerlo en persona, e inclusive almorzar con él.
“Fue una alegría mayor. Para mí, como ingeniero, era un misterio saber cómo era esa hoja por dentro. Y yo tenía a ese señor ahí conmigo, a mi lado, almorzando juntos. Me sentía como curita de vereda al lado del Santo Padre”, relata Juan José con una sonrisa de alegría perenne.
Como había que hacer rendir al máximo esos minutos, Juan José aprovechó para hacerle una pregunta técnica: “Me gustaría saber en qué equipo trabaja usted”. Y el genio del software le respondió: “Mi máquina es una IBM, con lenguaje Pascal”.
Al regresar en el avión, la reflexión de nuestro personaje fue: “Dan Bricklin, un genio mundial de la informática, trabaja en Estados Unidos en un computador IBM, con lenguaje Pascal. Y Juan José Mejía, ingeniero, trabaja en Medellín, Colombia, en un computador exactamente igual: Una IBM, con lenguaje Pascal. Entonces, ¿qué diferencia hay entre míster Bricklin y yo? Pues ninguna”.
Fruto de esa reflexión, que lo libró de limitaciones, hoy Juan José posee y gerencia la firma ilimitada, una compañía de software que desarrolla programas en Colombia y exporta tecnología a otros países.
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