Cuando la conocí me inspiró con su historia. De inmediato la invité a contar su camino de emprendimiento porque es una atrevida que ha logrado hacer lo que muchos otros no se aventuran: emprender cuando ya están mayores.
Diana Vega es una inspiradora ama de casa, quien se define como “felizmente casada con Alberto Ossa, mi ángel guardián y principal apoyo y admirador de lo que hago. Y madre de Juan Alberto, Diana Andrea y Mateo”.
A los 35 años, después de tener a su hijo menor, Mateo, de 12 años, hizo una pausa en el camino y dijo: “listo, ya he cumplido como madre. Es el momento de desarrollarme profesionalmente y estudiar psicología, que es lo que más me apasiona desde que estaba en el colegio”.
Y así lo cumplió. Se tituló de su añorada carrera en la Fundación Universitaria Luis Amigó. Así relata Diana el paso de su vida de hogar al mundo profesional: “quería ser psicóloga, pero me casé muy rápido, conocí la vida familiar y me enamoré de ella. Entonces, después de tener mis hijos me quedé con ellos para darles una buena crianza. Pero cuando el menor ya estaba más grande, me conecté de nuevo con la idea de hacer realidad mis sueños profesionales”.
Ella explica que todo se dio en un instante, fue un momento de su vida que siempre recordará: “escuché la publicidad en la radio sobre la carrera de mis sueños y dije: ¡esta es mi oportunidad! ¿Hasta cuándo voy a esperar? Inmediatamente cogí mi bolso, los papeles que necesitaba y me fui para la universidad, me registré y me matriculé”.
Para toda la familia fue un hecho inesperado, puesto que ella tenía lo necesario para vivir bien. Pero Diana lo tenía muy claro: “no se trataba de dinero ni de nada material. Tenía que ver con mi formación profesional y mi desarrollo como mujer. Quería estudiar, salir adelante, cumplir mis metas. Y así lo hice”.
Hoy, Diana Vega es inspiración para muchas personas mayores que, gracias a su ejemplo, comprenden que nunca es tarde para cumplir los sueños, estudiar e, inclusive, convertirse en emprendedor.
El paso al emprendimiento
Cuando salió graduada como psicóloga ya tenía más de 40 años y era consciente de que, difícilmente, conseguiría un empleo, situación que para ella representó una oportunidad.
“Fue ahí donde tomé dos decisiones de vida: estudiar mi especialización en psicología organizacional, que cursé en la Universidad San Buenaventura; y crear mi empresa, con un propósito claro, apoyar a otras personas, entre ellas a las mayores de edad que también querían ser empleadas y entregar su aporte al mundo laboral”, dice.
Y como al buen emprendedor le llegan los angelitos, en el recinto universitario Diana conoció al profesor Ricardo Cañas, un enamorado del emprendimiento que se convirtió en su mentor y le ayudó a hacer su plan de negocios.
“Con el apoyo de él, le dimos la forma a la idea, tal como lo esperábamos. En esa época, definimos el nombre Psicotec-In Gestión Humana Integral, la filosofía y la estrategia corporativa de la empresa”, recuerda con expresiones de alegría en su rostro que reflejan la satisfacción del trabajo juicioso y bien hecho.
Y luego llegaron otros dos ángeles. Sus nombres: Alexandra García, del Sena, una entidad estatal educativa en Colombia; y Dairo Alberto Suárez, Gerente de Ecoin, asesorías contables y financieras. “A ellos dos le agradezco enormemente”, añade Diana.
Principales aprendizajes
Al preguntarle sobre sus consejos para los emprendedores, Diana dice: que lo más destacado es aprender a trabajar en equipo y generar conexiones, desde una escucha activa de las necesidades de sus clientes potenciales.
“Así podemos conocer lo que realmente necesitan de nuestros servicios y para nosotros es muy satisfactorio apoyar a las micro y pequeñas empresas en sus procesos de la organización. Crecer juntos es una verdadera bendición, como nos pasa con frecuencia. Es el caso de Confecciones Sandra Echavarría, una empresa que nos vio nacer y que aun hoy es uno de nuestros clientes más preciados”, añade Diana.
Algo destacable de Psicotec-In es que ofrecen servicios de capacitación gratuitos, como valor agregado para sus clientes. Y Diana explica por qué lo hacen:
“Nuestro valor para las personas es que fortalezcan las competencias en los campos personal y familiar, para que ese aprendizaje se vea replicado luego en la organización”, concluye esta admirable mujer, que se convirtió en emprendedora después de los 40 y, por lo tanto, en un ejemplo a seguir porque, para ser empresario, no hay edad que limite.
Diana es una de los protagonista del libro número 3 de la Colección Historias de Negocios Altamente Inspiradoras, de mi autoría, que estará muy próximamente en las principales librería del país. El número 1 y el número 2 (enfocado en mujeres, escrito por mi socia Paola Rueda López) están en Panamericana y la Librería Nacional.
El número uno también está en Amazon, Barnes & Noble, Google Play y Apple Store, entre otras tiendas virtuales.
Quedo muy pendiente de sus comentarios en este mismo post, en mi correo electrónico juany@agenciastm.com y mi cuenta de Twitter @Juancarlosy.
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Aquí pueden a Diana en video:
https://www.youtube.com/watch?v=ZaAUHQRicZ8
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