Un asunto prioritario: 2025 será un año clave para la ciberseguridad

Los recientes avances tecnológicos han permitido a las empresas evolucionar y optimizar diversos procesos. Sin embargo, un mundo cada vez más digitalizado trae consigo algunas responsabilidades que no deben ignorarse ante los inminentes riesgos representados por el crecimiento de los ciberdelitos.

La adopción tecnológica debe ir de la mano con la protección. Imagen Unsplash.

La adopción tecnológica debe ir de la mano con la protección, pues los desarrollos tecnológicos siempre han estado expuestos a vulnerabilidades. Se considera que el primer ciberdelito se remonta al año 1824, luego de que dos personas hackearan el sistema telégrafo francés para luego robar información del mercado financiero, mientras que en la década de los 70 se hackeaba el sistema telefónico de la época para realizar llamadas gratuitas, incluyendo la memorable historia de Steve Wozniak y Steve Jobs, quienes antes de fundar Apple crearon una ‘bluebox’ para realizar pirateo telefónico y comunicarse incluso con el Vaticano.

Pero lejos de lo que en principio se consideraba como “simples bromas”, hoy la ciberdelincuencia es un negocio millonario. De acuerdo con Statista, los ciberataques como el ransomware, brechas de datos, el ciberespionaje y el phishing representarán daños de más de 15,6 billones de dólares en 2029; un 70% más que en 2024.

Ciberamenazas se expandirán en 2025

Ahora con la inteligencia artificial como una de las nuevas herramientas que se utilizan para conseguir engañar a las víctimas mediante evolucionadas técnicas de ingeniería social más sofisticadas.

Los ciberdelincuentes ahora usan mensajes personalizados y redes sociales en combinación con el uso de “deepfakes” de IA para engañar a usuarios y empleados, lo que representa el 40% de los incidentes de ciberseguridad reportados en la región en 2024.

Según Kaspersky, las empresas de Colombia enfrentaron más de 26 millones de ataques en un año. Entre octubre de 2023 y octubre de 2024 se bloquearon 26 millones de ataques de malware en el país, incluyendo 37,5 millones de intentos de phishing, más de 87 mil troyanos bancarios y alrededor de 40 mil ataques de ransomware. Cifras que reflejan la creciente actividad de los ciberdelincuentes en la región.

Un desafío corporativo y gubernamental

En respuesta a estos desafíos, las inversiones en ciberseguridad van en aumento. Se espera que las empresas destinen en promedio 15% de sus presupuestos de TI a la seguridad digital para finales de 2025. Esta cifra duplica el porcentaje registrado hace apenas cinco años.

A nivel gubernamental, ya se están desarrollando iniciativas de ciberseguridad que pretenden mejorar las defensas contra los ciberataques, especialmente en sectores críticos como la energía y la salud. Países como Colombia y Brasil están impulsando normativas más estrictas para proteger los datos personales y las infraestructuras tecnológicas.

El 2024 dejó varias enseñanzas con respecto a la ciberseguridad, evidenciando que ahora no solo se trata de una cuestión técnica. Es una responsabilidad colectiva que requiere el compromiso de empresas, gobiernos y ciudadanos por igual. América Latina tiene la oportunidad de dar un salto cualitativo en materia de protección digital, pero esto sólo será posible con inversiones no sólo en tecnología sino también en educación y concientización.

En un mundo cada vez más interconectado, salvaguardar nuestros activos digitales no es opcional, es esencial.

Nota: gracias por la contribución con el tema al periodista Sergio Ramos, desde España.

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