El futuro de la biometría en el sector financiero colombiano
Por: Certicámara S.A.
Diversos sectores como el financiero, notarial, cameral, así como algunas entidades públicas han implementado la validación de identidad mediante la biometría por huella, convirtiéndola en uno de los mecanismos más efectivos para realizar transacciones seguras, ágiles, y orientada a disminuir el fraude y la suplantación de identidad.
El sector financiero viene implementando exitosamente la identificación biométrica en sus oficinas para procesos de captación y colocación de productos. A la fecha, según datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil RNEC, las entidades bancarias han realizado más de 25 millones de consultas contra la base de datos biométrica de la RNEC, desde el año 2016.
El incremento del uso de la biometría responde a los procesos de transformación digital del sector que, a su vez, suponen retos tecnológicos y jurídicos desde el punto de vista de la privacidad y la seguridad digital.
La regulación de la biometría en Colombia
La biometría en Colombia surge a partir de la Ley 527 de 1999 y del Decreto 2364 de 2012 normas que posibilitan el uso de esta tecnología en medios electrónicos para llevar a cabo tanto procesos de validación de identidad como firma de documentos electrónicos. De igual manera, se encuentra vigente el Decreto Ley Antitrámites en su artículo 18, que establece el uso de huella dactilar en medios electrónicos como mecanismo de identificación, y el deber para las entidades públicas y ciertos particulares, de cotejar la identidad del titular de la huella contra la base de datos de la Registraduría.
Por su parte, la RNEC a través de la Resolución 5633 de 2016 y sus anexos técnicos, controla el acceso a la base de datos biométricos y biográficos más completa, confiable y actualizada del país, la cual cuenta con más de 500 millones de huellas dactilares, de aproximadamente 50 millones de colombianos, y se encuentra blindada por altos estándares de seguridad que brindan garantías de integridad, confidencialidad y disponibilidad de la información, así como por requisitos que aseguran el cumplimiento de las normas de protección de datos personales y hábeas data.
Es importante conocer, que la base de datos biométrica de la Registraduría se actualiza a través de otras fuentes de información, entre las que se encuentran, bases de datos de la Fiscalía General de la Nación, de la Policía Nacional, y fuentes internas tales como el Registro Civil y el Archivo Nacional de Identificación, que son útiles, por ejemplo, para establecer si una persona ha fallecido disminuyendo riesgos de suplantación de identidad.
En cuanto a la regulación del sector financiero, es la Circular 042 de 2012 de la Superintendencia Financiera de Colombia, la que permite servirse de la biometría como un mecanismo fuerte de autenticación, asegurando la identidad de la persona con un alto grado de confianza.
¿Qué viene después de la biometría por huella?
El futuro de la validación de identidad en el sector financiero apunta hacia una biometría multimodal, utilizando varios rasgos biométricos, como el iris, el rostro, la voz, el ritmo cardiaco y la biometría conductual, en un uso simultáneo, disminuyendo los casos de fraude y suplantación, así como el lavado de dinero, el financiamiento de terrorismo, simplificando el acceso de los productos bancarios, mejorando la eficiencia de las transacciones y permitiéndole a los clientes acceder a los servicios de manera no presencial.
Por su parte, la Registraduría se encuentra realizando pruebas con un nuevo motor multibiométrico para la validación de identidad a través del reconocimiento facial utilizando la base de datos fotográfica que se alimenta del trámite de expedición de cédulas de ciudadanía. Se espera que en el 2020, los colombianos puedan identificarse a través de mecanismos biométricos de huella dactilar y de reconocimiento facial.
Cabe anotar, que la Superintendencia Financiera emitió un proyecto de circular este año para actualizar la Circular 042 de 2012, proponiendo que la biometría sea un mecanismo fuerte de seguridad con un segundo factor de autenticación para operaciones no presenciales, reforzando así la implementación de sistemas multimodales de validación de identidad.
El panorama presentado, es sin duda un gran paso para la transformación digital del sector financiero, pues están dadas las condiciones jurídicas y tecnológicas que permitirán implementar la biometría multimodal, sin descuidar aspectos como la privacidad, el derecho de habeas data y la seguridad digital.
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