El icónico restaurante cartagenero La Cocina de Pepina abrió sede en el barrio Chapinero en Bogotá y este fin de semana estará de fiesta con tres actividades diseñadas para acercar a los capitalinos a los sabores de antaño del Caribe y del Sinú, que lo han hecho famoso en La Heroica.
La historia de La Cocina de Pepina empezó en el 2009 en el barrio Getsemaní de Cartagena cuando Christian Sepúlveda, que acababa de finalizar su carrera universitaria y no quería ser empleado, convenció a su tía María Josefina Yances Guerra de abrir en sociedad un restaurante donde se ofrecieran todos esos platos caseros por los que ella era ya reconocida.
´Pepina’, como la conocían sus amigos fue una socióloga, investigadora gastronómica y gran personaje de la bohemia y la cultura cartageneras. Fue socia fundadora del restaurante bar La Vitrola, un lugar que nació como un espacio de encuentro entre amigos y terminó convertido en un sitio de visita obligada para personajes de la farándula y la cultura nacional e internacional.
Escribió un libro donde recopiló sus conocimientos sobre los sabores cordobeses al que llamó Me sabe a mí, y participó también en la publicación Colombia, Cocina de regiones.
Años después, ya alejada de este proyecto y decidida a no tener más restaurantes, Christian la convenció y así nació La Cocina de Pepina, de donde salían platos de la tradición gastronómica de Sucre, Córdoba y Bolívar, así como creaciones de María Josefina.
La Cocina de Pepina en Bogotá
Luego del fallecimiento de Pepina, el restaurante continuó de la mano de Christian y su fama se expandió (ganó en 2014 y 2018 a Mejor Restaurante de Cocina Tradicional Colombiana en los Premios La Barra); así, el año pasado él, su esposa y el chef Harold Quitiam, su mejor amigo, se lanzaron en grande y abrieron una nueva sede en Bogotá, donde ofrecen lo mejor de su cocina y se arriesgan con algunas propuestas propias para conquistar con su sazón los paladares andinos.
“La nuestra es una cocina de guisos y de cocciones prolongadas, nuestra posta cartagenera es hecha tradicionalmente, en olla, quemando la carne y agregando poco a poco los vegetales. Usamos nuestros propios fermentos producto de las frutas y vegetales que nos quedan, y luego los llevamos a nuestras ensaladas todos los días, aportamos probióticos y sabores nuevos, y es el mismo producto que nos da la tierra en el Gran Bolívar”, explica el chef Harold.
Esto último se refiere a los ligeros cambios con inclusión de una mayor tecnología en la cocina y la puesta en práctica procesos de sostenibilidad y mínimo desperdicio, obviamente conservando al máximo las técnicas ancestrales que le han dado la fama.
La casona de Chapinero que alberga su sede parece absorber el espíritu Caribe en sus paredes claras y la alegría de su música de fondo para hacer de esta una innovadora experiencia alrededor de la cocina costeña con un menú como ningún otro en la capital, por su originalidad y sabores fieles a la tradición.
Cualquiera de sus entradas es una excelente opción y mi recomendada es la bandeja de entradas para compartir, en la que se reúnen lo mejor de los pequeños bocados: ají dulce relleno, escabeche de berenjena, boronía, camarones en salsa de aguacate y ceviche de pescado, acompañados de casabe, suero costeño y chocho de ají. Y si queda con ganas de más, puede pedir cualquiera de ellas en solitario. Cabeza e´gato, coctel de camarón y chicharrón toteado con yuca son otras propuestas.
Entre los fuertes, el mote de queso, la gallina monteriana y la posta cartagenera son imperdibles. Preparaciones con pescados y otras carnes complementan el menú, realzado por una serie de sodas y coctelería de autor con muchas frutas típicas de la costa norte del país.
Lo nuevo de La Cocina de Pepina, su brunch dominical. Completísimo, con carta propia y preparaciones como la clásica canasta de fritos con miniarepa de huevo, carimañola de queso y buñuelitos de plátano; la arepa e’huevo al estilo cartagenero (con huevo y carne), la canasta de chicharrón, y fuertes como el pastel de arroz, el bistec a caballo, los desayunos al estilo de los Montes de María, hacen de este el recorrido más completo por los sabores del Gran Bolívar.
Y que el guayabo no sea una excusa para faltar, para eso también tienen solución, una especie de bloody mary al estilo costeño con cítrico, salsa de tomate, tabasco, pimienta, guayaba agria, y sin alcohol…pídale solo así: Pa´l guayabo.
La celebración para este fin de semana
Las actividades de la Cocina de Pepina se inician esta noche del viernes 24 de febrero con una cena de cuatro tiempos con maridaje incluido, producto del viaje investigativo del equipo de cocina a Sucre, Córdoba y Bolívar.
Con el nombre de Sábado de Carnaval, mañana la velada apunta a ser una noche inolvidable con los mejores cocteles de la casa, tapas al estilo Pepina y DJ invitado.
El domingo cierra con un espectacular brunch y una invitada muy especial, la chef cartagenera María Cecilia Restrepo, más conocida en Instagram como Ajá Cechi, con una marcada influencia árabe en su cocina y una experta en fritos costeños que promete un brunch inolvidable.
Para todas las actividades se recomienda reserva previa.
La Cocina de Pepina Bogotá. Calle 56 N°. 4 A-11. WA: 311 8124734. Instagram: @pepinabogota
Fotos: Archivo particular y Honoria Montes
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