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Miguel Caballero, a quien mucho vimos en la serie de televisión Shark Tank, camina con la tranquilidad y el orgullo que le da tener una empresa dedicada a cuidar y salvar vidas. La fabricación de prendas blindadas para personas alrededor del mundo, le ha dado un reconocimiento internacional.

Miguel Caballero es un ícono del emprendimiento en Colombia. Foto cortesía.


La idea surgió en 1992 como una tesis de grado de la Universidad de los Andes cuando él estudiaba Administración de Empresas. Al observar a los escoltas de una de sus compañeras que no utilizaban chalecos antibalas, pero sí lucían con elegancia chaquetas de cuero, surgió este emprendimiento que inició con un socio, diez dólares, un fax, un teléfono y una oficina de cuarenta metros cuadrados en el centro de Bogotá. Nada más.

«Le dije a un escolta: ¿usted por qué no usa una chaqueta de cuero blindada? Y me dijo: ‘no, eso no existe’. Y el resultado de eso fue que hicimos la primera prenda, pesó 7.6 kilos y empezamos una carrera que no sabíamos dónde íbamos a parar, pero sabíamos que teníamos todo el entusiasmo», recuerda Miguel con su voz tranquila y su acento neutro.

Esa pasión le ha durado desde que inició con su empresa, y por su manera de caminar, hablar y motivar a quienes están a su alrededor, parecieran inagotables las ganas de seguir generando empleo, transformando vidas y aportando a un país que necesita cada vez de emprendedores como Miguel.

«Llevo treinta años en el negocio. En los diez primeros años aprendí del producto, en los diez siguientes aprendí a vender el producto y en los últimos diez aprendí a exportar. Pero eso es tener un pensamiento de muy largo plazo, recuerdo que en el año 2000 hice la primera planeación estratégica y dejé una ruta trazada con metas claras», agrega este hombre sin titubear.

Las metas eran precisas: en 2001 entrarían a Perú, y así lo hicieron. Al año siguiente a otro país, posteriormente a otro. Poco a poco fueron cumpliendo cada uno de los pasos antes de llegar a Estados Unidos en 2018, un año antes de lo previsto y donde la compañía hoy tiene una operación importante.

Sin embargo, en la planificación que hizo Miguel junto a su equipo a principios de siglo, no estaba incluida la pandemia que retó a todas las organizaciones del mundo a cambiar sus procesos y ser más innovadoras.

En la actualidad están haciendo la planeación estratégica 2021-2030 con profundos cambios en la visión del negocio y dando prioridad a los proyectos internacionales.

De los momentos difíciles salen cosas buenas

Por ser un negocio dedicado a la seguridad y la defensa, la compañía pudo seguir trabajando durante las cuarentenas decretadas por el Gobierno Nacional; no obstante, las exportaciones se vieron afectadas y este es uno de los nichos principales de la firma Miguel Caballero.

«Desde que inició la pandemia implementamos la política de enfocarnos mucho más en las exportaciones, sin embargo, el 2020 fue un año totalmente distinto ya que más del 50% de los ingresos nuestros fueron nacionales y no internacionales», dice este emprendedor.

A pesar de ello, los compradores nacionales respondieron al llamado solidario de los gremios, las organizaciones, el Estado y demás actores de la sociedad civil para comprar productos 100% colombianos. Además, Miguel se dedicó a trabajar con ahínco para tener una empresa más eficiente, reducir y eliminar las deudas financieras y darle sostenibilidad al negocio.

Uno de sus mayores orgullos es contar con un equipo eficiente, enfocado y profesional. Antes de la pandemia, según dice, tenía personas poco eficientes o con escasa iniciativa para innovar.

«A veces en las organizaciones cometemos el error de tolerar la mediocridad. Uno sabe que tiene empleados que no aportan valor agregado y los sigue dejando. Ahí se empieza uno a llenar de ese tipo de personas y al final, cuando llega la pandemia, nos damos cuenta de que ese no es el camino y hay que tomar decisiones drásticas con el fin de reducir esa burocracia», cuenta Miguel.

Y como de memoria, sostiene la tesis del libro la Gestión de Incompetentes, de Gabriel Ginebra, el cual ejemplifica cómo muchas organizaciones toleran la mediocridad como parte de su cultura y en momentos difíciles sufren las consecuencias.

Algunas claves para ser más fuertes

«Para solventar una crisis no hay fórmula exacta, de todas maneras, el no deber plata a los bancos, tener diversificados los ingresos, contar con clientes en diferentes industrias y con base en eso sostener la operación de los negocios, y el trabajo eficiente, son algunas claves que nos sirvieron a nosotros», continúa explicando este emprendedor con la sabiduría que solo dan los años y el solventar una pandemia.

Una de las grandes afectaciones de esta organización en medio de la pandemia ha sido el ritmo de trabajo: algunos de sus colaboradores se ubicaron en una zona de confort y dejaron a un lado los objetivos de la empresa y la disciplina que sí tenían antes.

«Al principio de la pandemia dimos la oportunidad de tener teletrabajo y algunos lo recibieron con responsabilidad y otros lo recibieron como una forma de divertirse. En muchas empresas de amigos, conocí que durante el teletrabajo las personas tenían dos y tres trabajos, ¿cómo pedir eficiencia y eficacia ahí? Creo que de la pandemia se aprende que hay que ser eficientes, disciplinados y constantes», sentencia Miguel Caballero.


Este fragmento corresponde a la historia de Miguel Caballero en el libro Historias de Negocios Altamente Inspiradoras -Versión Pandemia-, que acaba de salir al mercado. Es un libro con principios, valores, buenas prácticas y mucho aprendizaje para los emprendedores. Los interesados en adquirirlo lo pueden solicitar en este link.

El libro es de mi autoría en equipo con Vianette Monsalve y un equipo de producción, redacción y diseño apasionado por contar buenas historias: Andrés Toro Carvalho, James Alzate, Daniel Sierra y Johan Paniagua, a quienes agradezco su dedicación para sacar un libro muy potente y cargado de inspiración.

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