Es tiempo de organizaciones lideradas por Marcas Conscientes
«Paciente y disciplinado el tiempo cuenta y fracciona sus horas, mientras observa cómo nos transformamos y cambian nuestras formas de relacionarnos y vivir, por tanto, las marcas que llevamos grabadas. Existen hoy infinidad de empresas que desconocen su marca, con la cual están dejando huellas en cada persona, momento y lugar, organizaciones que a través de su marca, además de acompañar necesidades o preferencias, están conjugando su verbo rector: marcar». Ese planteamiento es de Angela Zapata, la CEO de AZ Marcas, y reconocida en el país como la madre de las marcas conscientes. Es mi bloguera invitada y aquí están sus reflexiones:
Angela Zapata es reconocida en Colombia como la madre de las marcas conscientes. Gustavo Restrepo Photo.
“HOY más que siempre urgen en Colombia (y el mundo) organizaciones lideradas por marcas conscientes; urge la necesidad de que la razón primigenia de impacto lidere a cada organización: su marca, su impronta, su sello.
Urgen organizaciones capaces de desgrabar ciertas memorias ficción asociadas al concepto empresa y un camino fundamental y efectivo son sus marcas. Estas, satanizadas tantas veces y reducidas a la representación de una transacción, un intercambio de productos o servicios por dinero y tiempo son ahora un recurso fundamental para re|significar la fuerza empresaria y el impacto social, ambiental y económico que crea.
¿Y si emerge un movimiento, una re-evolución de marcas?, no las impresas en una etiqueta o empaque, no las estampadas en camisetas o productos publicitarios; si, las marcas_huellas_conscientes de una organización.
Una fuerza capaz de visibilizar la suma de intenciones constructivas y la elección de recursos adecuados para lograrlas, es el momento propicio para que las empresas a través de sus marcas elijan desde qué lugar van a asumir nuestra realidad y cómo van a actuar, qué impacto voluntario y consciente van a lograr pero sobre todo, es momento de visibilizar ese impacto, contrarrestar ciertas miradas que desvirtúan su aporte y contribución a la vida actual .
No confundir empresa con marca consciente
He afirmado cientos de veces que “no es lo mismo ser una empresa que ser y representar una marca consciente”, he verificado que el negocio puede ser la excusa para marcar personas, territorios y sistemas, como el económico, la rentabilidad puede ser la consecuencia del impacto positivo que miles seres humanos crean en otros miles y sus entornos.
Creo que hoy está dada la gran oportunidad de reivindicar la marca_huella_organización a través de empresas que graben en sus núcleos voluntades genuinas hacia la vida, dejen de sí vestigios que, en el paso del tiempo nos hablen de ellas y la forma en la que reconducen el mundo hacia estados de mayor balance y bien estar, organizaciones posibles de deducirse según sus huellas en las personas, en el planeta, en la vida, como laboratorios en pro de la misma, en los cuales suceden la colaboración y búsqueda permanente de soluciones y procesos que nos acerquen.
Requerimos laboratorios que nos ofrezcan:
Tecnología dispuesta a la vida, que nutra el vivir en vez de costarlo; tecnología como herramienta para gestionar incertidumbre, auto liderarnos, sanar, unirnos y no para sentirnos ciegos y atados, manejados por un monstruo invisible para el cual somos un producto.
Reflexión profunda aplicada en acciones reparadoras a nuestro hogar, el planeta, para restablecerlo y dejar de prolongar el ser habitantes consumidores_depredadores_autómatas.
Estética plasmada a nuestras miradas para elevar otras visiones, reencontrarnos con lo esencial y fundamental, no perdernos en la distorsión y velocidad actuales, poder vernos y reconocernos en nuestros estados de vulnerabilidad y fortaleza.
Ética vertida a nuestras relaciones para acercarnos a la confianza y tener la capacidad y el privilegio de decidir con seguridad ante la transparencia.
Valor materializado en nuestros vínculos para acercarnos más, celebrarnos como contenedores de la vida y tener la capacidad de lograr que las diferencias dejen de ser barreras ocultas que nos atemorizan y más bien nos enriquezcan.
Resignificación para darnos el privilegio de nuevas perspectivas, re|visiones altas que derriben tantas verdades limitantes impuestas y nos permitan dejar de sentir que está mal ser quienes somos.
Información soportada en experiencia, valores y verificación responsable para dar forma a conceptos raíces que nos proyecten y fortalezcan.
Para entornos que cambian a velocidades aceleradas urgen marcas vivas, despiertas, observadoras, capaces de adaptarse, escuchar la voz de la transformación constructiva y ser rentables integrales en el proceso.
Trascender la oferta de productos y servicios y elevar la organización a la consciencia que conlleva MARCAR no sólo es un privilegio sino una responsabilidad.
Si unimos fuerzas de impacto positivo y miles de organizaciones determinan claramente su marca_huella_consciente estoy segura que un horizonte de confianza y esperanza empezará a abrirse”.
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